8º ANIVERSARIO DE SEVIKANNA!!

Soci@s de Sevikanna.

El próximo día 23 de junio vamos a celebrar una fiesta para conmemorar el 8º aniversario de nuestro club, Después de estos años sin poder celebrarlo ha llegado el momento y no queremos que os perdáis este estupendo día donde podréis disfrutar de sorteos y concursos, música, dj en directo, nuestra famosa mesa de dulces y mas comida.

NOS VEMOS EL DIA 23.

11 consejos para cultivar cannabis en interior durante el verano

Cultivar cannabis en interior para no sufrir de las consecuencias de las temperaturas exteriores

Los cultivadores en interior comienzan a sufrir de las consecuencias de las temperaturas exteriores, que unido al calor generado por los sistemas de iluminación, dificulta o impide en muchos casos llevar a cabo un cultivo.

Consejos para cultivar en interior en verano

Como decimos en cultivar en interior en verano sin un sistema de climatización o un aire acondicionado será muy complicado.

Si un armario de cultivo tiene una temperatura de 30º, por mucho que metamos aire exterior si está a los mismos 30º , poco conseguiremos en cuanto a reducir la temperatura se refiere.

Y hablamos de 30º, pero en algunas zonas llega incluso a más.

Para no tener que apagar las lámparas y tomarse un descanso durante estos meses, te traemos algunos consejos que harán que cultivar en verano en interior sea más fácil. Algunos son pequeños gestos al alcance de cualquier, en cambio otros suponen una pequeña o gran inversión.

El fotoperiodo

Para evitar la suma de las máximas horas de calor exterior y el calor generado por la iluminación, el primer consejo es hacer coincidir el fotoperiodo de luz con la noche exterior.

Lógicamente hace menos calor de noche que de día, por lo que nos garantizaremos que el aire que introduzcamos en el interior del cultivo sea más fresco que el que se introduciría durante el día.

En este caso siempre hay que asegurarse de que no exista contaminación lumínica debido a la filtración de luz en el armario.

Fuentes de calor fuera del armario

Extrae del armario de cultivo cualquier equipo que genere una calor innecesaria. Nos referimos al balastro, al extractor e  intractor, e incluso enchufes. Sobre todo el balastro genera gran cantidad de calor.

Si se trata de un cultivo hidropónico, se debe sellar o aislar el depósito de agua. Debido a la temperatura del verano siempre emite vapor en el interior del armario.

Mejora la extracción de aire

Como hemos dicho, no ayudará a disminuir la temperatura si el aire que introducimos está a la misma temperatura o incluso más caliente.

Pero a mayor temperatura las plantas aumentan su consumo de CO2. Así que conviene renovar el aire con más frecuencia en condiciones de temperaturas elevadas para mitigar los efectos negativos en las plantas.

Instala un cooltube

Si usas lámparas de vapor de sodio (HPS), instala un cooltube. Este tipo de reflectores “encapsulan” la lámpara, aislándola del espacio de cultivo.

Cuentan con dos orificios para conductos de aluminio. Y gracias a un pequeño extractor en un extremo, hace circular continuamente el aire. De este modo el calor generado por la lámpara se expulsa al exterior.

Si cuentas con lámparas LEC, consulta con tu Grow Shop habitual, ya que generalmente no son lámparas compatibles con cooltube ya que absorben los rayos UV, una de las mayores virtudes de este tipo de iluminación..

Pásate a la iluminación LED

Hoy por hoy, nada iguala a la iluminación LED. Su consumo es menor, los rendimientos mejores y lo más importante en este caso, no emiten un calor excesivo. Es la mejor opción para cultivar en interior en verano.

Un buen equipo LED no cabe duda de que no es económico. Pero con una vida media de unas 20.000 horas te olvidarás de reemplazar las lámparas de alta intensidad cada 2 o 3 cultivos por la pérdida de lúmenes.

Mejora la ventilación

Además de la extracción, un ventilador interior orientado hacia las puntas de las plantas aliviará el calor que se acumula en estas zonas y se evitarán posibles quemaduras.

Un ventilador las 24 horas orientado hacia las plantas, ayudará a fortalecer sus tallos debido al movimiento que genera. Y además es uno de los mejores preventivos contra las hongos.

Usa silicatos

El silicio es un nutriente que ofrece a las plantas una mayor resistencia en casos de temperaturas excesivas, ya que mitiga el estrés abiótico.

Además aumenta la resistencia frente a sequías, importante ya que en verano el consumo de agua es grande y no es raro que por un despiste las plantas agoten sus reservas y las encontremos mustias.

Cualquier aditivo de silicio, por lo tanto, es muy interesante para cultivar en interior en verano y que las plantas lleven mejor el calor.

Aísla la zona de cultivo

Aísla si es posible las paredes exteriores de tu zona de cultivo. Y nos referimos a las paredes exteriores, si se diese el caso que el cultivo se encuentre en una estancia donde indica mucho el sol.

Un simple mallazo, una mano de pintura blanca o una enredadera natural, evitará que el sol incida directamente en cualquier pared y este calor se traspase al interior de la habitación.

Usa un humidificador de ultrasonidos

Aumentar la humedad con vapor frío, ayuda a reducir la temperatura. Así que algo tan económico y simple como un humidificador de ultrasonidos vendrá muy bien para cultivar en interior en verano.

La humedad y la temperatura están muy relacionadas. La humedad relativa es la relación entre la presión parcial de vapor del aire y la presión máxima a la misma temperatura.

Aporta CO2

El CO2 es un buen aliado cuando se tienen cultivos sometidos a altas temperaturas. Las plantas de cannabis se desarrollan con una concentración de CO2 de 400ppm, la normal en la atmósfera.

Pero si la concentración supera 1000ppm, las plantas se desarrollan mejor a 28-29º. No ayudará a reducir la temperatura del cultivo, pero aumenta la posibilidad de las plantas de nutrirse mejor.

En cultivos optimizados en los que se aplica CO2, existe la obligación de elevar la temperatura hasta más allá de los 30ºC.

La solución final: aire acondicionado

De acuerdo con que al precio actual de la luz haga que muchos ni siquiera se lo planteen. Pero un aire acondicionado mantendrá una temperatura agradable para las plantas.

Las plantas sin duda lo agradecerán, haciendo que cultivar cannabis en verano no sea muy diferente que cultivar en los meses más fríos del año.

FUENTE https://www.lamarihuana.com/11-consejos-cultivar-cannabis-interior-verano/?fbclid=IwAR3H2ozPlOr7aSGGmjND21ui6rjx7NjXx7dNAxc3ojvPEy2GjJms5JK034E

Hojas de marihuana, que hacer con ellas

Las hojas de marihuana son la fuente de vida para el crecimiento de tu planta e inexplicable ícono cultural, todos y todas sucumbimos ante ellas

Todavía deben existir personas que creen que las hojas de marihuana o cannabis tiene, en sí misma, suficiente poder psicoactivo como para volarse o colocarse. Pero tú y yo sabemos que no es así. Es que la difusión de la cultura cannábica se ha hecho con la hoja como escudo.

También como figura que reafirma un sentido de pertenencia. Reconocer la hoja de siete puntas en una casa, un comercio o como pegatina en un auto es saber que te encontrarás con alguien de tu misma tribu. Una amistad garantizada.

Con el tiempo se convirtió en un ícono, aún sin que sea la hoja la hacedora de tus mayores alegrías, ¿o sí? Luego lo sabremos. La figura apareció en gorras y remeras, bijouterie y accesorios, murales y decoración de interiores, y mil espacios más.

Hasta que se hizo grito político, en reclamo de la despenalización de los y las usuarias, tanto para uso recreativo como medicinal.

La hoja de siete puntas reunió masas en protestas y movilizaciones, pero también llegó a los escenarios musicales, con artistas de todos los géneros invocándola.

Sin embargo, su aparición más repetida y potente es en las banderas de los clubes de fútbol, tanto en Sudamérica como en Europa.

Historia de un icono

Se desconoce cuándo fue la primera vez que la silueta de la hoja de marihuana se utilizó con fines políticos.

Se cree que fue durante los años 60, y que estuvo emparejado al desarrollo del movimiento cultural hippie en Estados Unidos.

Fueron ellos los que, sin dudas, significaron a la figura como un llamado a un mundo de paz, amor libre y mucha alegría.

El sentido está relacionado con los efectos que produce fumar cannabis en armonía y no por moda, o sentido de pertenencia.

Para este movimiento juvenil, la hoja de maría se convirtió en un auténtico ícono representativo de felicidad, pacifismo y solidaridad.

El estandarte también fue llevado muy alto gracias al mítico Bob Marley, a quien es imposible imaginarlo lejos de la hoja de siete puntas.

Quien conozca la obra del jamaicano sabrá que es coincidente con aquellos valores hippies impregnados a la mítica hoja en Estados Unidos.

Sin embargo, todas estas apreciaciones son acerca del uso lúdico de marihuana, que no es el más antiguo.

El cáñamo es bandera

El cultivo de cáñamo no psicoactivo ha sido un importante recurso industrial en muchas regiones del mundo, y así lo recuerda la heráldica.

Existen muchos escudos y blasones de localidades que llevan la hoja de siete puntas en su diseño, una forma de agradecerle a la naturaleza por tan rico fruto.

También una forma de reconocer a la planta en el origen cultural de esos poblados.

No es para menos, de allí han salido cuerdas, lonas, telas y velas de barco. También suelas de sandalias y zapatos en muy diversas y distantes civilizaciones.

En Francia tenemos a la región de Servant (centro), una zona vitivinícola… y cannábica. En su escudo, un lobo y una ánfora de vino acompañan a una hoja de la sagrada hierba.

En el mismo país existe una comunidad que se dedica al cultivo de marihuana desde hace muchísimo tiempo.

Se denominan “cannabriends” y su escudo tiene un león rampante y dos flores de lis en oro que custodian a una planta dorada de cinco hojas.

Otro caso, el escudo de la villa de Santa Cruz de los Cáñamos en la provincia de Ciudad Real (centro sur), España.

Allí directamente lo indica su nombre, y también su escudo: una Cruz de Santiago custodiada por dos hojas de maría.

La bandera de la villa de Santa Cruz de los Cáñamos, también luce las dos hojas del símbolo de la marihuana.

Otro pueblo español que hace referencia a la hoja de siete puntas es Cañamares, en el centro este del país, en la región de Cuenca.

El principal cultivo de Cañamares fue el cáñamo que en su escudo viene representado en forma de tres plantas con tallo y hojas.

Las tres plantas en color verde nacen de una banda del mismo color.

En Suiza hay otro caso, en este, el escudo tiene como único elemento una planta de marihuana. Es la insignia de Wange-Brüttisellen, una hermosa región cercana a Zurich.

Tipos de hojas de marihuana

Existen diversos tipos y formas de hojas de marihuana, y eso depende de la genética con la que estemos tratando.

Así, las hojas de una planta sativa serán alargadas, con folíolos estirados, elegantes, como la mano de una dama envuelta en un terso guante verde claro.

Las índicas, en tanto, se asemejan más a la mano de un transportista, ahora vestido de verde oscuro y más intenso.

Allí los folíolos serán gruesos, gordos, por lo cual generan más sombra. También tenemos las hojas de ruderalis, las cuáles son más parecidas a las sativas, con hojas más delgadas y con pocos foliolos (de tres a cinco).

Porque se ponen amarillas las hojas de marihuana

El color y el estado de las hojas de tu planta será el principal indicador a la hora de cultivar. Debes saber que si el verde se hace intenso, oscuro, quizás sea porque estas alimentándola en exceso, sea con agua, como con nutrientes.

En cambio, si tus hojas se ponen amarillentas, es un mal indicio. Tu problema tiene nombre: clorosis, y es una enfermedad que puede tener tu planta debido a la falta de ciertas sales, lo cual produce la pérdida del color verde.

Pero no es el único diagnóstico posible. El color amarillo en las hojas de tu planta puede deberse a un exceso o carencia de agua.

Recuerda que la mayoría de las plantas sólo prosperan con un ciclo de riego efectivo. Es por ello que se insiste tanto en la conformación de un efectivo sustrato, en el que el agua corra pero no se estanque, para no pudrir tus raíces.

Si ya es tarde para eso, tienes forma de medir si estas regando mucho, o poco. Para saber si tu planta necesita agua levanta las macetas cuando estén secas, luego repítelo cuando ya hayas regado y así notarás la diferencia.

Otra opción es comprar un medidor de humedad que se inserta en el sustrato y hace solo su trabajo. Si, en cambio, cultivas en modo hidropónico, necesitarás revisar todo dos veces antes de iniciar el cultivo.

Bombas, difusores, programadores y depósitos deberán estar alineados y sin errores. Otro problema puede ser que no has conseguido un buen equilibrio de fertilización y el pH se ha desviado.

Es raro que esto te pase si estas cultivando a tierra, porque el mismo sustrato amortigua las raíces. Ten presente que un pH oscila entre seis y siete y que invertir en un medidor podría ahorrarte dolores de cabeza.

También puede haber un exceso o falta de nutrientes, y por eso tus hojas están amarillas.

Ya sabes que la falta de nutrientes esenciales hará que las hojas de marihuana se vuelvan amarillas y marchitas.

Pero también debes saber que el exceso de abono puede causar quemaduras de nutrientes. Eso también provoca “hojas de oro”.

Exceso y falta de nitrógeno

Como decíamos antes, el exceso de nutrientes –en especial nitrógeno– pondrá a tus hojas de un color verde mucho más oscuro de lo habitual.

Es que el nitrógeno es el macronutriente más importante para una planta de marihuana, y es por eso que el desequilibrio en su dosificación causa síntomas severos.

Te darás cuenta que falta nitrógeno cuando los márgenes de tu hoja comiencen a resecarse, hasta crujir.

Luego, el amarillamiento se abre paso al interior, hasta dominar todo el limbo.

Notaras de qué estoy hablando porque las venas centrales de la hoja se mantienen de color verde oscuro.

Una forma muy práctica y económica de aportar nitrógeno a tu planta es con tu propia orina, diluida en cuatro partes de agua.

Con todo, recuerda: una fertilización deficiente hará que las hojas verdes adquieran un tono amarillo y acaben muriéndose.

Pero, por otro lado, una fertilización excesiva hará que las hojas crujan y adquieran un tono amarillo intenso, hasta caer.

Hojas de marihuana caídas

El exceso o la falta de agua, así como de nutrientes, también pueden provocar la depresión de tu planta, evidenciada en el decaimiento de las hojas.

El espacio que tengan las raíces es otra variable de peso, muchas veces, la planta no tiene la suficiente tierra disponible y absorbe el agua rápidamente.

Es por ello que una buena solución podría ser un trasplante de urgencia que, además, te permitirá renovar la tierra, en caso de que este sobre nutrida.

Hojas de marihuana arrugadas

Si tu tierra esta sobre fertilizada, también puede pasar que las puntas de tus hojas se doblen para adentro, como formando un cilindro.

Lo que ahí tienes es un exceso, ya sea de riego como de fertilización.

Sucede que, si riegas en exceso, el agua ahogará las raíces de tus plantas.

Además, el agua se llevará la mayoría de microbios beneficiosos y, si tu sustrato está anegado, se favorece la aparición de algas y hongos dañinos.

El primero en aparecer en esos casos es el tristemente célebre Pythium, también llamado podredumbre de la raíz.

Lamentablemente, el Pythium es prácticamente incurable y convertirá las raíces de tus plantas en simple lodo.

El exceso de fertilización puede ser otra de las causas que originan tus hojas engarrotadas.

De hecho, es un panorama común entre aquellos que usan tierra 100 por ciento compostada, repleta de nutrientes.

El nitrógeno en exceso, durante el período vegetativo, originan hojas con forma de garra y también de canoa o cilindro.

Ya en fase de floración, el exceso de potasio y fósforo causará que las hojas se enrollen y se quemen las puntas.

Las temperaturas demasiado calientes son otra de las alternativas a este problema. El estrés térmico puede producirse tanto en interior como en exterior.

Las plantas de marihuana realizan la fotosíntesis en forma exitosa a una temperatura por debajo de los 28 grados centígrados.

Si las temperaturas superan los 30 grados las plantas pueden estar en peligro. Si a eso se suma una HR baja, el problema es aún mayor.

Las hojas nuevas crecerán de forma retorcida, y las viejas se enrollarán y se pondrán amarillentas.

También puede que se quemen y adopten un aspecto marrón y crujiente. El frío puede ser otro de los factores.

Si bien las noches frías de invierno aportarán mágicos colores a tu planta, la exposición prolongada a las bajas temperaturas puede matar a las mismas.

Asimismo, si a esto se agrega una humedad relativa, los cogollos serán vulnerables a la Botrytis, también conocida como podredumbre del cogollo.

Manchas blancas en las hojas de marihuana

Si hablamos de alertas, las manchas blancas en las hojas de tu planta de marihuana representan una de las peores noticias posibles.

De seguro tu planta sufre de oídio, una enfermedad causada por un hongo con el mismo nombre. Hay mucho tipo de variedades de la misma afección pero el más común es el oídio de la vid.

Este tipo de hongos es perjudicial porque compite por los recursos con tus plantas, al tiempo que se alimenta de ellas.

Asimismo, se reproducen tanto sexual como asexualmente. Las perturbadoras manchas blancas usualmente aparece en las hojas de la parte inferior de la planta.

Es que allí es están en contacto con la tierra y se forme humedad; luego, se reproduce hacia arriba. Una buena ventilación y un celoso control de la humedad es suficiente para controlar la aparición de oídios.

Qué hacer con las hojas de marihuana

En la naturaleza nada se pierde, todo se transforma.

Las hojas secas que caigan de tu planta, esto igual pasa aunque la riegues todos los días, sirven de follaje en la misma maceta en la que caen.

Preguntarás para qué quieres un follaje, bien, te lo contamos: el follaje protege al sustrato de agentes externos.

Estos pueden ser plagas, insectos, agua de lluvia en exceso y hasta smog.

Además, y más importante, mantiene fresca la temperatura de la tierra cuando el sol se pone intenso.

Uso gastronómico

En los últimos años se ha puesto muy de moda cocinar las hojas de cannabis, sobre todo en tempura, pero no es la única receta disponible.

Puedes aprovechar las hojas que queden del manicurado de tus cogollos para hacer mantequilla, también aceite.

Solo tienes que colocar los restos vegetales junto con una mantequilla comprada en una cacerola a fuego lento.

 Calentar unos 30 minutos removiendo constantemente, evitando que se queme. Luego lo pasas por un colador y ya tienes tu mantequilla cannábica. Solo tienes que guardarla en la nevera o refrigerador una vez que la separes del agua

Cuando compacte podrás utilizarla para los famosos brownies o galletas. O simplemente para untar en una galleta.

Con mantequilla de cannabis puedes realizar otro producto de moda: el té de marihuana, una bebida relajante que proporciona un efecto tranquilizante.

Una solución ideal para estos tiempos de estrés o para soportar algún dolor. Para extraer el THC tienes que calentar una porción de mantequilla u otro tipo de grasa junto con el té.

Del mismo modo, puedes elaborar tu propio aceite de marihuana de manera rápida y sencilla.

Trituras las hojas y llenas con ellos un tarro de cristal. Añades aceite de oliva virgen extra necesario para cubrirlos. Sí, tienes que invertir una pasta aquí.

Lo calientas a 100 grados centígrados durante dos horas (se puede hacer a baño maría). Luego, o dejas tres días a oscuras, removiéndolo varias veces.

Finalmente se cuela y se deposita en un pote esterilizado que se guarda a oscuras. También puedes hacer hachís, metiendo previamente la materia vegetal en el congelador durante 24 horas.

Así, las glándulas de resina se desprenderán con mucha más facilidad, tendrás verdadero polen a tu alcance. Esto es todo lo que podemos contarte acerca de las hojas de marihuana, aunque el universo cannábico es interminable.

Cuéntanos, ¿conoces alguna otra forma de aprovechar tus hojas de marihuana?

Hojas de marihuana como joyas de la diseñadora Jacquie Aiche

La diseñadora de joyas Jacquie Aiche nacida y criada en Los Ángeles lanzó en el 2005 una línea de joyas con la hoja de cannabis como emblema. Desde ese año la hoja de marihuana ha sido siempre un elemento básico para Aiche y ha visto aumentar su popularidad en los últimos años con el crecimiento de la marihuana medicinal y recreativa. El hecho de que Rihanna , Diane Kruger, Kelly Oxford, Kate Mara, Alessandra Ambrosio y Miley Cryrus son sólo algunas de los clientas celebres que lucen sus joyas.

“¿Qué está pasando con el movimiento pro marihuana – es realmente la fiebre verde. He estado alrededor de la cultura del cannabis toda mi vida y soy una ferviente partidaria de la legalización “, dijo Aiche hace años.” Yo soy un producto de Los Ángeles en los años 80 – Estaba constantemente rodeada con mis padres y sus amigos. “

Crecer en las estribaciones en un hogar multicultural (sus padres son egipcios e indios americanos), justo por encima de la infame West Hollywood Chateau Marmont también donde Aiche descubrió su pasión por las piedras naturales que utiliza en muchos de sus diseños.

“No podíamos ir en bici por el barrio, por lo que muchos de mis días los pasaba jugando a excavar las montañas para descubrir piedras, el oro de los tontos. He estado coleccionando rocas desde que era una niña “, dice Aiche.

Piedras preciosas raras, minerales y símbolos espiritualmente poderosos son el foco de la distintiva marca de Jacquie Aiche, pero en su colección Sweet Leaf la belleza se encuentra en la botánica. Hojas de cannabis hechas a mano con oro de 18 y 14 quilates, oro rosa salpicado con diamantes pavé, y el uso de piezas delicadas hace de Aiche su fiel culto a esta afición (también conocida como el # JATribe ) sonrisa.

“Mira, hay una gran cantidad de joyas por ahí con el encanto de la hoja de marihuana, pero siempre nos esforzamos para hacer piezas que son verdaderamente especiales”, dice Aiche. “El símbolo obvio que hace a un montón de gente feliz – y también lo hace el oro y los diamantes.”

Aiche también miró más allá de la naturaleza para inspirarse para sus clientes. Creó una camisa de una mezclilla personalizada estampada con una gigante hoja de marihuana negra para la corresponsal de la Costa Oeste de  High Times, la activista Bianca Barnhill. Las damas pueden buscar un diseño similar en el elegante bolso de piel de serpiente disponible a través de la sala de exposición única y que probablemente sea uno de los bolsos con la hoja de cannabis más lujosos.

“Hay un estereotipo negativo asociado con la cultura de cannabis. Pero es emocionante ver a la marihuana que sea más y más aceptada y estoy orgullosa de ser parte de eso “, dijo Aiche.“Especialmente entre nosotras las mujeres trabajadoras que también difrutamos con ella. Ahora estamos en una escena completamente diferente.

fuente

¿El cannabis estimula tu sistema inmunológico o lo debilita?

¿Es el cannabis bueno para ayudar a combatir enfermedades o lo empeora?

Ha habido investigaciones serias sobre cómo reacciona el cannabis con diferentes partes del cuerpo. Algunas de estas investigaciones buscan comprender cómo el cannabis lleva a cabo sus efectos medicinales. Un aspecto del sistema del cuerpo que ha despertado tales investigaciones es el sistema inmunológico. Muchos se preguntan si el cannabis ayuda o daña el sistema inmunológico. Si eres uno con esta incertidumbre, no te preocupes, has llegado a la fuente correcta. Sigue leyendo mientras arrojamos luz sobre la relación entre el cannabis y el sistema inmunológico y qué esperar de la relación.

Cannabis y sistemas del cuerpo humano

El cannabis es una planta natural especial que contiene cannabinoides, terpenos y flavonoides. Los cannabinoides incrustados en la planta de cannabis le confieren cierta medida de carácter medicinal. Esto ha impulsado el crecimiento de la marihuana medicinal en diferentes regiones del mundo. La marihuana se usa fácilmente para tratar el dolor, las convulsiones, el insomnio, el trastorno del estado de ánimo, etc. Estas características medicinales se deben a la relación del cannabis con diferentes sistemas del cuerpo humano.

El THC, el cannabinoide principal en el cannabis, puede promover su efecto intoxicante como recreativo en la mayoría de los casos. El cannabinoide también es importante para los efectos medicinales en el dolor, las náuseas, el insomnio y la reducción del apetito. El CBD es el segundo cannabinoide más importante, aunque no es intoxicante y su efecto es importante para afecciones como la epilepsia y la ansiedad. Los cannabinoides y otros interactúan con el sistema endocannabinoide en el cuerpo para afectar la mayoría de sus efectos medicinales, ya sea directa o indirectamente. El efecto séquito de estos cannabinoides tiene fuertes efectos sobre el sistema nervioso central, el sistema digestivo, el sistema circulatorio, el sistema respiratorio y el sistema inmunológico.

¿El cannabis ayuda o daña el sistema inmunológico?

El sistema inmunológico es un sistema especializado que se compone de células, sustancias químicas endógenas y órganos que protegen al cuerpo de los patógenos. El sistema evita las infecciones y mantiene la homeostasis dentro del cuerpo para un funcionamiento adecuado. La supresión de las actividades de este sistema, por lo tanto, abre el cuerpo a más infecciones y enfermedades. En la misma línea, mejorar las actividades del sistema también ayudará a proteger más al cuerpo de patógenos e infecciones no deseados.

En primer lugar, hay que decir que hay una investigación limitada sobre el tema de los efectos del cannabis y el sistema inmunológico. Por lo tanto, es necesario que se lleven a cabo más investigaciones sobre el tema. No obstante, tendremos que conformarnos con lo que está disponible ahora y sacar conclusiones de ello. La evidencia disponible actualmente apunta a que el cannabis tiene un efecto supresor sobre el sistema inmunológico. Esto significa que las actividades de los cannabinoides debilitan el sistema inmunológico, lo que hace que el cuerpo sea propenso a infecciones contagiosas. Curiosamente, esta noticia es acogedora para las personas con enfermedades autoinmunes como la miastenia gravis. Sin embargo, las personas con sistemas inmunológicos funcionales podrían no encontrarlo tan reconfortante.

Cómo interactúa el sistema endocannabinoide con el sistema inmunológico

Anteriormente se afirmó que el sistema endocannabinoide (SEC) es un medio importante con el que los cannabinoides afectan a los sistemas del cuerpo humano. Esto es lo mismo para el sistema inmunológico. El SEC actúa como un guardián para el sistema inmunológico con el fin de restringir el desarrollo de respuestas inflamatorias que conducen a enfermedades. Del mismo modo, también juegan un papel importante en la influencia de las funciones de las células del sistema inmunológico. La literatura ha demostrado que el CBD y el THC suprimen el sistema inmunológico a través de los receptores CB1 y CB2. Algunos estudios también han encontrado evidencia de que el THC altera las células inmunes responsables de la actividad antimicrobiana.

Por lo tanto, el efecto del cannabis en el sistema inmunológico se caracteriza por ser inmunomodulador o inmunosupresor. La inmunomodulación tiene que lidiar con cualquier terapia que modula la respuesta del sistema inmunológico. Por lo tanto, los efectos del THC, el CBD y otros cannabinoides en el sistema inmunológico para suprimir sus efectos se describen como inmunosupresores. La actividad supresora en el sistema inmunológico da consumo de cannabis a las personas con un sistema inmunológico desregulado.

El cannabis como inmunosupresor

Hay dos lados del efecto del cannabis como inmunosupresor. Podría ser justo lo que el médico ordenó en algunos casos, mientras que en otros hace más daño que bien. Un estudio en 2003 mostró este efecto cuando se probaron voluntarios sanos para ver el efecto del cannabis en el sistema inmunológico. Se encontraron células antiinflamatorias altas y menos células proinflamatorias en los sistemas de los consumidores de cannabis. Esto significa que los consumidores habituales de cannabis tienen menos células asesinas en sus sistemas inmunológicos. El significado de esto es que los consumidores habituales de cannabis son menos resistentes a la propagación de tumores e infecciones microbianas.

La disección adicional de los resultados del estudio también mostró una relación significativa con el cannabis como inmunosupresor. Hubo una relación dosis-dependiente con efecto en el resultado de los pacientes bajo el estudio. Esto significa que cuanto más largo sea el período de consumo de cannabis, mayor será la actividad supresora del sistema inmunológico. Por lo tanto, los consumidores habituales de cannabis son más propensos a las infecciones microbianas en comparación con los usuarios ocasionales.

Por lo tanto, las personas que viven con quimioterapia podrían no encontrar útil este efecto del cannabis. Su efecto como inmunosupresor significa que hay menos células que combaten las infecciones, lo que es malo a largo plazo. Sin embargo, los pacientes con VIH tienen un caso diferente con el cannabis como inmunosupresor. Los estudios han demostrado que el cannabis ayuda en el manejo del VIH al aumentar el número de células CD4. Estas células se utilizan como marcador para medir la robustez de las células inmunes contra el VIH. El cannabis también ayuda a reducir la carga viral con promueve el mantenimiento de los pacientes con VIH.

En conclusión

El cannabis tiene un efecto especial sobre el sistema inmunológico y la naturaleza de este efecto es supresora. Este efecto inmunosupresor es importante para los pacientes con enfermedades autoinmunes. Sin embargo, es menos útil para los pacientes con sistemas inmunes funcionales. Esto se debe a que tales sistemas funcionales son importantes para reducir las posibilidades de infecciones microbianas. Tampoco son útiles para los pacientes bajo quimioterapia, ya que reducen aún más el número de células que combaten las infecciones.

Fuente

10 variedades de cogollos morados o púrpuras que no te puedes perder

En cualquier cultivo de cannabis, no hay variedad más elegante y llamativa que aquella que produce cogollos morados o púrpuras. Este color se debe a la herencia genética de alguno de sus ancestros que posee ese rasgo. Cierto es que con temperaturas frías o suaves, o grandes diferencias térmicas entre la noche y el día, muchas variedades muestran unos preciosos tonos oscuros. Pero en este caso hablamos de un aspecto genético que se mostrará en cualquier circunstancia de cultivo. En nuestro Top 10 de hoy descubrirás 10 variedades de cogollos morados que a cualquier cultivador le enamorarán.

Pakistan Chitral Kush de cogollos morados

Es una de las variedades moradas más hermosas. Se trata de una índica pakistaní pura desarrollada por Cannabiogen. También la podemos encontrar en ACE Seeds, procediendo ambas de la misma línea. Se trata de una clásica índica hashplant, típica variedad productora de hachís. No todos los fenotipos son morados, pues también existe un fenotipo verde. El morado no es el más productivo, pero si mucho más sabroso que el verde, como a yogur de frutas del bosque.

Purple Kush

Es una de las más bellas variedades de Kannabia Seeds. Se trata de un híbrido con un 75% de dominancia índica desarrollado mediante la combinación de una poderosa madre Black Domina, y un precioso clon Purple Kush del que hereda sus cogollos morados. Es una planta de fácil cultivo tanto en interior como en exterior, resistente y floración rápida. Además cuenta con una gran producción de resinosa y un delicioso sabor afrutado y muy dulce.

Purple Haze

Es una de las genéticas purple más famosas. Se dice que el mismísimo Jimi Hendrix le dedicó una canción, aunque es algo muy discutible. Se trata del fenotipo más Punto Rojo colombiano de la Haze, la sativa por excelencia desarrollada entre finales de los 60 y principios de los 70. Es una variedad para cultivadores pacientes y climas cálidos. Su período de floración de 16 semanas no es apropiado para todos los climas. Su sabor es el clásico de la Haze, algo más afrutada. Los efectos, típico de las mejores sativas, muy psicoactivo y casi psicodélico.

Purple #1

Es una joya del banco holandés Dutch Passion. Se trata de un híbrido índica/sativa que tiene sus orígenes en los años 80. Fue desarrollada pensando en el cultivo en exterior en un clima como el holandés. Pero también es apropiada para interiores por su facilidad de cultivo. Sus cogollos grandes y están cubiertos de grandes tricomas, siendo una variedad apropiada para extracciones. En su punto óptimo de maduración, los cogollos adquieren un precioso color morado.

Purple Bud

Su nombre “cogollo púrpura” no engaña. Se trata híbrido con gran dominancia índica de White Label, filial de Sensi Seeds. Es el fruto de la combinación de genéticas afganas de la talla de Hindu Kush y Purple Kush americana. El resultado es una planta que produce unos enormes y alargados cogollos morados cargados de resina, de deliciosos aromas a hash afgano. Los efectos como no podía ser de otro modo, son narcóticos y relajantes, para disfrutar al final del día.

Mendocino Purple Kush

Se trata de una combinación entre dos míticas variedades traídas desde Canadá por el banco de semillas Medical Seeds. Por un lado Mendocino Purple (también conocida como Purps o Mendo Purps) originaria de Mendocino en el condado de Humboldt, California. Y por otro una poderosa Purple Kush, famosa por sus potentes efectos y los tonos púrpuras que adquieren sus cogollos y se heredan en esta variedad.

Violeta

Es un híbrido F1 resultado del cruce de dos variedades de cogollos morados de ACE Seeds. Por un lado la sativa Purple Malawi. Y por otro Pakistan Chitral Kush índica. Pese a sus genes sativa, tiene un período de floración rápido, lo que la hace apropiada para prácticamente cualquier clima. Es una variedad que no sólo deslumbra por el color morado de sus cogollos, sino también por la gran concentración de resina y un espectacular sabor balsámico y a frutas rojas. Además sus efectos son muy equilibrados entre lo físico y lo cerebral.

Red Purps

Se trata de una de las variedades más bellas del banco de semillas holandés Female Seeds. Es una planta con predominancia índica y gran adaptación al cultivo exterior. Su origen lo mantienen en secreto sus creadores, aunque se puede apreciar que contiene genes Skunk y Purple Haze. Es una variedad de floración muy  rápida, además de resistente en cualquier tipo de clima. Produce unos preciosos y resinosos cogollos morados y púrpuras que sin duda la hará una de las reinas del jardín.

Red Hot Cookies

Es una variedad presentada hace unos meses por Sweet Seeds. Se trata del resultado de cruzar un clon seleccionado de Tropicanna Cookies (Girl Scout Cookies x Tangie), y otro clon seleccionado de Tangie. Aproximadamente el 60% de los ejemplares presentan preciosos cogollos morados, que suelen aparecen en las últimas semanas de floración. También destaca su imponente aroma y sabor, dulce y con marcados toques a mandarina y mango, además de pinceladas a frutos del bosque.

Deep Candy

Es una de las últimas novedades del legendario banco Greenhouse. Se trata de una variedad con alto contenido en CBD. El contenido en cannabidiol es del 13%, mientras que el THC varía del 0,3 a 0,5%. No posee efectos psicoactivos, pero sí muy terapéuticos. Los cogollos son muy resinosos y poseen un aroma y sabor espectacular, muy dulce y azucarado, como una tienda de golosinas. Hacia final de floración adquiere unos colores que pueden ir desde el rojo al azul oscuro.

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Cómo conservar la marihuana durante mucho tiempo

Usualmente, tras un cuidadoso secado y un largo curado realizado con todo el cariño del mundo, pasamos a almacenar nuestro cannabis de la mejor forma que podemos, que suele ser en cajas de madera o botes de cristal con tapa hermética. También existen otros tipos de almacenaje, como botes de cartón parafinado estilo “americano” o tarros con tapa a presión. Todos ellos fallan para el almacenaje a largo plazo.

Muy buenas de nuevo… Las cosechas terminaron, y aquellos que cultivan en exterior para todo el año se encontrarán con el problema de siempre: “¿Cómo conservo mejor todo esto?, ¿Congelo, la meto en botes?” En fin, pues aquí vamos otra vez, en este caso con unas ideas súper económicas para la conservación a largo plazo que hará las delicias de aquellos cannabicultores que por suerte, al poder plantar en exterior o invernadero, obtienen cosechas monstruosas, susceptibles de durar más de un año.

Como decíamos en la introducción, existen multitud de medios de almacenaje aparentemente válidos, pero cuando la cosecha dura más de unos meses, en muchos casos la sorpresa desagradable suele venir al abrir los últimos botes o cajas, pues esperamos el “summum” de aromas y sabores, además de una potencia psicoactiva “inimaginable” capaz de tumbar al más experimentado fumador, y sin embargo nos encontramos con un material de sabor y olor más o menos neutro, tendente a desagradable, mientras que el colocón que proporciona suele ser más bien “pesadote” además de corto, necesitando fumar todo el rato para sentirse “colocado”. La desilusión nos llena mientras nos preguntamos qué ha podido fallar, cuando hace sólo unos meses esos mismos cogollos se hallaban en su máximo esplendor de aromas y psicoactividad.

Dejando aparte otros factores como la exposición a la luz o a altas o muy bajas temperaturas, y partiendo de la base de que el secado y el curado se han realizado de acuerdo con las normas básicas para estos menesteres, sólo queda un factor que haya podido producir esa lenta pero segura degeneración: la oxidación continua por presencia de oxígeno.

El Almacenaje

En el proceso de curado, llega un punto en el cual el material está en el punto ideal tanto a nivel organoléptico como de colocón. Es ahí donde acaba el curado, siendo nuestro objetivo a partir de ese momento mantener la hierba en un estado de “suspensión” por decirlo de alguna manera, de forma que mantenga esas características el mayor tiempo posible sin cambios apreciables.

Para conseguirlo, deberíamos desalojar la mayor cantidad de oxígeno posible del recipiente de almacenamiento, siendo los botes de cristal con tapa hermética de rosca los ideales para este menester. Una primera medida sería aprovechar al máximo el espacio disponible en el bote, colocando los cogollos de forma que quede el menor espacio posible entre ellos, pues estos huecos contienen aire y por ende, oxígeno. Debemos apretar los cogollos lo justo para que rellenen bien el bote pero sin forzarlos ya que perderíamos resina (tricomas), aunque siempre queda en el bote, o podríamos partirlos estropeando su presencia si van a ser presentados a algún concurso o copa cannábica.

Una vez lleno el bote, normalmente pasamos a cerrarlo sin más para después almacenarlo en algún lugar oscuro, fresco y seco. El poco oxígeno contenido se consumirá al poco tiempo produciendo las últimas reacciones químicas en la hierba y dejando ésta en un estado bastante estático. Lo que sucede es que nadie o casi nadie es capaz de dejar los botes tranquilos hasta la hora de consumir lo que se encuentra en su interior, abriéndolos a veces para catar un cogollo o simplemente para olerlos o enseñárselos a algún amigo. En ese momento vuelve a entrar aire con su carga oxidativa de oxígeno, degenerando sobre todo los agentes aromáticos y con el tiempo también los psicoactivos. También se da el caso de que las tapas de los botes no cierran o ajustan perfectamente, con lo que se produce un pequeño pero continuo intercambio gaseoso de consecuencias poco agradables con el paso del tiempo.

Por supuesto, lo ideal sería desalojar del bote todo lo que no sea “material fumable”, y se puede conseguir a base de introducir algún gas inerte como el argón o el dióxido de carbono. Este último se puede conseguir de forma relativamente fácil en forma de bombonas de relleno para chalecos salvavidas o para pistolas de gas. El inconveniente de su uso, así como el de otros gases inertes, si no se dispone del material adecuado es su manejabilidad, pues llenar el bote deCo2 desde las bombonas y después cerrarlo puede llegar a convertirse en un verdadero ejercicio de malabarismo. Por supuesto, ni vamos a hablar del coste económico que puede representar.

El Vacío

Una solución alternativa y muy eficiente son los recipientes al vacío, ya sean bolsas o botes, pues sacan prácticamente todo el aire del interior del recipiente y disponen de sistemas de cierre seguros que garantizan la vacuidad durante largos periodos de tiempo, siendo más eficientes los botes, pues las bolsas tienden a aplastar el material al realizarse el vacío. Por desgracia, los sistemas comerciales a la venta no

son muy asequibles para el cultivador medio, pues suelen superar los 300 euros, además de utilizar recipientes exclusivos, con lo que el gasto se incrementa al tener que estar adquiriendo estos de forma más o menos continuada.

Es por ello por lo que vamos a explicar un sistema para conservar relativamente sencillo y barato y que nos permitirá tener un sistema casero de vacío que si se realiza correctamente puede ser tan eficiente como los comerciales. Así, vamos a explicar los dos sistemas, bolsa y bote de cristal. Ambos son económicos aunque el primero precisa de una pequeña inversión y utilizan el mismo principio básico: una válvula antirretorno.

Este tipo de válvulas se pueden encontrar en diversos formatos, ya sea de una, dos, tres vías o más. Para nuestros fines utilizaremos las de una vía para bolsas y las de tres vías para botes, aunque se puede usar también las de una. Una válvula antirretorno es como su nombre indica, un dispositivo que sólo permite el paso de fluidos o gases en una sola dirección, lo que nos permitirá asegurar que no volverá a entrar aire una vez lo hayamos sacado.

La Bolsa con Válvula

Para el sistema de bolsas lo más sencillo es utilizar bolsas de sonda de orina que se encuentran en todas las farmacias. Vienen con su cánula y su válvula antirretorno ya selladas y su coste es de unos 5 euros / 15 bolsas, dependiendo de la farmacia. Para este sistema, deberemos adquirir también una termoselladora, disponibles en tiendas de electrodomésticos, grandes superficies y comercios de suministros para hostelería. Su precio puede oscilar alrededor de los 100 euros, pero hemos de tener en cuenta que la amortizaremos rápidamente con el ahorro que tendremos en la adquisición de bolsas y bolsitas, pues las fabricaremos nosotros mismos.

Volviendo al tema que nos ocupa, el sistema es extremadamente sencillo: cogemos la bolsa y realizamos un corte en su parte inferior por donde introduciremos el material curado o cualquier otra cosa a conservar, teniendo en cuenta que no debemos llenar más de dos terceras partes de la bolsa para que quede plástico suficiente y no se aplasten los cogollos. A continuación sellaremos el corte con la termoselladora. En este punto tenemos el material conservado herméticamente, pues la cánula de la bolsa trae un tapón que impide la circulación de gases. Ahora procederemos a la extracción del aire. Hemos de tener en cuenta que el funcionamiento de la válvula de estas sondas es por equilibrio de presión de una forma parecida a las válvulas de los colchones hinchables, por lo que deberemos presionar con firmeza la punta de la cánula que se encuentra dentro de la bolsa al tiempo que aspiramos por la otra punta (se recomienda una jeringuilla grande). De esta forma vamos extrayendo el aire poco a poco, mientras observamos como la bolsa se va aplastando. Una vez alcanzado el punto óptimo, pondremos el tapón a la cánula y pasaremos a almacenar la bolsa.

Para el segundo sistema, hemos de utilizar botes cuya tapa sea de “rosca real” y no los típicos cuya tapa sólo tiene unos “dientes” que engarzan en el cristal con no más de media vuelta. Si las tapas roscan al menos tres vueltas, garantizamos un hermetismo lo suficientemente alto como para conservar nuestra cosecha dos años o más.

Las válvulas de tres vías tienen forma de “Y” griega, y sólo permiten la circulación en un sentido. También se encuentran en farmacias, y suelen ser utilizadas en goteros y para coger vías con catéter.

Haremos un agujero de un diámetro similar al grosor del extremo vertical de la válvula, introduciremos ésta y sellaremos por fuera con silicona o cualquier otro producto adhesivo muy resistente.

Ya tenemos la tapa con “válvula de vacío”. Ahora sólo queda llenar el bote, enroscar bien la tapa y aspirar el aire a través de la parte superior de la válvula que lo permite hasta que no podamos tirar del émbolo de la jeringuilla, señal de que no queda aire. A continuación, cerramos el otro extremo con el dispositivo de que dispone la válvula a tal efecto.

Conclusión.

Como veis, con este truko se dispone de un sistema de conservación al vacío semiprofesional y reutilizable, ya que podéis abrir los botes o bolsas y después volver a extraer el aire. El sistema se puede utilizar, por supuesto, para la conservación de cualquier tipo de sustancia orgánica sólida o líquida susceptible de entrar en procesos degenerativos por la acción de oxígeno contenido en el aire.

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Cómo hacer limonada con infusión de cannabis para esos calurosos días de verano

¿Puedes agregar hierba a la limonada y hacer que sepa bien?

El verano pronto estará aquí y con él vienen los cambios en el clima, la moda y la nutrición. Una cifra constante que ayuda a muchos a lidiar con el calor del verano es la limonada fría. Una limonada adecuada te ayuda a olvidar todos los problemas de un caluroso día de verano. ¿Eres consciente de que puedes condimentar tu limonada haciendo lo que llamamos un «cann-o-nade»? Esto es simplemente una limonada de cannabis y te sorprenderá lo fácil que puede ser hacer esto en tu hogar. Sigue leyendo mientras exploramos las mejores maneras de hacer limonada de cannabis.

Limonada de cannabis

Atrás quedaron los días en que a las personas se les prohibía usar cannabis en cualquier forma, ya que hay muchas regiones con leyes legales para el uso adulto de cannabis. Esto ha ayudado a muchos entusiastas del cannabis a ser creativos con la forma en que usan el cannabis. Esto dio origen a muchos productos de cannabis y, lo que es más importante, a diferentes formas de comestibles y recetas de cannabis. Desde gomitas hasta alimentos y bebidas infundidos, el cannabis se está convirtiendo lentamente en una característica común para diferentes recetas. Los últimos entusiastas han ideado limonada con infusión de cannabis o «cann-o-nade», como lo llaman.

La limonada de cannabis es un nuevo comestible creativo que cumple la misma función que una limonada normal y más. Puede ayudar fácilmente a saciar la sed y la sequedad en una calurosa tarde de verano. Su efecto psicoactivo también puede ser energizante mientras uno se siente agotado y vacío. Al igual que las bebidas alcohólicas, la limonada de cannabis tiene una larga duración de acción que puede ser de hasta tres o cuatro horas. Esto significa que se puede confiar en sus efectos durante una buena duración de la tarde durante los días calurosos, junto con el hecho de que tarda unos 45 minutos en activarse.

Cómo hacer limonada de cannabis

Se pueden utilizar dos métodos para hacer limonada de cannabis. El primer método implica el uso de una tintura de cannabis, mientras que el segundo método implica el uso de un sirope de cannabis. Analizaremos ambos métodos, ya que tiene el lujo de elegir lo que encuentre agradable y aplicable.

Método de tintura de cannabis

Una tintura de cannabis es un concentrado de cannabis hecho remojando la planta de cannabis en alcohol para extraer los cannabinoides. Esta tintura se utiliza para hacer limonada y otros alimentos y bebidas infundidos. Primero, aquí están los ingredientes necesarios para hacer una tintura de cannabis.

  • Cannabis: 3 a 4 g de cogollos o de 8 a 10 g de hojas
  • 90% de alcohol puro
  • Colador
  • Batidora
  • Embudo
  • Frasco pequeño con tapa
  • Estameña
  • Vaso graduado
  • Botella de vidrio tintado

Una vez reunidos estos ingredientes, el primer paso será descarboxilar el cannabis. El propósito de esto es activar los cannabinoides y hacerlos activos en los alimentos o bebidas infundidos. Esto se hace haciendo que los cogollos u hojas de cannabis alcancen una temperatura de 115 grados centígrados durante 30 a 35 minutos. El cannabis descarboxilado se puede colocar dentro del frasco pequeño y llenar con 50 ml de alcohol puro. Cubra el frasco con su tapa y agítelo para mezclar sus componentes correctamente. Esto ayudará a la extracción de los cannabinoides por el alcohol y acelerará su proceso.

Deje que la mezcla permanezca durante 5 días para asegurarse de que los cannabinoides se extraigan por completo. A continuación, puede colar el contenido de la mezcla sobre la taza medidora. La gasa se puede usar para garantizar que la materia vegetal no entre en la taza medidora. El embudo se utiliza para transferir el producto final a los frascos de medicamentos.

Cómo hacer limonada de cannabis con una tintura de cannabis

Ingredientes

  • 1.5l agua fría
  • Tintura de cannabis
  • 450ml de zumo de limón
  • Azúcar
  • Juguera
  • Cántaro
  • Vaso graduado

Paso 1

Vierta el jugo de limón en la jarra y si está usando limones, use un exprimidor para exprimir su contenido. Asegúrese de que no haya semillas presentes en el jugo de limón, pero la pulpa puede estar en él si lo desea.

Paso 2

Agregue azúcar al jugo de limón. Puede usar un par de cucharadas de azúcar si la mezcla parece ser demasiado agria. Si además te das cuenta de que es demasiado dulce, puedes añadir más zumo de limón y una pizca de sal.

Paso 3

Añade unas gotas de tintura de cannabis a la mezcla. Es por eso que almacenamos la tintura de cannabis en frascos de medicamentos para una dosificación exacta. Deja que la mezcla se enfríe en la nevera durante tres horas, después de lo cual podrás disfrutar de tu limonada de cannabis.

Método del sirope de cannabis

Primero, haces el sirope de cannabis antes de usar el sirope preparado para hacer una limonada de cannabis. Los ingredientes utilizados para el sirope de cannabis incluyen;

  • 3 tazas de agua filtrada
  • Azúcar granulada
  • 2 cucharadas de glicerina vegetal
  • 2 gramos de cannabis
  • Cacerola
  • Frasco pequeño con tapa
  • Estameña
  • Colador

Ponga el agua y el azúcar granulado en la cacerola y hierva para que el azúcar se disuelva. Después, agregue el cannabis para descarboxilarlo, ya que esta es la única forma de que los cannabinoides estén activos en la bebida infundida. Hervir el contenido lentamente para no dañar el THC. Continúe hirviendo durante 20 minutos para permitir la incorporación adecuada de todos los componentes.

Reduzca el fuego para permitir que hierva a fuego lento y luego agregue glicerina. Revuelva ocasionalmente mientras deja que la mezcla hierva a fuego lento durante 5 minutos. Retira el fuego y deja que la mezcla se enfríe. Use una gasa para colar el contenido de la cacerola para eliminar la materia vegetal no deseada.

Cómo hacer limonada de cannabis con sirope de cannabis

Ingredientes

  • 1.5l agua fría
  • Sirope de cannabis
  • 450ml de zumo de limón
  • Azúcar
  • Juguera
  • Cántaro
  • Vaso graduado

Paso 1

Vierta el jugo de limón en la jarra y si está usando limones, use un exprimidor para exprimir su contenido. Asegúrese de que no haya semillas presentes en el jugo de limón, pero la pulpa puede estar en él si lo desea. Agregue agua para mezclar bien.

Paso 2

Agregue azúcar al jugo de limón. Puede usar un par de cucharadas de azúcar si la mezcla parece ser demasiado agria. Si además te das cuenta de que es demasiado dulce, puedes añadir más zumo de limón y una pizca de sal. Recuerda que el sirope de cannabis que se añadirá también es dulce así que procura tener cuidado con el azúcar.

Paso 3

Añadir el sirope de cannabis. Mezclar o mezclar bien y refrigerar.

En conclusión

Con cualquiera de estos dos métodos, puedes preparar tu limonada de cannabis en poco tiempo.

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Galletas de cannabis, coco y chocolate, hazlas tú mismo

En nuestro post de hoy te proponemos unas deliciosas galletas de cannabis, chocolate y coco. Una receta muy sencilla con la que te chuparás los dedos y disfrutarás de los efectos de la marihuana.

Ingredientes galletas de cannabis, coco y chocolate

  • 2 claras de huevo
  • 100 gramos de azúcar glass
  • 100 gramos de mantequilla cannábica o cannabutter
  • 60 gramos de coco rallado + un poco para decorar.
  • 70 gramos de harina
  • 1 tableta de chocolate (puede ser chocolate para repostería o chocolate con leche según los gustos)

Preparación galletas de cannabis, coco y chocolate

Comenzamos como siempre integrando la marihuana en uno de los ingredientes grasos de la receta. En este caso contamos con mantequilla, así que lo primero será hacer una mantequilla de cannabis.

Para ello ponemos un cazo a fuego bajo y añadimos unos 125 gramos de mantequilla. Una vez se haya derretido, añadimos 5 gramos de cogollos triturados y dejamos cocinar durante unos 20 minutos.

Los cannabinoides de la marihuana no sólo se integrarán en la mantequilla al ser liposolubles, sino que se producirá la descarboxilación.

La descarboxilación es un proceso químico que convierte el THCA que no es psicoactivo, en THC que si que es psicoactivo.

Durante este tiempo iremos removiendo para que no se nos queme. Sino las galletas tendrían un sabor algo desagradable, lejos de lo que queremos conseguir.

Pasados los 20 minutos, retiramos la mantequilla del fuego. La colamos usando un filtro de café o un colador fino para eliminar la materia vegetal del cogollo, y dejamos que vaya enfriando a temperatura ambiente.

Continuamos separando las claras de las yemas de los dos huevos. Las yemas las guardamos pues no nos hacen falta, las puedes usar otro día en una tortilla, por ejemplo.

A las claras les añadimos una pizca de sal y las batimos hasta el punto de nieve. Sabrás que están listas cuando le des la vuelta al recipiente donde las has batido y no se caen. Y también reservamos de momento.

Con la mantequilla cannábica ya a temperatura ambiente y con una textura de pomada ligera, le añadimos el azúcar glasseado y removemos bien hasta conseguir una crema homogénea.

Después añadimos sobre esta crema la harina tamizada, es decir pasada por un colador. De este modo queda una masa más ligera y sin grumos.

También añadimos el coco rayado, guardando un poco para la decoración fina. Y mezclamos todo bien hasta integrar perfectamente todos los ingredientes.

Para terminar, añadimos la clara montada a punto de nieve, y mezclamos muy lentamente, de abajo a arriba en movimientos envolventes.

No queremos que las pequeñas burbujas de aire de las claras montadas exploten y la masa pierda esponjosidad. Es buen momento para encender el horno y que vaya precalentando a 115-120ºC.

Sobre una bandeja de horno colocamos un papel sulfurizado que untaremos con mantequilla. Y vamos poniendo encima nuestras galletas.

Para ello o bien podemos usar una manga pastelera, o un par de cucharas. Con una cogemos la masa y con la otra nos ayudamos para dejarla sobre el papel de horno.

Usa poca masa para cada galleta, ya que tiende a expandirse bastante y te pueden salir enormes. Haz primero unas pruebas con diferentes tamaños y grosor y hornéalas para ver cómo te quedan mejor.

Cuando las galletas estén doraditas por los bordes, las retiramos y dejamos a enfriar. Horneamos así todas las galletas que nos queden. Si nos pasamos, quedarán muy duras y secas.

Y ya para finalizar,  fundimos el chocolate al baño maría. También puedes hacerlo en el microondas con intervalos de unos 10 segundos hasta que esté perfectamente fundido.

Con el chocolate fundido y a una temperatura media, bañamos las galletas y las vamos dejando sobre un papel sulfurado para que cuando el chocolate se enfríe no se quede pegado.

Antes, espolvoreamos un poco de coco rallado por encima a cada una de ellas. Una vez enfríen, ya se pueden disfrutar de estas deliciosas galletas de cannabis, coco y chocolate.

Recomendaciones

El cannabis ingerido tiene unos efectos retardados. Lo habitual, es que hasta pasada una hora no comiencen a apreciarse.

Es por ello que conviene ser prudente tanto en las dosis, como en el tiempo de espera antes de ingerir más. Es fácil pasarse sin ser consciente, y los efectos posteriores pueden llegar a ser muy desagradables.

Con los 5 gramos de cannabis que proponemos en esta receta de galletas de cannabis, coco y chocolate se podrán obtener unas 20 galletas con unos 0,25 gramos de cannabis cada una.

Es una cantidad más que prudente con la que se conseguirán unos efectos medios (siempre dependiendo de la persona). Con un poco de experiencia cada uno podrá encontrar su dosis perfecta.

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Autor: Bruno