La imaginación es un proceso superior que permite crear representaciones mentales en el plano de los sentidos pero en ausencia de estímulos externos.
Por Javier Diz Casal
La imaginación opera en torno a los recuerdos almacenados en nuestra memoria y hace posible percibir elementos sensoriales que no se encuentran presentes. Desde las reflexiones filosóficas remotas hasta los primeros estudios científicos en torno a la imaginación, desde la psicología experimental y la neurociencia, se la ha venido estudiando.
No obstante, la visión social y humanista sobre este fenómeno que creemos puramente humano resulta fundamental para entender la poesía, el arte e incluso la ontología. El desarrollo de los procesos psicológicos superiores está profundamente relacionado con los elementos culturales y las interacciones sociales presentes en el desarrollo vital de las personas. Por lo que se puede entender que la imaginación albergará elementos personales y sociales, asó como culturales y comunes a las personas que forman un grupo. El material del que se compone esta información y con la cual opera puede ser denominado material mnémico en referencia a la información de la memoria. La imaginación es sensorial y habitualmente utiliza varios de los sentidos. Así, por ejemplo, un músico tendrá una imaginación auditiva muy desarrollada. Esto es lo que les debía de suceder a los grandes genios musicales que podían imaginar en su cabeza conciertos enteros de varios instrumentos o el caso de Beethoven del cual se dice que podía escuchar la música a pesar de su sordera:
“…Debes saber que mi facultad más alta, mi oído, se ha visto grandemente deteriorada…”, «…Por supuesto que estoy resuelto a elevarme por sobre cualquier obstáculo, pero ¿Cómo será eso posible?…”[1]
La imaginación se va a ver determinada por la complejidad del pensamiento humano, los valores personales, el momento histórico, la cultura, la educación y la exposición a determinadas variables y vivencias personales. En muchas ocasiones la imaginación en colaboración con la memoria, hacen posible el reconocimiento de objetos incompletos o de personas que han cambiado su corte de pelo.
La imaginación ha sido denostada a lo largo de la historia en lo referente al estudio de los procesos superiores humanos como la cognición, la percepción o la memoria. Han sido varias las expresiones utilizadas para referirse a la imaginación que denotan esta percepción peyorativa en ella: “la imaginación es la loca de la casa”, “La maestra de errores”, “la infancia del hombre”. No obstante, puede resultar interesante tomar a la imaginación como “una capacidad cognoscitiva básica sin la cual el ser humano difícilmente sería lo que es y a lo imaginario como elemento ontológico susceptible de ser definido desde una esfera epistemológica” (Diz y Braña, 2014).[2]
Parece imposible no reconocer ese carácter social y humano de la imaginación desde el cual realizar reflexiones en relación a lo imaginario. El carácter proyectivo de la imaginación impulsa a esta a definir, desde un punto de vista objetivo e interior, los objetos que nos rodean. En muchas ocasiones la imaginación es lo que completa el sentido vital, acomodando lo deseado a lo real, por lo que es posible definirla como un elemento adaptativo que nos ayuda a relacionar de manera satisfactoria (dependiendo de las emociones) lo real y lo deseado. Las ideas de Gaston Bachelard (1884-1962) sobre lo imaginario están cargadas de representaciones simbólicas remotas y “elementales”, haciendo referencia al gran contenido simbólico que poseen los cuatro elementos y a su relación con símbolos primigenios y colectivos. Otro autor que versa sobre la imaginación es Gilbert Durand en su obra “Las estructuras antropológicas de lo imaginario”.
El Premio Nobel de literatura George Bernard Shaw, considera que la imaginación supone una fuerza creadora y fundamental: “Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él.” De esta manera, se puede entender la importancia de la imaginación ya que toda realización práctica ha sido otrora irreal, “un castillo en el aire, un sueño manado del logos (en tanto que gran unidad de la realidad), del pathos (en tanto que sentimientos y estado del alma) y del ethos (en tanto que elementos definitorios de lo social y conductas aceptadas como patrón de comportamiento real)”[3].
El cannabis modifica la percepción de los fenómenos que vivenciamos. Bajo los efectos del cannabis nuestros sentidos se ven alterados y puesto que la imaginación opera constantemente junto con la percepción también la imaginación se verá modificada en tanto que provenga de la percepción y en cuanto a su propio mecanismo o funcionamiento.
El cannabis aporta, en muchas ocasiones, una facilidad para ponerse en contacto con el mundo interior, es habitual tener un gran número de imágenes mentales fluyendo por la mente cuando uno se encuentra bajo los efectos del cánnabis. Pese a lo que muchas veces se cree en torno a los efectos del cánnabis en cuanto a que es una sustancia que te atonta y hace que pienses más despacio por así decirlo, personalmente pienso que nada más lejos de la realidad. El cannabis favorece la imaginación, la intensifica en muchos casos y promueve la activación de esta.
El cannabis a diferencia de otras sustancias con principios activos como la salvinorina, la psilocibina, la mescalina o el ácido lisérgico no es tan potente y no ofrece alucinaciones sensoriales tan completas. No obstante, la alucinación es solamente un aspecto de la imaginación. La imaginación también actúa a un nivel mnémico utilizando la información de la memoria y creando ideas que antes no estaban ahí.
En muchas ocasiones, el cannabis hace que percibamos determinadas realidades de una manera completamente diferente. Algo que de una u otra forma está albergado en nuestra memoria ya no es utilizado de la misma manera por nuestra cognición. Los procesos asociativos que tienen relación con el consumo de alguna droga en particular suelen ser menospreciados y muy habitualmente tomados como procesos patológicos, erróneos y descalificados por estar mediados por una sustancia. Las alucinaciones, como dije antes, son representaciones de la imaginación y en la práctica totalidad de las situaciones se perciben como elementos negativos que reflejan problemas cognitivos y conductuales, pero ¿qué sería de la genialidad de Frederic Chopin sin esa suerte de ensoñaciones alucinatorias de las que se dice conferían un carácter especial a su música; de Lewis Carroll con sus peculiares alusiones a diferentes sustancias activas a través del viaje de Alicia; o de Sigmund Freud, de Francis Crick, Paul Erdös, Steve Jobs, Carl Sagan, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William S. Burroughs y tantos otros?
Podría ser que las drogas en general y el cannabis en especial evocasen elementos primigenios y remotos comunes a un principio que comienza en los albores del género humano y quizá más allá. No obstante, no parece demasiado justo afirmar que lo que mana de la imaginación de alguien cuando se encuentra bajo los efectos del cannabis no sea algo personal o propio y genuino. La imaginación, aun cuando los procesos asociativos de esta se vean influidos por los principios activos del cannabis, va a manar de lo personal, de lo que nos forma, de nuestra memoria, de nuestra cultura y difícilmente se puede entender un planteamiento que sugiera que dicha imaginación (como elemento imaginado) proceda de la sustancia en sí.
“La imaginación es a la ontología lo que el agua es a la vida.”
[1]Carta de Beethoven a Kart Amenda, fechada el 1º de Julio de 1801.
[2]“Un paseo por lo imaginario: Antología de los imaginarios sociales”
Si eres de esas personas que le gusta informarse antes de experimentar cualquier cosa, aquí tienes una guía sobre cómo fumar marihuana en 10 pasos.
Cabe la posibilidad de que seas mayor de edad y que tus amigos te conviden porro pero no te animes a consumir.
No debes tener miedo y, como ocurre con todo consumo, si se hace con responsabilidad y en forma medida, terminará siendo una grata experiencia.
Es por eso que aquí te compartimos 10 pasos sobre cómo fumar marihuana, para que evites sobresaltos.
1. Cómo fumar marihuana
Existen numerosas formas de consumir marihuana y cada una garantiza una experiencia particular y diferente de la otra.
Sin dudas, la opción más popular es el famoso porro, es decir, un poco de picadura de hierba enrollada en un pequeño papel de arroz.
Una vez logrado ese cilindro, al que algunos le fabrican un pequeño filtro de cartón, la práctica es igual a la de un cigarro de tabaco común, que se enciende por un extremo y se fuma del otro.
Antes de la pandemia de covid-19 era el método ideal para compartir, sólo era necesario armar una ronda y ponerse a hablar.
Pero, a partir de 2020, los usuarios empezaron a armarse sus propios porros y no quedar expuesto a un posible contagio.
Sin embargo, sigue siendo la forma más popular de todas, y es por eso que encabeza esta guía de 10 pasos sobre cómo fumar marihuana.
En esa categoría podemos encontrar tres tipos distintos: joints, spliff, y blunts pero, ¿cuál es la diferencia entre ellos?, ¿no son todos lo mismo solo que con nombres diferentes?
En algo se parecen: todos ellos son nombres para cigarrillos de marihuana enrollados, pero cada uno posee un conjunto único de características que ayuda a distinguirlos.
El joint es, quizás, la forma más común en que se presenta la marihuana.
Ese sí es el típico porro: marihuana picada distribuida a lo largo de una hojilla de papel de arroz y enrollada.
Es la forma más popular a lo largo de toda América, con poderosos efectos psicoactivos y de combustión rápida.
Aunque no es la forma indicada para sacar el máximo provecho a tu hierba.
2. Cómo hacer aceite de marihuana para fumar
El aceite de marihuana es la presentación comprimida más popular, sobre todo en los últimos años y ante la explosión del uso terapéutico de la hierba.
Es que el cannabidiol (CBD) se ha convertido en la estrella de los tratamientos alternativos, y el aceite es la primera forma en que se ha comercializado.
Sólo necesitas cinco gramos de cogollos de cannabis, 500 ml de aceite de oliva virgen extra, un recipiente de vidrio con tapa, un cazo o cacerola, un termómetro de cocina, filtros de café y pequeños botes o frascos de vidrio con gotero.
Para prepararlo comienzas vertiendo en el cazo el aceite de oliva y triturando los cogollos para añadirlos al aceite.
Luego pones el cazo a fuego suave sin olvidar controlar la temperatura, ya que con temperaturas superiores a 150º los cannabinoides pueden evaporarse.
Lo ideal es trabajar con temperaturas ligeramente por debajo de 100 grados, puedes valerte del termómetro para lograr esto.
Los cogollos debes “cocinarlos” durante aproximadamente una hora y, pasado este tiempo, los cannabinoides se habrán integrado perfectamente en el aceite.
Ahora sí puedes retirar del fuego y, con el aceite aún caliente, debes colar en un recipiente usando un filtro de papel de café o un colador muy fino.
De esa manera es como retiramos la materia vegetal sin olvidar presionar sobre el colador para exprimir bien.
Cuando el aceite enfríe, ya puedes pasarlo a los botes de vidrio con gotero, los cuáles puedes conseguir en farmacias o boticas y son muy económicos, además de permitir una buena dosificación.
Si lo que quieres es fumar el aceite, puedes agregar con el gotero al porro que te armes.
Considera que si realizas en aceite con CBD y el cigarro lo armas con una flor con THC predominante lograrás el equilibrio de un Jedi.
3. Cómo fumar marihuana en cachimba
Una cachimba también conocida como shisha, narguile o hookah, es un dispositivo de origen incierto, posiblemente en la India, China o Egipto.
Según los registros, este adminículo data de hace más de 600 años.
Durante la colonización británica se comenzó a exportar a occidente y se hizo muy popular.
Su origen está pegado al del desarrollo y expansión del tabaco por todo Asia.
Y si bien tanto en Persia como en india se fumaba cannabis y opio con anterioridad, el uso de narguiles se habría implementado a partir de la aparición del tabaco.
Se trata de un sistema que permite al humo pasar a través del agua con el fin de ser “purificado”.
A raíz de su popularidad entre los nobles de otrora, el dispositivo para fumar se convirtió pronto en un símbolo de estatus para la aristocracia y la alta burguesía india.
En los últimos años, la inmigración árabe hizo que algunos bares y restaurantes de Sudamérica -sobre todo en Colombia y Brasil- ofrezcan narguiles a sus comensales para la sobremesa.
El narguile se debe cargar con agua y la hierba se coloca en el recipiente que tiene encima de todo, y que por lo general es de cerámica.
Luego, tapas ese recipiente con un filtro y un papel metálico, en el que colocaras los carbones encendidos.
Previamente, habrás instalado la manguera a la parte lateral del poste, asegurándote de que los tapones de siliconas queden bien firmes, para garantizar un cierre hermético.
La construcción y función de un bong es similar a la de un narguile, excepto que es más pequeño y portátil.
Consiste en un recipiente con aire y agua, al que se incorpora un tubo conductor de humo.
Al fumar, dicho tubo guía el aire hacia abajo, por debajo del nivel de agua, donde burbujea hacia arriba durante la aspiración.
4. Cómo consumir marihuana sin fumar
La marihuana es una planta muy versátil y, cuanto más la conocemos, más provecho le sacamos.
Desde hace algunas décadas, los usuarios y usuarias fueron desarrollando múltiples variables para consumir cannabis aunque sin fumarlo.
Te las contamos en esta guía de 10 pasos sobre como fumar marihuana.
Una de las que más se desarrolló en el último tiempo ha sido, sin dudas, la gastronomía con marihuana, desde las hojas al cogollo.
Pero debes de tener cuidado si eliges esta modalidad, dado que la marihuana comestible se metaboliza en el hígado como 11-hidroxi-THC, más fuerte que el THC que recibes al fumarla.
Por lo tanto, es mucho más potente, aunque ni siquiera te des cuenta.
Es que aquí ya no tendrás el efecto instantáneo que consigues al fumarla, nada de eso; al comerla, el subidón llega como a la media hora, aunque la sensación se queda mucho más tiempo.
Otra forma de consumir marihuana sin fumar, pero con un poco de humo, es vaporizar.
Los vaporizadores se han puesto de moda en los últimos años, sobre todo con el auge de las terapias alternativas y el cuidado personal.
Aunque muchos estudios dicen que fumar marihuana no causa cáncer de pulmón, fumar no es bueno para su salud.
Durante el consumo de marihuana (mucho peor con tabaco) se liberan sustancias de alquitrán y otros compuestos que irritan los pulmones y pueden provocar bronquitis crónica.
El vaporizador calienta la marihuana, por lo que no se quema, y el consumidor inhala los cannabinoides contenidos en la marihuana, pero sin los compuestos dañinos.
Se dice que la marihuana vaporizada puede eliminar el 95 por ciento de las sustancias nocivas que se inhalarían durante la forma de fumar tradicional.
Eso también quiere decir que aprovecharás muchos más tricomas que con el clásico porro, lo que se dice un buen viaje.
5. Qué se fuma de la marihuana
Pero, claro, todavía no te hemos contado que parte de la planta se consume en esta guía de 10 pasos para aprender cómo se fuma marihuana.
Tal vez seas otra de esas personas confundidas al ver la hoja de cannabis por todos lados; en ese caso te advertimos: la hoja no se fuma.
Tampoco sacarás nada de una planta macho, dado que no produce eso que sí te dará el pegue que buscas: las flores o cogollos.
Pero para poder consumirlas primero son necesarios algunos pasos que optimizan el producto para conseguir un aroma y un sabor que lo hacen único.
Una vez cortadas tus ramas, debes intentar sacar la mayor cantidad posible de hojas, un proceso denominado ‘manicurado’.
El objetivo de esto es que, aún cortadas las ramas, las hojas corten el proceso de fotosíntesis, para que el fruto, en este caso la flor, seque más rápido.
Pero no desesperes: esas hojas que cortas y que tienen tricomas sirven para muchas cosas.
Una vez que dejaste tus ramas peladas de hojas debes colgarlas en algún sitio oscuro y fresco, preferiblemente de madera.
Una caja de vinos, un viejo cajón o, directamente, el interior de tu ropero son sitios ideales para improvisar un secadero.
Tus flores estarán listas para salir del closet una vez que puedas partir fácilmente la rama, sin que se doble. Aproximadamente, a los 10 días.
De ahí, los cogollos deben pasar a un frasco o bote, que podría ser de vidrio, y reposar unos 15 días más, abriéndolo de tanto en tanto.
Notarás como este proceso le da sabor y aroma a tu marihuana.
6. Qué pasa cuando fumas marihuana
Son variados y diversos los efectos que se producen cuándo fumamos marihuana y, como siempre decimos, una grata experiencia depende de usarla en forma responsable.
Entre los efectos que sentirá tu cuerpo se destacan una sensación de felicidad, relajamiento o euforia; aumento de la presión sanguínea; hambre, boca seca y ojos rojos.
Otras sensaciones que ya tienen que ver con la exposición en el tiempo de consumo son los mareos, dificultad para razonar, reacciones y coordinación más lentas entre ojos y manos.
También confusión, ansiedad, pánico o paranoia; ritmo cardíaco más rápido y menos interés en las actividades normales.
Normalmente, estos efectos duran de dos a cuatro horas después de haber fumado o inhalado marihuana.
Si la marihuana se ingiere, como dijimos antes, los efectos tardan más en comenzar y pueden durar de cuatro a 10 horas.
La potencia o intensidad de la marihuana depende de la planta y del proceso de extracción.
7. Qué se siente al fumar marihuana
No todas las variedades de cannabis pegan del mismo modo, ni duran la misma cantidad de tiempo, por eso, en esta guía de 10 pasos sobre cómo fumar marihuana, no pueden faltar las sensaciones.
Las genéticas sativas, en las que predomina el cannabinoide más famoso, el THC, son las que aportan un pegue eufórico, creativo y que suele producir mucha risa.
Es la cepa ideal para una reunión social, con ella te garantizarás que nadie quede colgado de su móvil como hipnotizado.
Las índicas, por su parte, contienen más CBD y menos THC que las sativas, y producen lo que muchos llaman “colocón”.
Son ideales para tirarse en un sillón a disfrutar de juegos electrónicos o mirar alguna serie o película.
Producen relajación y alteran los sentidos, particularmente el tacto, la audición y el gusto.
En dosis altas, son directamente soporíferas, y por eso muchas personas la usan para meditar o conciliar el sueño.
Existen muchas cepas con poca psicoactividad, o lo que es lo mismo decir, con dosis altas de CBD.
Esas son ideales si quieres tener una primera experiencia que no sea tan invasora de tus percepciones.
Algunas variedades que podemos recomendarte son la OG Kush CBD, la CBD Charlotte’s Angel, la Sweet Pure CBD, la Euphoria, la Painkiller XL, la Easy Bud y la Special Kush #1.
8. Famosos que fuman marihuana
A comienzos de la década del 90, que un famoso confesara su afición a la marihuana era motivo de debate y escándalo.
Algunos de ellos y ellas, incluso, han perdido trabajos o han sido señalados por sus colegas o el mismo público como ‘adictos’, por apenas reconocer que probaron el cannabis.
Se pueden identificar dos tipos de celebridades cannábicas: las que reconocen tímidamente su consumo y las que directamente enarbolan la bandera de la marihuana donde sea y cuando sea.
Lo cierto es que unos y otros han colaborado mucho con el proceso de normalización que en muchos casos resultó en legislaciones en favor de la marihuana.
Por eso, en esta guía de 10 pasos sobre cómo fumar marihuana te presentamos a quienes ya lo han hecho, y confesado.
Los más expuestos de la historia quizás sean los famosos actores Cheech Marin, y su socio Tommy Chong, los famosos Cheech & Chong.
Juntos hicieron 10 películas de la vida hippie y en ellas consumían grandes cantidades de hierba, en el filme y en la vida real.
Otro gran promotor de la hierba es Snoopy Dogg, rapero y empresario cannábico, que nunca ha ocultado su pasión por disfrutar de una buena hierba en cualquier ocasión.
En julio de 2015, fue detenido en Suecia por supuesto consumo de marihuana.
Pero también existen otros miles de famosos y famosas que al menos una vez salieron del clóset públicamente.
El rapero Cypress Hill es fiel consumidor y hasta creó un festival para consumir llamado Smokeout Festival.
La cantante Jennifer López, que tuvo algunos percances en el pasado con la ley por su consumo.
Lo mismo le ocurrió a Bon Scott, una de las mejores voces del rock y miembro de AC/DC hasta su muerte en 1980.
Otras celebridades que tuvieron conflictos con la ley por el cannabis fueron Paul Mcartney, en 1980, y Jimi Hendrix, en 1969.
El primero estuvo 10 días preso en una cárcel de Tokio por posesión de 219 gramos de marihuana que le encontraron en su maleta al llegar. Luego fue deportado a Inglaterra.
El episodio de Hendrix se dio en el aeropuerto de Toronto, cuando los inspectores de aduanas encontraran heroína y cannabis en su equipaje.
El guitarrista fue arrestado y tuvo que pagar 10.000 dólares de fianza para evitar ir a la cárcel.
David Bowie e Iggy Pop, Macaulay Culkin, Matthew McConaughey, Justin Bieber y Haley Joel Osment (el niño de El Sexto Sentido o el hijo de Forest Gump) son otros famosos que tuvieron problemas con la ley.
Pero hay mas:
El artista Chazzy Baragiola hizo gala de sus propios cultivos.
Cameron Díaz ha revelado que ha fumado hasta con Snoop Dogg.
El colombiano Juanes con Carlos Santana han luchado por la legalización de la hierba.
Joaquín Sabina admite fumar y hasta intentó hacer un movimiento en México.
Gael García Bernal también ha dicho que disfruta mucho fumar.
Paulina Rubio y Demi Lovato dijeron consumirla aunque Lovato la dejó, más tarde, por sus tratamientos de rehabilitación.
9. Cómo saber si mi hijo fuma marihuana
Existen muchas recomendaciones que dan vueltas por la red para saber si tu hijo consume marihuana.
Sitios de medicina o psicología apuntan a analizar las reacciones que tiene el sujeto en cuestión y cuáles son los cambios en sus comportamientos.
Por ejemplo, apuntan al enrojecimiento de ojos, la desinhibición, la mirada perdida, el apetito desmesurado y los problemas de concentración y memoria reciente.
También los problemas de insomnio, el uso incienso y chicles más frecuente de lo habitual, tos y problemas respiratorios, descoordinación a nivel motriz, paranoia, alucinaciones o un estado de ánimo expansivo.
Lo cierto es que esos síntomas o costumbres también pueden deberse a otras cuestiones, y no necesariamente al consumo de marihuana u otra sustancia.
Por eso, el mejor consejo que podemos darte para enterarte si tu hijo fuma marihuana o, en general, si tiene cualquier otro problema, es que dialogues.
Siempre ten en cuenta que, en una casa donde reina el diálogo y la confianza, es mucho más difícil que penetre un problema.
Y una vez que hayas hablado con tu hijo, pueden consumir juntos sitios como LaMarihuana, o cualquier otro que trate el tema con responsabilidad.
Diálogo y buena información es el mejor escudo para evitar problemas en tu casa, con tus hijos o contigo mismo.
10. Cómo dejar de fumar marihuana
Para lo último dejamos la salida; porque tal vez ya no quieras consumir más marihuana y no sepas como dejarla.
Por eso te compartimos algunos métodos caseros para hacerlo, también en caso de que tu consumo te esté preocupando.
Algunos de los pasos esenciales para abandonar tu consumo, según los especialistas son:
Crear nuevas rutinas para la gestión de tu día a día; evitar cualquier elemento que te recuerde los actos de consumo; hacer ejercicio físico y tener iniciativa para realizar actividades.
Y, por supuesto, pedir ayuda a la gente más cercana y consultar centros de rehabilitación serios.
Antes de dejarla, también debes conocer algunos consejos de reducción de daños, como tener siempre a mano naranja y granos de pimienta, para bajar rápido de un vuelo turbulento.
Otro consejo, en este caso para evitar que tu cuerpo se acostumbre a la hierba, es someter a tu cuerpo a una limpieza cannábica.
Lo ideal es hacerlo durante dos días cada 30; de esta forma, no te verás necesitado en aumentar tu dosis para que te siga pegando.
Ahora que ya tienes tu starter pack de información acerca de la marihuana puedes contarnos tu mismo, en 10 pasos o en los que quieras, como es fumar marihuana.
En nuestro post de hoy te enseñaremos a hacer una crema de cánnabis, pimienta cayena, aceite de coco y flores secas de árnica para tratar los dolores.
Son ingredientes que puedes encontrar en cualquier herboristería, a excepción del cannabis, que preferiblemente optaremos por una variedad cultivada con métodos orgánicos.
En nuestro post de hoy te enseñaremos a hacer una crema para tratar dolores a base de cannabis y pimienta cayena aceite de coco y flores secas de árnica.
Son ingredientes que puedes encontrar en cualquier herboristería, a excepción del cannabis, que preferiblemente optaremos por una variedad cultivada con métodos orgánicos.
Por qué usar arnica, cannabis y pimienta cayena
La pimienta de cayena es una especie de pimienta roja, pequeña y picante con orígenes en el Sur y Centro de América, las Antillas y México.
Uno de sus compuestos activos llamado capsaicina, además de proporcionarle su intenso picor es también un poderoso aliviador de dolores.
Las razones es que una sola cucharadita aporta el 15 % de vitamina A recomendada al día (tratar infecciones, mantener las mucosas saludables…), y también hasta un 3% de vitamina E (un antioxidante potente)
Los pimientos de cayena también son una excelente fuente de vitamina C, que provee síntesis de colágeno para mantener la piel saludable, los vasos sanguíneos, los huesos y órganos, y ayuda a mejorar su inmunidad.
Y también contiene dosis altas de la poderosa vitamina K, que ayuda a mantener una circulación de la sangre saludable.
La cayena también es una buena fuente de vitamina B6, manganeso, niacina, riboflavina, magnesio y hierro, así como potasio, que ayuda a controlar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea.
El cannabis tiene propiedades antiinflamatorias, calmantes, relajantes y reducen el dolor. Tanto el CBD como el THC tienen sus propias propiedades, pero ambas coinciden como es en este caso.
Generalmente en la cosmética cannábica se usa exclusivamente CBD. Pero para cualquier autocultivador le resultará más económico usar algunos cogollos de los que tenga a mano, aunque sean con alto contenido en THC y poco CBD.
El árnica es una planta herbácea perenne con hojas de color verde y forma ovalada, además de flores amarillas muy llamativas.
Es muy común encontrarlo en ungüentos para golpes, contusiones, hematomas o dolores musculares. Entre sus propiedades destacan la de aumentar el flujo sanguíneo, antiinflamatorias, analgésicas y antibacterianas.
Ingredientes crema de cannabis y pimienta cayena
5 gramos de cannabis
100 ml de aceite de coco
2 cucharada de pimienta de cayena (30 gramos)
3 cucharadas de flores secas de árnica (45 gramos)
Elaboración crema de cannabis y pimienta cayena
Como siempre, lo primero es integrar el cannabis a uno de los ingredientes, en este caso al aceite de coco. Derretimos en un bol al baño maría el aceite de coco.
Una vez se haya derretido completamente, añadimos los cogollos bien triturados. Para ello puedes usar un grinder. Esto facilitará la mejor disolución de los tricomas.
Unos 20-30 minutos a 120º será el tiempo suficiente tanto que los cannabinoides se integren a la perfección al aceite de coco. Y además se descarboxilará el cannabis, transformando el THCA en THC.
Sin el proceso de descarboxilaciónel cannabis no tendría efectos psicoactivos. En este caso la psicoactividad no es relevante al no ser un producto ingerible. Pero el THC tiene también propiedades beneficiosas para la piel.
A continuación añadimos la pimienta de cayena y las flores secas de árnica, volviendo a poner el bol al baño maría mientras vamos mezclando con movimientos envolventes y lentos.
Otros 10 minutos serán suficientes. Con nuestra mezcla aún caliente, colamos con un colador muy fino o un filtro de café para retirar la materia vegetal y quedarnos con una crema limpia y suave.
Con la ayuda de una cuchara, aprieta bien la materia vegetal en el colador para extraer toda la crema de cannabis y pimienta cayena que quede.
Y ya para terminar, deja que coja consistencia por sí mismo. Un temperatura fría ayudará a que el aceite de coco se solidifique y adquiera una textura de pomada.
Si no es posible por la temperatura veraniega, deja simplemente que enfríe a temperatura ambiente para a continuación meterla en la nevera.
Después ya puedes usarlo en cualquier parte del cuerpo, evitando las mucosas por el extremo picor de la cayena. Se recomienda aplicar siempre en forma de masajes para reducir la rigidez y el dolor.
Y acuérdate de lavarte bien las manos al terminar, no vayas a tocarte la nariz o los ojos al cabo de un rato. El picor puede ser como decimos bastante intenso.
En nuestro post de hoy os enseñaremos a hacer un bong de gravedad casero sin gastar nada de dinero. Existen dos variantes, así que realmente serán dos bongs. Eso si, necesitarás algunas cosas tan comunes que seguro las tienes en tu casa.
Y una advertencia: mucho cuidado porque los efectos que produce fumar cannabis con un bong de gravedad son siempre muy intensos por la cantidad de cannabinoides en cada inhalación o “calada”.
Qué es y cómo funciona un bong de gravedad
Un bong de gravedad podríamos decir que es una modificación de un bong común. Un bongcuenta con un depósito,una salida de aire o tubo de aspiración, y una entrada de aire o cazoleta donde se combustiona la hierba.
Al inhalar aire por el tubo de aspiración se fuerza la entrada de aire al depósito a través de la cazoleta con la hierba. Esto genera una columna de humo que terminará en nuestros pulmones.
Gracias al tamaño del depósito, el humo se enfriará mucho más que fumando un porro. Esto proporciona una sensación más agradable. Y la cantidad de humo inhalada también es mucho mayor, con sus consecuencias.
Un bong de gravedad casero también cuenta con un tubo de aspiración, una cazoleta y un depósito. Pero el humo se introduce en el depósito mediante el efecto de vacío. Más adelante explicaremos en qué consiste.
Para hace un bong de gravedad necesitaremos
Una botella de refresco. De litro y medio, dos litros… o incluso una garrafa de 5 litros si sois muchos amigos a compartir
Un trozo de papel de aluminio, aproximadamente de 20x20cm
Un corcho de botella
Un cuchillo muy afilado
Un cigarro
Un mechero
Un palillo (o aguja medianamente gorda, una punta afilada, un tornillo…)
Cannabis al gusto
Cómo se fabrica un bong de gravedad
Comenzamos encendiendo el cigarro y dando unas buenas caladas. Únicamente lo usaremos para hacer un agujero en la botella, a unos 3-4 dedos de la base.
Será más sencillo que usar un taladro, cuchilla o cualquier otro objeto. El agujero hazlo del mismo grosor que el cigarro. Lógicamente el cigarrillo tíralo después.
Seguimos con el corcho y el cuchillo, haciendo un pequeño tapón para el orificio que hicimos en la botella. Recórtalo con un poco de forma cónica, será más sencillo apretarlo y que quede bien sujeto.
Debe retener perfectamente el agua, ya que la botella después la tendremos que llenar. Una vez lo tengas hecho, ponlo el en agujero que has hecho con el cigarro y llena la botella de agua.
El siguiente paso es doblar el papel de aluminio dos veces sobre sí mismo. Así tendremos un cuadrado de 10x10cm y de cuatro capas.
Coloca el papel de aluminio sobre la boca de la botella, presionando ligeramente en el centro para que quede una pequeña forma cóncava, como si fuese una cazoleta.
Ahí colocaremos la hierba y servirá para que no se caiga. Aprieta bien el papel de aluminio restante contra el cuello de la botella, que quede bien ceñido. Puedes ajustarlo también con una goma.
Con un palillo o similar, haz pequeños agujeros por el centro del papel de aluminio. No muy grandes, ya que solamente queremos que pase el humo, pero no se cuele hierba.
Y ten cuidado, si haces demasiada fuerza el aluminio se romperá. Tampoco será un gran drama tener que repetir la operación.
Pon el cannabis triturado o cogollos enteros si son pequeños sobre el papel de aluminio. Y ahora con el mechero quema la hierba al mismo tiempo que quitas el pequeño corcho del orificio.
Sería interesante que esto lo hagas con un cubo a mano o en el fregadero para recoger el agua en lugar de sobre la alfombra, lógicamente.
Cuando quites el corcho, comenzará a salir un chorro de agua creando un vacío que forzará la entrada de aire a través de los orificios del papel de aluminio. Y a su vez avivará la combustión del cannabis.
En definitiva, la botella se vaciará de agua al mismo tiempo que se llenará de un espeso humo. Cuando el agua alcance el nivel del agujero, pon de nuevo el pequeño corcho.
Retira el papel de aluminio y cierra la botella con su tapón. Y ya tendrás encerrados una buena dosis de cannabinoides que te harán volar.
Tan sólo quita tapón y corcho y aspira profundamente por la boca de la botella, cerrando ambos cuando termines para retener el humo que quedará en el interior.
Como ves es muy sencillo, muy barato y no se tardará más de 5 minutos en hacerlo y poder disfrutar de este bong de gravedad casero.
No merece la pena después reutilizarlo, salvo el corcho. Siempre quedarán productos derivados de la combustión adheridos a la botella y con el tiempo dará mal sabor y olor. Simplemente recicla y haz otro.
Otra variante de bong de gravedad
Este tipo de bong de gravedad del que hablamos se denomina de cascada. Pero existe otra variante que se llama de cubo. Su funcionamiento es muy similar.
Para esta variante se debe cortar la botella por la mitad en lugar de hacer un orificio para que salga el agua. Y en la boca de la botella se coloca la cazoleta improvisada exactamente igual que en el bong de cascada.
Debemos tener a mano un cubo lleno de agua, la mitad inferior de la botella o cualquier otro recipiente en el que se pueda sumergir la botella hasta que prácticamente la boca.
Introducimos la botella, que se llenará de agua al no tener fondo. Una vez hayamos encendido el cannabis, con cuidado vamos extrayendo la botella del cubo.
De este modo también se crea un vacío que hará que el aire entre en la botella por la cazoleta, llenándose de humo.
Si después introduces la botella de nuevo en el cubo se volverá a llenar de agua y el humo saldrá forzado por su presión. Es el momento que aprovecharemos para inhalarlo.
La marihuana en el cabello permanece más tiempo y las pruebas o test pueden dar positivo hasta varios meses después del consumo
El test de marihuana en el cabello es el más temido por los consumidores, ya que existe una gran controversia entre cuánto dura el THC en el cuero cabelludo. Además, la forma en la que esta sustancia llega a nuestro cabello hace que, incluso sin haber consumido pero estando en la misma habitación que alguien que lo haya hecho, demos un falso positivo en la prueba.
Por lo tanto, hay dos maneras por las que el THC se implanta en nuestro pelo: por excreciones en la piel del consumidor o por estar en contacto con otra persona que esté consumiendo.
Lo cierto es que, de todos los test de marihuana que existen, el del cabello es el que mejor actúa a largo plazo. Se podría dar positivo en la prueba meses después de haber consumido por última vez, cosa que no pasa en los test de sangre, saliva u orina, que actúan en el corto plazo.
Para intentar esquivar un test de cabello, cosa prácticamente imposible, se promocionan productos como champús o aceites, pero no tienen ningún tipo de fiabilidad debido a que el THC se queda impregnado en los folículos interiores del cabello.
Por lo tanto, la única opción para intentar engañar un test de este tipo es rapándose el pelo, aunque desata todo tipo de sospechas e incluso puede ser motivo de descalificación en pruebas como oposiciones.
El test de cabello es la mejor prueba anti-droga en el largo plazo, ya que se puede dar positivo incluso tres meses después de haber consumido, cosa que no pasa en los test de sangre, saliva u orina.
¿Cómo se realizan los test de marihuana en el cabello?
Para los análisis capilares, los técnicos cortan una pequeña cantidad de pelo, alrededor de 100 a 120 y tan cerca del cuero cabelludo como es posible. Recogen alrededor de 4 centímetros de pelo, suficiente para relevar las sustancias consumidas en los últimos 90 días aproximadamente, ya que el pelo humano crece por lo general 1,3 cm al mes.
Los empresarios que solicitan pruebas de detección y quieren evaluar los patrones a largo plazo del uso de drogas u otras sustancias de sus empleados antes la contratación o como parte de un programa de prueba de drogas al azar, pueden conocer el consumo de cualquier sustancia en los anteriores 3 meses, pero no puede mostrar un consumo reciente en los últimos días.
Para detectar el uso reciente, los empresarios utilizan las pruebas de orina. Para las pruebas sobre el consumo de cannabis, las muestras se analizan en busca de metabolitos llamados ácidos carboxílicos, que son el resultado de la descomposición de tetrahidrocannabinol (THC).
Es muy difícil «engañar» a un análisis capilar, ya que una pequeña cantidad de 1 picogramo por miligramo (pg/mg) es suficiente para obtener un resultado positivo.
Comparándolo con otras sustancias, es necesario que haya 300 pg/mg de metanfetamina o 500 pg/mg de codeína para obtener un resultado positivo en este ámbito.
“Es muy difícil «engañar» a un análisis capilar, ya que una pequeña cantidad de 1 picogramo por miligramo (pg/mg) es suficiente para obtener un resultado positivo”
Tipos de pruebas de marihuana
El consumo de marihuana es detectable, a grandes rasgos, en cuatro lugares concretos del cuerpo humano, donde más permanece el THC tras inhalarla o ingerirla: la sangre, la saliva, la orina y el cabello.
Prueba de sangre: El cannabis y varias de sus propiedades pueden mantenerse en el torrente sanguíneo hasta un día y medio después del consumo.
Prueba de saliva: Se puede dar positivo en este test incluso 2 días después del último consumo.
Prueba de orina: Es el test más utilizado y depende mucho del nivel de consumo de cada persona. Siendo un consumidor ocasional, se puede dar positivo incluso tres semanas después, mientras que un consumidor habitual puede puede dar positivo mes y medio después del último consumo.
Prueba de cabello: La más temida por los consumidores, ya que se puede dar positivo por THC en el cabello hasta dos meses después del último consumo. Sin embargo, no es la prueba más adecuada para descubrir un consumo a corto plazo, ya que el cabello no habría crecido lo suficiente para mostrarse en los análisis.
Casos extremos de marihuana en el cabello, ¡incluso tras la muerte!
En cuanto a la duración de la marihuana en el cabello u otras drogas, pueden permanecer durante años, o incluso siglos, después de la muerte de la persona, tal y como se recoge en un artículo de 2004 publicado en la revista Forensic Science International.
Investigadores detectaron la presencia de opiáceos en muestras de pelo del poeta victoriano John Keats, ¡167 años después de su muerte!
Los investigadores también han detectado benzoilecgonina, un metabolito de la cocaína, en el pelo de momias chilenas y peruanas miles de años después de su entierro.
Así que resumiendo, es prácticamente imposible que un consumidor de cannabis sometido a este tipo de controles, cada vez más habituales en muchos países, dé negativo si ha consumido en los últimos meses, cosa que puede no suceder en un consumo los días anteriores al análisis, ya que el cabello no habría crecido lo suficiente para mostrarlo en los análisis.
¿Cómo deshacerse del THC de tu cabello, simplemente teñirlo rubio?
Mientras la marihuana sea ilegal, la probabilidad de que nos pidan un test de drogas sigue siendo relativamente alta.
Por supuesto, no todas las pruebas de la presencia de cannabinoides en el cuerpo son iguales, y el THC en el cuerpo puede persistir por tiempo.
Esto dependería en gran medida de la frecuencia de consumo. Por ejemplo, los cannabinoides pueden permanecer en el torrente sanguíneo durante unos días y en la orina durante varias semanas.
Pero permanecer detectable en el cabello puede llegar a varios meses. Esto hace que las pruebas de drogas basadas en el pelo sean particularmente preocupantes.
Cannabinoides en el cabello y tratamientos en la peluquería
Aunque según un nuevo estudio , titulado “ La influencia de los tratamientos cosméticos para el cabello para la presencia de cannabinoides en el cabello: decoloración, ondulación permanente y coloración permanente ” y publicado en la revista científica Forensic Science International, las pruebas de la presencia de THC en el cabello se pueden eliminar fácilmente. Tintando de rubio.
Los investigadores descubrieron que el blanqueamiento del cabello con peróxido de hidrógeno provoca una “fuerte degradación química de los cannabinoides”, especialmente el THC. Cuanto mayor es su concentración, mayor será la disminución después del blanqueamiento.
Esto significa que los consumidores regulares pueden reducir fácilmente la concentración de THC en el cabello ; simplemente aclarándolo.
En muestras incubadas con un 30% de peróxido de hidrógeno, se observó una disminución del 93% de THC. También una disminución del 78% en el CBN y una disminución del 89% en el CBD; por lo tanto, la eficacia es muy alta.
No solo aclarando el cabello
Los resultados muestran que el aclarado no es el único método que puede afectar los resultados de las pruebas farmacológicas. El estudio también mostró que “cualquier tipo de cuidado cosmético del cabello afecta la concentración de cannabinoides en él“.
Tanto la coloración permanente como la permanente del cabello también redujeron el contenido de cannabinoides en la muestra.
Aunque en menor medida que el uso de decolorantes. Se demostró que usar tintes tiene poco o ningún efecto sobre la concentración de cannabinoides en la muestra.
Para llevar a cabo el experimento, los científicos obtuvieron 30 muestras que contenían el metabolito de THC, y las muestras no se procesaron.
Luego, los investigadores dividieron cada cabello por la mitad, procesaron una de las dos mitades y luego compararon el contenido de cannabinoides, identificando las concentraciones de THC, CBN, CBD y THC-COOH antes y después de los cambios cosméticos.
Se ha encontrado que el THC-COOH (metabolito de THC producido por el cuerpo después de la ingestión de THC) se ve menos afectado por los tratamientos capilares, mientras que sus niveles permanecen relativamente “estables” en comparación con otros cannabinoides observados y medidos.
Prueba de THC en tu cabello
Al parecer, estos datos se han recopilado para ayudar a las personas que hacen estas pruebas de drogas a comprender cómo la forma de expresarse de una persona puede influir en su abstinencia o falta de ella.
Pero parece que también puede ser útil para quienes prefieren no sufrir las consecuencias de un resultado positivo de THC en el cuerpo.
Probablemente sea bueno tener un as guardado, ya que es posible determinar si alguien consumió cannabis medio año antes. Si se sabe que harán pruebas para detectar el THC en el cabello, mejor pedir cita en la peluquería.
¿Cuánto tiempo llevan existiendo las asociaciones cannábicas en nuestro país? El tiempo pasa, 31 años del origen de las primeras asociaciones en España. Durante la elaboración de mi tesis doctoral sobre el movimiento cannábico, en el 2008, describí las fases por las que ha pasado dicho movimiento. Para la elaboración de este artículo, sin embargo, he creado una última etapa en la que nos encontramos inmersos.
Primera etapa: desde las primeras asociaciones hasta el primer cultivo colectivo (1987-1993)
Para empezar a hacer una cronología del movimiento debemos remontarnos hasta 1987, momento en el que se creó en Madrid la asociación ACDC (Asociación de Consumidores de Cannabis), Madrid era la sede de la Movida, y es allí donde se inició el movimiento pero no tuvo continuidad. En 1990, en Navarra, se creó la Asociación por la Legalización de las Drogas que tampoco duró.
LA PRIMERA ASOCIACIÓN CANNÁBICA LEGALMENTE CONSTITUIDA Y DURADERA FUE LA ASOCIACIÓN RAMÓN SANTOS SOBRE ESTUDIOS DEL CANNABIS (ARSEC), REGISTRADA EN 1991
La primera asociación cannábica legalmente constituida y duradera fue la Asociación Ramón Santos sobre Estudios del Cannabis (ARSEC), registrada en 1991 en Barcelona. La ARSEC buscaba la normalización con respecto al cultivo y consumo del cannabis. El nombre de Ramón Santos se debe a un abogado que defendía a los consumidores de sustancias prohibidas ante los tribunales fallecido cuatro años antes de la creación de la ARSEC. Esta asociación contaba en marzo del 2001 con unos 3.000 socios. La asociación se dio a conocer en las páginas de la revista de humor Makoki. Los estatutos de la ARSEC sirvieron a otras asociaciones. Así nacieron ARSECA (de Málaga); la ARSECSE (de Sevilla); ARSEK (en Santa Coloma de Gramenet) y otras «asociaciones de estudios» que fueron surgiendo.
Un factor que estimuló el nuevo activismo fue la entrada en vigor de la Ley 1/92 o “Ley Corcuera”, de manera que, tras la ARSEC, aparecieron con ímpetu entre 1994 y 1997, AMEC (Madrid), KALAMUDIA (Bilbao), ACAC (LeGaliza, en A Coruña), SECA (Zaragoza), AECA (Huelva), AMA (Albacete), AECA (Salinas, Asturias), Amigos de María (León), AlaCannabis (Alacant), Bena Riamba (Valencia), AMIC (Mallorca), etc. Asociaciones que en su mayoría han desaparecido.
En 1993 se llevó a cabo una plantación colectiva, en Reus, por parte de la asociación cannábica ARSEC, eran 97 socios que plantaron dos por persona, para el consumo de sus socios, sin ningún afán lucrativo. La audiencia de Tarragona los absolvió en primera instancia, a los cuatro encausados, Jaume Torrens, Jaume Prats, Josep Baltierrez y Felipe Borrallo, quienes luego, en 1997, fueron condenados por el Tribunal Supremo, por “peligro abstracto”, a cuatro meses de arresto mayor y de multa medio millón de pesetas por un delito contra la Salud Pública. Se solicitó recurso de amparo al Tribunal Constitucional, que fue denegado (Matthews, 2002:60). Éste fue un importante hito que impulsó a un contagioso asociacionismo.
Segunda etapa: aumento de asociaciones, primer intento de federarse, primeras publicaciones hasta llegada al Congreso (1994-2001)
Se entendió la necesidad de dar cuerpo legal al incipiente colectivo asociacionista y unirse. En 1995 aparece el Primer Encuentro Estatal de Organizaciones por la Normalización de los Derivados del Cáñamo Indico (El País 22/05/1995). La asociación ARSEC pidió autorización para abrir un local donde fumar cannabis como un experimento para demostrar que la legalización del cannabis no supondría ningún problema. Para acceder al local era necesario ser mayor de edad y rellenar una ficha.
En Barcelona, en 1996, se creó la Coordinadora Estatal de Asociaciones por la Normalización del Cannabis. Se aprovechó para presentar en Madrid, ante la opinión pública, a la Coordinadora y se desplegó la campaña «Contra la Prohibición, Me Planto». Aquella primera acción «Me Planto» promocionó a la Coordinadora a pesar de que nunca llegó a adquirir cuerpo jurídico-legal como Coordinadora o Plataforma. Y en 1997 se celebró un acto en Madrid de la Coordinadora Estatal de Organizaciones por la Normalización del Cannabis (CEONC). Unas 40 personas integraron la quincena de organizaciones representadas con más de 5.000 socios. Felipe Borrallo, presidente de la ARSEC, lanzó la idea de coplantación de cannabis. En 1998 se celebró la última reunión de la Coordinadora en Madrid. Las Asociaciones existentes fueron ocho (AMEC, ARSEC, ARSECA, AECA, AMA, LEGALIZA, AMIGOS DE MARÍA y KALAMUDIA) los observadores fueron las revistas Cáñamo y El Cogollo, el grupo político Izquierda Unida y la Sociedad de Profesionales de la Psicofarmacología. En ella hubo un repaso por las situaciones de las asociaciones y las actividades celebradas.
En 1995, un número especial de la revista Ajoblanco ofrecía un listado de 10 asociaciones cannábicas. Y fue a finales de 1996 cuando se forjó, en una asamblea de la ARSEC, la idea de una revista cannábica de gran tirada. Uno de sus fundadores fue Gaspar Fraga al que siempre recordaré ya que me ayudó mucho en terminar mi tesis doctoral y siempre le estaba pidiendo libros. En mayo de 1997 apareció en los quioscos Cáñamo, actuando como aglutinador del movimiento, dando imagen de normalización y siendo muy bien acogida entre asociacionistas y consumidores.
Importantes logros asociacionistas han sido, tanto las plantaciones de Kalamudia, como las manifestaciones, las jornadas, las fiestas y las Copas de Marihuana institucionalizadas a partir del ejemplo de los madrileños de AMEC y la ARSECA. Enseguida, estos eventos cannábicos se multiplicaron entre las asociaciones dando lugar a nuevos espacios de tolerancia en donde apenas han tenido problemas con las autoridades.
En el año 2001 el Congreso de los Diputados celebró, por primera vez en su historia, la comparecencia de una asociación cannábica, que defendió la normalización del consumo de cannabis ante los miembros de la Comisión para el Estudio del Problema de las Drogas (El Mundo 28-5-2001; El País 30-5-2001). La Plataforma Nacional por la Normalización del uso del Cannabis informó sobre la situación y «la problemática de los consumidores de marihuana», a petición del Grupo Parlamentario Catalán. Esta plataforma defendió la normalización del cannabis; así como la despenalización del autocultivo y el consumo público. Esto supondría la modificación del Código Penal y de la Ley Orgánica para la Seguridad Ciudadana o “Ley Corcuera”. Los representantes de la plataforma fueron Jaime Prats y Martín Barriuso, y el catedrático de Farmacia Joan Ramón Laporte. Jaime Prats dijo:
“Estamos aquí en representación de una parte de los consumidores y queremos denunciar ante esta Comisión lo que es un déficit democrático para ellos, porque somos consumidores de un vegetal que tiene su mercado totalmente prohibido; eso supone estar fuera de la ley cuando se quiere obtener este objeto de consumo. Queremos denunciar también que desde 1992, con la aprobación de la Ley Corcuera y la Ley de Seguridad Ciudadana, más de 50.000 personas al año son objeto de sanciones administrativas por el simple hecho de que toda tenencia, incluida la del propio consumo, es ilícita, por lo tanto, sancionable. Es por lo que transmitimos a esta Comisión mixta sobre la problemática de la droga, el sentir de una parte significativa de la población española. Esperamos que se nos tenga en cuenta y que se derogue esta ley para después legislar para regular un nuevo mercado. Se trata de tener despenalizada la producción para el autoconsumo” (Comisiones Mixtas, 2001: 914).
EN 1993, ARSEC LLEVÓ A CABO UNA PLANTACIÓN COLECTIVA, EN REUS
Se afirmaba que el cannabis es una droga blanda para uso lúdico con propiedades terapéuticas para algunos enfermos, algo aprobado por el Parlamento de Cataluña y estudiado por la Junta de Andalucía. Aseguraron que el cannabis en su estado ilegal genera un mercado negro que favorece la aparición de mafias, que se enriquecen adulterando la sustancia. Argumentaron sus escasos efectos dañinos frente a las consecuencias de drogas legales como el alcohol y el tabaco e ilegales como la cocaína o la heroína: «No ha provocado una sola sobredosis en 4.000 años de uso… La dependencia real del cannabis es parecida a la de la cafeína»… «No obligamos a nadie a fumar cannabis. Sólo queremos fumarlo sin adulterar y sin ser perseguidos». Los diputados acogieron las tesis según ideología. Izquierda Unida se entusiasmó con todo, el PSOE apoyó la derogación de algunos puntos de la ley Corcuera; a CiU, que fue la que invitó a la Plataforma, le convenció el uso terapéutico pero no el recreativo; el PNV dudó mucho y el PP dijo que el cannabis «es una antesala de otras drogas». Así, tras el fracaso obtenido con el Defensor del Pueblo, ante cuya oficina se denunció el uso abusivo de la «Ley Corcuera», llegó esta inesperada Comparecencia ante una comisión de las Cortes Generales. Puso de relieve la necesidad de constituir seriamente una Coordinadora o Federación de asociaciones para dar voz al colectivo cannábico.
Tercera etapa: Preocupación por parte de las instituciones e intentos por prohibirla (2002-2004)
Durante el año 2002 se recrudeció la presión a los los grow shops realizando inspecciones por parte de la Administración. Los últimos plantes del gobierno de José María Aznar habían revitalizado el tema. Frente a la dialéctica alarmista del Gobierno, y tras las declaraciones del Ministro de Interior, Ángel Acebes (El Mundo, 25/07/2003) y las del director de su Plan Nacional sobre Drogas, se unieron finalmente las asociaciones cannábicas creando la FAC (Federación de Asociaciones Cannábicas), así como de los grow shops, de los consumidores y de todos los actores del movimiento cannábico (las revistas, los bancos de semillas, etc…). Se estaba intentando crear una Plataforma que representase a todos los involucrados que transmitiese con legitimidad ante la opinión pública sus reivindicaciones. A finales del año 2003, alarmados por los datos que señalaban un aumento del consumo de cannabis en la población española, los responsables del Gobierno constituyeron un comité de “expertos” para evaluar la situación respecto al cannabis y proponer medidas que frenaran la expansión de su consumo. En Gobierno buscaba coartadas para endurecer el tratamiento penal y administrativo a los growshops y revistas cannábicas, que podían ser acusados de “apología de las drogas”. El atentado del 11-M en Madrid y el vuelco electoral tres días después disiparon estos peligros para los intereses cannábicos. El siguiente gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero tuvo una visión menos amenazadora contra los que apoyan el cannabis. Pero pasaron los cuatro años y no se apreciaron grandes cambios en las políticas en relación al cannabis. Pero también aparece durante estos últimos años cierta autocrítica:
“Lo cierto es que el músculo del movimiento cannábico parece haber perdido fuerza. Salvo escasísimas y muy honrosas excepciones, no hay presencia mediática, no existen acciones coordinadas de desobediencia civil o de presión política, no hay una asunción clara de objetivos ni, por supuesto, nada parecido a una estrategia para conseguirlos. No quisiera que se entendiera esta percepción como un menosprecio hacia las muchas personas que, con tesón, constancia e inteligencia, están moviéndose para cambiar las cosas, ni a las asociaciones y grupos que trabajan, discuten y se movilizan por ello. Pero, por mínimo que sea nuestro sentido autocrítico, convendremos en que algo, e incluso mucho, hay de cierto en lo que digo” (Cebrián, Cáñamo nº 69: 17).
Cuarta etapa: Los Clubes Sociales de Cannabis (CSC) (2004-2014)
Aunque el primer Club hizo su aparición en el año 2001 con el Club de Catadores de Cannabis de Barcelona (CCCB) no comienzan a ser significativas hasta el año 2004. En diciembre del 2010 se presentó un modelo de CSC ante los responsables de la Unidad Anti-Droga de la Comisión Europea.
Para pertenecer a un CSC hay que ser mayor de edad, estar avalado por otro miembro, pagar la cuota anual y esperar unos días en la tramitación de la solicitud, así se evitarían a los turistas. El CSC debe de estar registrado y tener una normativa clara que los regule. Los CSC deben de estar debidamente registrados y no molestar al vecindario.
Los CSC pueden generar en España unos 7.500 puestos de trabajo directos, 30.000 puestos de trabajo indirectos. Generaría unos 155 millones de euros en cotizaciones a la Seguridad Social y unos 367 millones de ingresos directos a las distintas administraciones (Barriuso Alonso, 2011:6). Este sector genera 5 millones de euros al mes tan solo en Cataluña.
El crecimiento de las CSC es exponencial, en el año 2011 existían 40 CSC en Cataluña, actualmente tenemos 400 CSC. Según la Asociaciones Cannábicas Autorreguladas de Cataluña (FEDCAC) son 165.000 asociados en toda Cataluña. Algunas CSC tienen más de 5.000 socios. Barcelona encabeza en la clasificación de la página web WeBeHigh (http://webehigh.org/) como destino favorito para los viajeros amantes de la marihuana. Hoy en el País Vasco existen 77 CSC con unos 10.000 socios. Para toda España las cifras son de 800 CSC.
Los CSC ahora están en lucha, actualmente en Barcelona 50 CSC han cerrado, esto supone que han cerrado 1 de cada 3. Lo mismo ha ocurrido en Málaga, en donde la policía local ha desmantelado dos CSC como si fueran peligrosos delincuentes. En el caso de Cataluña la Guardia Urbana apuntaba deficiencias en el funcionamiento de los CSC, carencias en la ventilación, hacían publicidad, no acreditaban el origen de las plantaciones, problemas de convivencia con los vecinos, estaban abiertos al público en general y entrada de menores de edad.
El actual gobierno del conservador Mariano Rajoy con su visión obtusa de las cosas en vez de aprovechar el tirón turístico y recaudar impuestos se dedica a aumentar las penas por tenencia y consumo en los espacios públicos y se plantea prohibir expresamente el cultivo de cannabis aunque sea para autoconsumo. No sabe que los tiempos están cambiando y que pronto llegará su juicio electoral.
Bibliografía
Barriuso Alonso, M. (2011) Los Clubes Sociales de Cannabis en España. Transnational Institute, nº 9.
Marín Gutiérrez, I. (2008). La cultura «cannábica» en España (1991-2007): análisis socioantropológico de un nuevo tipo de movimiento social. Universidad de Granada. Granada.
En nuestro post de cocina cannábica de hoy, te proponemos un delicioso batido de cannabis y mango. Algunos estudios realizados han encontrado que el mango es capaz de intensificar los efectos del cannabis debido a su gran contenido en mirceno.
Bien frío, es una genial opción para combatir el calor del verano al mismo tiempo que se disfruta de los efectos psicoactivos del cannabis. Es apropiado tanto para los que buscan un uso lúdico como terapéutico.
El cannabis y el mango
El cannabis y el mango se llevan estupendamente bien. Algunos estudios realizados han encontrado que el mango es capaz de intensificar los efectos del cannabis debido a su gran contenido en mirceno.
El mirceno es un terpeno que también se encuentra presente en muchísimas variedades de cannabis. Se trata de un carbohidrato monoterpénico lineal.
Lo curioso del mirceno, es que ayuda principalmente al CBD y al THC a traspasar la barrera hematoencefalica hasta 4 veces más rápido.
Esto hace que no sólo se potencien los efectos de estos cannabinoides, sino que también se prolonguen sus efectos en el tiempo.
Cuando se pretenda sacar partido de esto, lo ideal es siempre comer el mango unos 40-50 minutos antes de consumir cannabis. En primer lugar los terpenos de la fruta entrarán al torrente sanguíneo.
Y posteriormente al consumir cannabis, y aunque todavía no existe una explicación científica detallada, parece ser que sus terpenos se adhieren en el torrente sanguíneo a los terpenos del mango.
Gracias a ello se aumenta la duración e influencia en el sistema endocannabonoide. La otra opción es consumir ambos a la vez, que aunque no sería lo más apropiado, sí se notará la intensidad y duración de los efectos.
Ingredientes batido de cannabis y mango (para 4 personas)
1 mango
1 plátano
Medio litro de leche
3 cucharadas de azúcar moreno
2 gramos de cogollos
Elaboración
Los tricomas del cannabis no son hidrosolubles, es decir que no se disuelven en agua. Son liposolubles, es decir que se disuelven en grasas, aceites u otros solventes orgánicos.
En este caso contamos con la leche, así que comenzamos haciendo una leche cannábica. Es muy sencillo, aunque se tardará unos 45 minutos.
Además es importante la descarboxilación, un proceso en el cual el THCA del cannabis (que no es psicoactivo) se transforma en THC que sí lo es.
Para ello por en un cazo a hervir la leche. Cuando comience a hervir, baja el fuego al mínimo y añade los cogollos de cannabis triturados.
Remueve de vez en cuando durante unos 35-45 minutos. Remueve de vez en cuando y vigila que no se nos salga la leche del cazo.
Una vez pasado este tiempo, cuela para retirar la materia vegetal con un colador muy fino. Puedes también recurrir a un filtro de café.
Y ya tenemos lista nuestra leche de marihuana para el batido de cannabis y mango. Deja que enfríe un poco a temperatura ambiente y después introdúcela en la nevera para que enfríe completamente.
El siguiente paso será la de preparar la fruta. Aunque puedes hacerlo en el momento de hacer el batido, te aconsejamos que cortes las piezas en trozos pequeños y las metas en el congelador hasta el momento de usarlas.
De este modo el batido saldrá más cremoso y por supuesto más frío, algo que agradecerá nuestro cuerpo en estos días de tanto calor.
Cuando la leche cannábica y la fruta estén bien fríos, tan sólo nos queda añadir todos los ingredientes en un vaso de batidora y batir muy bien.
El mango es una fruta muy fibrosa que cuesta licuar perfectamente. Puedes añadir más leche en cualquier momento si ves que el batido queda muy espeso, todo dependerá del tamaño de las frutas.
Ten en cuenta que el plátano es una fruta muy dulce. Bate primero la fruta y la leche, y comprueba si es necesario añadir azúcar o no.
Recomendaciones
El cannabis ingerido tiene unos efectos bastante retardados. Hasta pasada una hora no se comenzarán a apreciar los efectos.
Es por ello que se debe tener mucha precaución y ser prudente con las dosis si es la primera vez que se consume cannabis ingerido. Una dosis elevada puede traer consigo unos efectos muy desagradables.
Medio gramo de cannabis ingerido es una dosis más que considerable, así que por muy que esté este batido de cannabis y mango, no bebas más de 1/4 parte del batido hasta haber esperado un tiempo prudencial.
Con un poco de experiencia a base de pruebas, cada persona encontrará su dosis ideal y que no tiene por qué coincidir con las necesidades de otra persona.
Los productos de cannabidiol (CBD) están en todas partes en estos días.
Desde cápsulas de gel hasta aceites, tinturas, cremas e incluso productos de CBD para su mascota, hay un producto de CBD para casi cualquier dolencia que se le ocurra. Ansiedad, insomnio, cuidado de la piel y mucho más. No es sorprendente teniendo en cuenta que el mercado de CBD es responsable de $ 12.8 mil millones en ventas el año pasado, aunque se espera que crezca más de este año a 2028.
Pero al comprar productos de CBD, lo mejor para los consumidores es educarnos sobre los diversos tipos de CBD que existen.
Las dos fuentes de CBD son la planta de cáñamo y la planta de cannabis.
En qué se diferencia el CBD del cáñamo y el cannabis
El cáñamo y el cannabis son primos de la misma familia de plantas: el cannabis sativa.
Cada uno de ellos se cultiva para diversos propósitos, aunque tienen diferentes características y características.
Cáñamo
El cáñamo es un cultivo industrial que tiene niveles extremadamente bajos de THC, generalmente por debajo del 0,3%. Sin embargo, es una rica fuente de nutrientes y CBD. El cáñamo se cultiva ampliamente con fines comerciales e industriales; toda la planta de cáñamo, incluidas las hojas, tallos, brotes y semillas, se puede convertir en varios productos útiles diferentes.
Debido a que el cáñamo es una rica fuente de CBD natural, la mayoría de los productos de CBD fabricados en todo el mundo están hechos de cáñamo. También facilita la producción de grandes cantidades de CBD derivado del cáñamo porque la planta de cáñamo se ha eliminado de la Ley de Sustancias Controladas en 2018 gracias a la legalización de la Ley Agrícola. La ley permite que el cáñamo se cultive legalmente y luego se produzca en productos de CBD para que el público lo consuma.
Cannabis
El cannabis y la marihuana son lo mismo. Esta especie de la planta de cannabis sativa contiene altos niveles de tetrahidrocannabinol (THC) que es psicoactivo y te coloca. También contiene alrededor de 500 compuestos diferentes, incluidos cannabinoides, terpenos y flavonoides que contribuyen a los aromas, efectos y beneficios para la salud de las cepas de cannabis.
El cannabis puede contener desde 5 hasta 30% de THC, aunque tiene niveles muy bajos de CBD. Pero gracias a la reciente ingeniería y cría, las variedades de cannabis se pueden hacer para producir niveles mucho más altos de CBD en estos días. También hay variedades de cannabis artesanales que tienen un alto contenido de CBD, y pueden producir productos de CBD de calidad como aceites, tinturas y comestibles. Además, para los consumidores que prefieren consumir fumando, puedes consumir CBD fumando la planta de cannabis en forma de flor porque no puedes fumar cáñamo.
Si bien docenas de estados han legalizado el cannabis para uso médico y / o recreativo, el cannabis sigue siendo ilegal a los ojos del gobierno federal.
¿Hay alguna diferencia en el CBD?
Cuando comparas la estructura molecular del CBD hecho de cáñamo con la del cannabis, son exactamente iguales.
Legalidad: Los productos hechos de cáñamo, incluido el CBD, son legales en todo Estados Unidos. Uno puede transportar CBD derivado del cáñamo a través de las fronteras estatales, mientras que las empresas pueden cultivar y fabricar productos de CBD sin tener que preocuparse por ninguna implicación legal.
Pero con el aceite de CBD hecho de marihuana, depende de cada estado definir si es ilegal o no. Sin embargo, a los ojos del gobierno federal, el aceite de CBD hecho de marihuana sigue siendo un producto de marihuana y si lo atrapan viajando con él o cruzando las fronteras estatales, puede haber algunas implicaciones legales graves.
Contenido y efecto de THC: Dado que el aceite de CBD y los productos hechos de la planta de cáñamo tienen trazas extremadamente bajas de THC, los consumidores pueden esperar sentirse poco o nada alto. De hecho, tendrías que consumir una cantidad ridículamente alta de aceite de CBD con trazas de THC para drogarte. Simplemente no tendría ningún sentido en absoluto porque si los efectos psicoactivos son la prioridad, entonces debería consumir productos de THC y no CBD.
Perfil de nutrientes: El cáñamo no cuenta con un perfil cannabinoide tan rico como el cannabis. Dado que los cannabinoides también tienen una gran cantidad de numerosos beneficios para la salud, solo podrás disfrutarlos si consumes CBD derivado del cannabis. Pero el CBD del cáñamo es rico en vitaminas y ácidos grasos, lo que lo hace adecuado para tratar trastornos relacionados con la piel y la inflamación, así como para la salud y el bienestar general.
Muchos pacientes medicinales que usan CBD para tratar afecciones se benefician del consumo de CBD derivado del cannabis. Sus beneficios terapéuticos son simplemente más potentes gracias al efecto séquito que trabaja sobre todos los cannabinoides y terpenos presentes.
Dónde encontrarlos: Los aceites de CBD y otros productos de CBD hechos de marihuana solo se pueden comprar legalmente en dispensarios con licencia en estados que han legalizado el cannabis. Por otro lado, puede comprar fácilmente CBD derivado del cáñamo en casi cualquier lugar.
Dicho esto, los pacientes deben investigar y discutir con sus médicos sobre el tipo de aceite de CBD que es mejor para usted. Incluso si desea comenzar a complementar con CBD para la salud general, aquí hay ciertas cosas que debe tener en cuenta:
Certificado de análisis (COA): El COA le proporciona información sobre los otros ingredientes o compuestos utilizados en la planta. Los COA legítimos deben informarle sobre el análisis de cannabinoides, metales pesados, si los hay; y análisis de plaguicidas. Manténgase alejado de los productos que solo le dicen los cannabinoides presentes porque pueden no ser tan transparentes con usted.
Algunos COA también incluyen información detallada sobre terpenos, disolventes residuales y micotoxinas.
CBD orgánico y no transgénico: Idealmente, quieres consumir cannabis orgánico y no transgénico y productos de CBD. Esto le dará la tranquilidad de que está tomando ingredientes limpios que están libres de pesticidas y otros productos químicos que pueden ser perjudiciales para su salud. Muchas plantas de cáñamo y cannabis están modificadas genéticamente, pero varias marcas de CBD afirman no ser OGM, pero no tienen la verificación adecuada. Siempre investigue la marca para obtener más información sobre sus plantas de cáñamo.
Ingredientes: Dependiendo del tipo de aceite o producto de CBD que esté consumiendo, algunos fabricantes pueden haber agregado otros ingredientes para hacerlo más sabroso. Los aceites de CBD generalmente se mezclan con un aceite portador como el aceite MCT, el aceite de coco, el aceite de oliva, el aceite de girasol o el aceite de almendras. Con todas estas opciones, puede elegir fácilmente cuál es la mejor para sus necesidades.
Conclusión
Depende de los consumidores conocer las diversas ofertas de productos de CBD en el mercado. No todos los productos se crean por igual, por lo que debe asegurarse de que está consumiendo solo CBD de alta calidad para su salud y seguridad.
Aumenta el uso de cannabis medicinal como sustituto o como ayuda a los medicamentos recetados y legales
La planta del cannabis se considera medicinal desde hace miles de años, ahora y después de décadas de prohibición el ser humano vuelve a creer en ella para este uso.
Una larga historia del uso de cannabis medicinal
El cannabis es una planta milenaria y reconocida por sus usos medicinales desde hace miles de años. Ya el en el siglo I d.C, el escrito sobre herbario Pen Ts’ao Ching (farmacopea china más antigua) y que es atribuido al legendario emperador chino Shen-nung, ya relataba las bondades de esta planta para ciertas dolencias como la malaria, el reumatismo, el estreñimiento o los calambres menstruales.
El emperador Shen Nung es venerado como el padre de la medicina china y también se le considera el padre de la agricultura china. El emperador enseñó a su pueblo a cultivar cereales para alimentarse y así evitar sacrificar animales, además, usó y probó todo tipo de hierbas y plantas para poder comprobar su valor medicinal.
Anteriormente y en otra parte del mundo, el cannabis en el antiguo Egipto y 2000 años antes de Cristo, se utilizaba para combatir el dolor según los escritos de la época. Además, existen evidencias de que lo usaban para el tratamiento y remedio del glaucoma y la inflamación entre varios usos. El Papiro de Ebers escrito sobre el 1550 a.C y uno de los libros médicos con más antigüedad encontrados, mencionaba varias fórmulas con cannabis para aliviar el dolor, la inflamación y ciertas lesiones. Las mujeres egipcias usaban cannabis para combatir la depresión y algunos problemas psicológicos en el antiguo Egipto
También, en la India el uso de cannabis medicinal es milenario y los médicos de esa época lo prescribían como un anestésico. En la mitología de la India y especialmente relacionados con el Dios Shiva, existe varios preparados sagrados y sanadores con la planta del cannabis (viyaia) como el bhang o el bhang Iassi.
El uso del cannabis medicinal por el hombre moderno
En las naciones occidentales y especialmente en los Estados Unidos, crece la dependencia de la población de los fármacos o medicamentos opioides recetados por el colectivo de profesionales médicos. Muchas personas están sufriendo la epidemia de este consumo que en una gran mayoría es consumido para paliar graves problemas de salud como el dolor crónico, la falta de sueño reparador o también para combatir el sufrimiento de muchos problemas mentales como la depresión, estrés, ansiedad y más.
El cannabis medicinal, es decir el uso de cannabis como ayuda para combatir los problemas de salud, cada vez es más utilizado como sustituto de muchos fármacos opioides que si que tienen un “precio” que cobrar a la salud de sus consumidores. Este tipo de fármacos recetados producen dependencia física a sus consumidores y en bastantes casos están produciendo la muerte por sobredosis.
El ciudadano actual, gracias a la ciencia que es la única que nos puede ofrecer luz sobre el cannabis para uso médico, cada vez está más posicionado a favor de utilizar este tipo de medicina natural y que cientos de años con anterioridad, ya era usada para ciertas dolencias o enfermedades.
Cannabis medicinal para el descanso nocturno
El uso de cannabis medicinal es cada vez más utilizado por muchas personas para poder conciliar un sueño reparador en la sociedad actual. El porro nocturno antes de ir a la cama, una de las formas de consumo, es cada vez más usado por personas de mayor edad o maduras, está siendo una herramienta para descansar mejor sin tener que acudir a medicamentos no tan generosos con la salud de su usuario.
Cannabis medicinal por el estrés, ansiedad o depresión
La misma sociedad actual en los tiempos que corren, está bajo una gran presión que en muchas ocasiones termina con muchos ciudadanos acudiendo al médico y mostrando problemas producidos por un gran estrés. Los facultativos médicos en la mayoría de veces aconsejan tomarse las cosas con calma e inevitablemente a veces, recurren a medicamentos para ayudar a combatir estos modernos problemas o enfermedades para la salud.
Muchas personas saben y han experimentado con el consumo de cannabis para este tipo de problemas mentales y que a menudo tienen la depresión o la ansiedad como compañeros de viaje. El cannabis medicinal es una buena alternativa a los medicamentos opioides con receta, y sin los peligrosos efectos secundarios de estos últimos.
Cannabis medicinal por graves enfermedades
Una de las enfermedades o la enfermedad que mas vidas arrebata es sin duda los distintos tipos de cáncer. El cannabis como medicina paliativa o cuidaos paliativos es otro de los grandes usos que se le da al cannabis. El cannabis como ayuda a los duros efectos producidos por los medicamentos recetados para combatir esta enfermedad, también ha hecho aumentar los usuarios. También la ciencia ha puesto a varios tipos de cáncer en la diana del cannabis.
Personas que sufren también de otras enfermedades graves y debilitantes como son el SIDA y otras, pueden ayudarse de los efectos paliativos del cannabis medicinal.
Cannabis medicinal con alto contenido en cannabidiol o CBD
Muchas personas alrededor del mundo están conociendo y conocen los efectos beneficiosos del cannabidiol o CBD que proviene del cannabis para nuestra salud. Desde los muchos problemas o dermatitis que se producen en nuestra piel, hasta tipos de epilepsia, o ser un más que potente antiinflamatorio, pasando por considerable ayuda contra las enfermedades degenerativas como el Alzheimer o Parkinson, el cannabis aparece como una planta medicinal que además de ser natural, no lleva consigo los problemas conocidos y aparejados a la mayoría de medicamentos recetados.
El consumo de cannabis light por la actual sociedad, de bajo contenido en THC y alto contenido en CBD, cada día está siendo mas utilizado. Es una forma de consumir los beneficios medicinales o para la salud de esta planta, y sin sentir ese colocón o zumbido producido por la sustancia psicotrópica THC o tetrahidrocannabinol que a algunos usuarios molesta.
Cannabis medicinal en detrimento y ayuda de los fármacos recetados
Por todo lo anteriormente numerado y mucho más, la sociedad actual del siglo XXI y encabezada por las personas mayores, está mostrando cifras en aumento del consumo de cannabis medicinal como ayuda natural. El uso de una planta que ya hace miles de años se escribía sobre ella mostrando sus virtudes para la salud, en la actualidad sería la ciencia la que corrobora estos efectos beneficiosos de su consumo.
Si la sociedad actual tiene la alternativa o ayuda de un producto natural, en contra o como ayuda de otro químico, y la investigación y estudios así lo confirman o corroboran, es normal que el aumento del uso de esta planta es sus distintas formas esté en aumento. La planta en boca de la ciencia, no deja de sorprender por la gran cantidad de beneficios que su uso puede proporcionar a distintas enfermedades o de forma paliativa.
Las personas mayores son las que más se están beneficiando allí donde se legaliza su uso médico. Y si, también es una forma más natural de luchar contra esa plaga de opioides de este siglo, bienvenida sea.
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