¿Por qué la harina de cáñamo es mejor que la harina blanca?

Si hablamos de ampliar nuestros dotes culinarios, no puede faltar en nuestra cocina la harina de cáñamo.

Como ya sabemos, la harina blanca o refinada es muy dañina para nuestra salud, incluso, hay mucha gente que ni siquiera puede consumirla.

Estudios médicos asocian el consumo de harina blanca a problemas digestivos, como también problemas en nuestra piel.

Nuevas corrientes de alimentaciones cetónicas difunden y  amplían la posibilidad de incorporar nuevas harinas a nuestra dieta que no sean exclusivamente de trigo.

Como por ejemplo las harinas a base de cereales, como las de avena o salvado.

También encontramos las harinas a base de legumbres, como la famosa harina de garbanzo.

Pero la lista no queda allí, ya que también existen harinas a base de semillas: lino, sésamo o chía.

Actualmente en el mercado podemos encontrar con facilidad preparados que incluyen mix de harinas aptas para celíacos.

Sin embargo, podemos sumar a nuestra lista una harina no tan famosa pero sí muy beneficiosa.

Hablamos de la harina de cáñamo a base de semillas.

La popularidad de nuevas formas de alimentación, como el veganismo o vegetarianismo a logrado ampliar el abanico de posibilidades en la cocina.

A esto le sumamos la facilidad de acceder a novedosas y fáciles recetas a través de las redes sociales.

Existen innumerables portales solo dedicados a darnos los mejores tips para nuestra cocina. Incluso los grandes medios de comunicación lanzaron secciones de cocina para competir en la web.

Todo esto reafirma que alimentarnos correctamente es solo cuestión de actitud y, sobretodo, ganas.

Cuando pensamos en una alimentación saludable y balanceada, tratamos en principio de escaparle a los alimentos procesados.

Los cuales, en su gran mayoría, son producidos a base de harinas refinadas.

Por eso, la harina de cáñamo es una nueva aliada que podes incorporar a tu dieta.

La harina de cáñamo y sus beneficios

La harina de cáñamo se hace con las semillas de nuestra amada planta y es una recién llegada al mundo de la cocina.

Hay muchas razones por las que la harina de cáñamo está pisando fuerte en el mundo de la dieta y el consumo saludable, y aquí te contamos porqué.

  • La harina de semillas de cáñamo no contiene gluten.

Mientras que el gluten es un factor importante para dar y lograr una textura esponjosa a muchos productos horneados, también puede causar una variedad de síntomas gastrointestinales.

Recientemente se ha encontrado que estos males están asociados al consumo de gluten. Incluso muchas personas son intolerantes a esta sustancia.

También se pueden relacionar con condiciones médicas tales como enfermedad celíaca, alergia del trigo, la sensibilidad al gluten no celíaca y otras enfermedades autoinmunes.

  • La harina de cáñamo no utiliza agentes blanqueadores para acelerar el proceso de envejecimiento de la harina.

Las harinas blancas refinadas contienen un agente de blanqueo, el óxido de cloruro.

Este componente produce aloxana, un veneno que causa la diabetes, según estudios hechos en animales de laboratorio.

El óxido de cloro destruye también el aceite de germen de trigo de vital importancia, y acorta la vida útil de la harina y es alimento de insectos.

¿Alguna vez te preguntaste por que los insectos aparecen en la harina blanca?

  • La harina de cáñamo no contiene ningún agente blanqueador, lo que la hace mucho más saludable.

La harina de semilla de cáñamo contiene los ocho aminoácidos esenciales.

Mientras que las semillas de cáñamo no son la única semilla de planta que puede indicar este contenido, es el único que tiene la proporción correcta en forma de edestina, una proteína globulina en el 65 por ciento del contenido.

Lo que esto significa es que las semillas de cáñamo son muy nutritivas.

Como también, proporcionan una relación perfectamente adecuada para la ayuda en el cumplimiento de la necesidad celular del cuerpo, tales como la reparación del ADN.

  • Los métodos de refinado se limitan en la harina de semillas de cáñamo para proteger los nutrientes.

Es un hecho conocido que el proceso de refinado destruye los nutrientes esenciales de los alimentos.

Cuando se procesa la harina blanca para blanquearla, el 98 por ciento de magnesio se destruye, el 80 por ciento de hierro se elimina y toda la vitamina E se borra.

En cambio, las semillas de cáñamo con cascara conserva todos los nutrientes.

Como la fibra, magnesio, fitoesteroles, ácido ascórbico, beta-caroteno, calcio, hierro, potasio, fósforo, riboflavina, niacina y tiamina.

  • La harina de cáñamo no contiene ácidos grasos insaturados.

Las plantas han creado el contenedor perfecto para almacenar de forma segura los AGE (ácidos grasos esenciales), las semillas.

De esta manera, protegerlos del daño de la luz y del oxígeno, dado que la vida no puede fluir sin ellos.

Los antioxidantes y captadores de radicales libres que controlan la velocidad de oxidación están protegidos a través del equilibrio único en la naturaleza de las semillas de cáñamo.

En la actualidad, y cada vez con más ímpetu, se asocian los cuadros de enfermedades clínicas a una mala alimentación.

El primer paso que podemos tomar es buscar una dieta equilibrada.

Sumar alimentos ricos en fibras, reemplazar las harinas refinadas por harinas orgánicas, como la harina de cáñamo.

Puedes obtener tus propias harinas a partir de semillas, solo es cuestión de molerlas para poder utilizarlas.

Toma algunas semillas de cáñamo y súmalas como ingrediente a tu vida diaria.

Poner nuestro foco en fuentes biológicas de alimentación puede ser el camino para sentirnos mejor.

La harina de cáñamo a partir de semillas es la manera perfecta de comenzar con una nueva alimentación.

Y así contar con una vida más saludable y llena de energía.

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Ungüento de cannabis con los restos de la manicura

En este post de hoy te enseñaremos a preparar un ungüento de cannabis con los restos de la manicura. Sus beneficios del uso tópico de esta planta te sorprenderán.

Qué es un ungüento

La palabra ungüento proviene del latín unguentumparticipo activo de unguere (untar o ungir). También se conoce con el nombre más común de pomada.

Es una de las formas farmacéuticas más antiguas de las que se tienen constancia, usadas por ejemplo en Egipto hace más de 4.000 años.

Por definición, un ungüento o pomada es una sustancia de uso tópico cuya finalidad es la de calmar o curar heridas, quemaduras, erupciones cutáneas, sarpullidos, raspados y en general muchos problemas de la piel.

Aunque su composición química llega a ser muy variada, lo que tienen en común todos los ungüentos es que están constituidos por grasas y que presentan un aspecto semisólido a 25ºC.

Y extraño es el cultivador que no cuente con una gran cantidad de restos de la cosecha acumulada, desde manicura hasta algún cogollo pequeño de las partes bajas muy aireado o con no demasiada resina.

Todo esto se suele secar y conservar para en un futuro hacer un poco de hachís de buena calidad. En este post te damos una gran opción, que es la de hacer un ungüento de cannabis.

El ungüento de cannabis es un preparado de curación con siglos de historia, pues antiguas civilizaciones ya usaban preparados con las flores del cannabis para aliviar dolores musculares y causados por la artritis y el reuma.

Además estudios han demostrado que es eficaz para el tratamiento de quemaduras de hasta segundo grado, ciertos tipos de eczemas, acné, psoriasis y hongos.

Ingredientes ungüento de cannabis

  • 15 gramos de restos de manicura
  • 100 ml de aceite de oliva
  • 20 gramos de cera de abeja
  • 5 gramos de aceite de germen de trigo

Elaboración

Empezamos calentando en una olla el aceite a fuego medio, no debería sobrepasar los 100º. A continuación a añade la manicura. Si la trituras con un molinillo de café, será mejor.

En cuanto al aceite además del aceite de oliva, se puede usar otro tipo de aceites como de sésamo, de colza, de cacahuete, de almendras, de ricino, de almendras o de cedro.

Tendremos que dejar que la materia vegetal se cocine durante unas 2-3 horas. Durante este tiempo no te despistes con la temperatura no se vaya a quemar el aceite.

Si ves que el aceite humea mucho, baja el fuego, remueve más a menudo o retíralo unos momentos del fuego. Y siempre que sea posible, usa la campana extractora para reducir el olor en casa.

Pasado este tiempo, retiramos del fuego y colamos para retirar la materia vegetal con un colador. Usa un colador muy fino o un filtro de café, apretando bien para escurrir al máximo el posible aceite de cannabis que pueda quedar.

Es inevitable que siempre se quede algo de aceite en las hojas. Para aprovecharlo podríamos cocinar agua junto con el aceite y la manicura.

Una vez el líquido se haya colado y enfriado en la nevera, el aceite se separa del agua y se solidifica en la superficie. Podremos fácilmente extraerla con una cuchara y desechar el agua.

Con el aceite aún caliente, añadimos la cera de abeja. El calor residual debería ser suficiente para que la cera se diluya perfectamente.

Si fuese necesario, pon al fuego y calienta un poco más. Deja que enfríe un poco y añade finalmente el aceite de germen de trigo. Este aceite es muy rico en vitamina E, uno de los antioxidantes naturales más efectivos.

Ante de envasar este ungüento de cannabis aún líquido, te sugerimos hacer una pequeña prueba. Sobre un poco de papel de aluminio echa media cucharadita y mételo en la nevera.

Se enfriará rápidamente y podremos comprobar si su textura es de ungüento, o por el contrario nos ha salido demasiado cremosa o líquida.

En este caso lo que podemos hacer es añadir más cera de abeja. Si con el calor residual no se consigue derretir, la calentaremos de nuevo en la olla un poco más.

Terminamos envasando en botes pequeños, preferiblemente en recipientes opacos. Si son de pequeño tamaño, serán más cómodos.

Conclusión

El ungüento de cannabis casero se puede conservar en la nevera o en un lugar oscuro y fresco durante varias semanas, ya que no deja de ser un producto perecedero y 100% natural.

Puedes usarlo para todo tipo de dolores musculares, articulares y afecciones cutáneas. No se recomienda usar en heridas abiertas o sangrantes.

fuente

Autor: Bruno