Muchos de vosotros habréis leído alguna vez que el cannabis fue uno de los primeros cultivos en ser aprovechado por el hombre desde el nacimiento de la agricultura.
Las evidencias arqueológicas más antiguas del empleo de esta especie datan de hace aproximadamente 10.000 años de antigüedad y fueron descubiertos recientemente en la península de Anatolia (Turquía). Se trata de restos de un tejido confeccionado con fibras de cáñamo y de lino.
El uso del cáñamo más antiguo y evidente es el aprovechamiento de su fibra, por su gran resistencia y facilidad del cultivo. Avanzando en la historia, otras especies vegetales se han ido sumando al repertorio de fibras naturales a disposición de las diferentes culturas para elaborar sus tejidos, cuerdas y demás elementos utilizados en la vida diaria. De entre estas especies quería centrarme en el lino (Linum Usitatissimum), dado que los aprovechamientos y el procesado necesario para extraer su fibra son muy similares a los del cáñamo (Cannabis Sativa); de hecho, en algunos documentos antiguos de registros de producción de zonas agrícolas no se hace distinción entre producción de fibra en bruto de cáñamo y la de lino, por lo que no puede saberse con certeza en qué proporción se cultivaban estas dos especies en dichas zonas.
LAS EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS MÁS ANTIGUAS DEL EMPLEO DE ESTA ESPECIE DATAN DE HACE APROXIMADAMENTE 10.000 AÑOS DE ANTIGÜEDAD
En el noroeste de la península el cultivo y procesado del lino históricamente ha sido de gran importancia y se han conservado los aparatos y saberes necesarios para la obtención de tejidos basados en el lino hasta nuestros días, a pesar de que prácticamente ha desaparecido la industria textil de antaño. Quiero agradecer la gran labor que llevan realizando desde hace años la «Asociación de mulleres de Insua» y otras agrupaciones en Galicia en pos de mantener viva la tradición de los trabajos del lino. Esta asociación ha estado recogiendo los saberes y experiencias de las más veteranas para preservar esta cultura, incluyendo la restauración de los aparatos para extraer la semilla, la fibra, el hilado y los telares para elaborar tejidos que forman parte de los trajes tradicionales de la zona.
Cuando supe de la existencia de esta asociación, enseguida me puse en contacto con ellas para contarles mi pequeño proyecto de cultivo de cáñamo y demostraron un gran interés al momento, dado que además de las similitudes entre el cáñamo y el lino, también nos une la ilusión por reactivar la producción agrícola y salvar los terrenos agrícolas de nuestra comarca de la plantación masiva de eucaliptos. Unos días antes de hacerles una visita preparé una madeja de fibra de cáñamo de mi cosecha de la siguiente forma: seleccioné unos haces de tallos lo más largos y uniformes posible, los sumergí en agua durante una semana y posteriormente fui separando la fibra de la cañamiza manualmente y la lavé a conciencia. Tras esto conseguí un montón de fibra en bruto sin cañamiza y lo llevé conmigo el día que las fui a visitar con la esperanza de que pudiesen elaborar un hilo con ella y que sirviese para tejer. Pero cuando la señora con más experiencia intentó hilar la fibra enseguida me dijo que eso era muy duro y que si estaba seguro de que se podía hacer hilo con esa fibra. Intentamos refinar un poco la fibra con los peines de púas metálicas que se usan también para la fibra de lino, pero no había manera, así que me quedé con las ganas, pero había sido una tarde muy agradable, además les había llevado unos cañamones para que los probasen y un par de plantitas en macetas, para que pudiesen apreciar la belleza de la planta.
Este año tuvieron a bien invitarme como ponente a unas charlas dentro de un evento que organizan anualmente coincidiendo con las labores de agramado del lino. Sabiendo esto escogí esta vez los haces con los tallos del cáñamo de mi finca que se habían quedado más pequeños y delgados en las zonas de la finca con menor cantidad de nutrientes y una mayor densidad de siembra. En vez de sumergirlos en agua los dejé expuestos a la lluvia y al rocío del otoño durante casi un mes y medio, este proceso se conoce como «enriado» y consiste en favorecer el desarrollo de hongos y bacterias que degraden las sustancias gomosas (pectinas) que unen la fibra externa al interior leñoso.
Así que con varios haces de estos tallos me fui al evento con la esperanza de que esta vez si pudiese volver con un poco de hilo a casa. Las charlas tuvieron lugar por la mañana, centrándose éstas en la historia del lino en Galicia y en las nuevas aplicaciones que la semilla de lino o linaza estaban siendo utilizadas en programas de alimentación animal para lograr una leche de gran calidad. Entremedias, un servidor tuvo la ocasión de exponer la historia de nuestra querida planta, desde sus orígenes, su historia y la multitud de aplicaciones que puede llegar a tener en múltiples sectores industriales, además de las nuevas investigaciones sobre los efectos terapéuticos de los cannabinoides. La media de edad del público era bastante alta, con lo que tampoco quise entrar en demasiada profundidad en los detalles de los efectos psicotrópicos de las plantas de cannabis ricas en THC, puesto que tampoco era el tema que se estaba exponiendo, pero más tarde algunas personas del público sí me preguntaron por aplicaciones terapéuticas concretas y los «efectos colaterales».
Después de la comida las señoras empezaron la demostración de las labores de procesado del lino, así que me fui a por mis haces de cáñamo a la furgoneta y me puse con ellas a realizar las mismas tareas que ellas hacían con el lino. La fibra obtenida de esta manera fue bastante más fina que la del año anterior, pero seguía resultando difícil de hilar, sobre todo porque aún quedaban restos de cañamiza que dificultaban mucho la tarea, y el «hilo» que conseguíamos seguía siendo demasiado tosco para poder utilizarlo para tejer en un telar. Ahí radica una de las principales diferencias entre las dos fibras: mientras que el lino puede transformarse en tejido, lograr el mismo resultado con el cáñamo requiere un esfuerzo mucho mayor. De ahí el hecho de que el textil de cáñamo se emplease sobre todo en cordelería, sacos, lonas, redes o velas, puesto que son elementos mucho menos refinados que los textiles empleados para prendas de vestir y donde realmente se necesitan materiales robustos y de alta capacidad mecánica.
En varios de los testimonios que he podido ir recogiendo de la gente mayor en este tiempo, generalmente se asocia el cultivo de cáñamo a la elaboración de sogas y cuerdas, ya sea de forma profesional (los cordeleros) o, sobre todo, para el autoabastecimiento de las casas de labranza. A partir de esto, con el resto de paja de mi pequeña finca intentaré procesarla y elaborar una cuerda, y para ello necesito encontrar a alguien que haya mantenido vivo este oficio hasta nuestros días, como lo han hecho las señoras de Insua con el lino.
Claro está que estos aspectos transicionales y folclóricos de los aprovechamientos de fibras naturales en las distintas regiones difícilmente podrán ser la base de una industria moderna y competitiva del cáñamo o el lino, pero son un recordatorio necesario y una ayuda impagable para alguien como yo que nunca ha conocido de primera mano esta cultura.
Se necesitará mecanización, inversiones y técnicas de mercado para hacer crecer la industria, pero son nuestros mayores (y siempre lo han sido) los que nos ayudarán con sus experiencias y con los conocimientos que ellos, a su vez, aprendieron de sus mayores, los que nos servirán para formar una base sólida de conocimientos y para llevar a cabo nuestros planes. Al fin y al cabo, la historia siempre se repite, o eso dicen, y si hace 10.000 años el cáñamo fue de gran ayuda para desarrollar sociedades avanzadas, sin duda creo que volverá a ser de ayuda para superar esta crisis en la que estamos inmersos.
Si eres una amante de la cocina con marihuana, no te pierdas nuestro post de hoy. Te proponemos una receta fácil y deliciosa como es la del mantecado de cannabis.
El origen del mantecado
Los mantecados son un dulce español que se puede degustar también en cualquier época del año. Aunque es en Navidad donde alcanza muy mayor consumo.
De hecho en polvorón tan típico de Navidad es una especialidad incluida dentro de los mantecados. La diferencia es que el polvorón lleva almendra e incluye un recubierto de azúcar glasé.
Su origen se sitúa en la región de Andalucía, donde en el siglo XVI y debido a las excelentes cosechas de cereales y el excedentes de manteca de cerdo, surge su receta que poco ha variado a lo largo de los siglos.
Sus ingredientes son básicos, aunque su sabor es delicioso. Como es habitual en nuestro blog, adaptamos todo tipo de recetas. En este caso, la adaptación será para hacer un mantecado de cannabis.
No deja de ser una forma de consumirla muy saludable tanto para personas que tan sólo buscan efectos recreativos, o aprovecharse de las propiedades terapéuticas de nuestra planta favorita.
Ingredientes mantecado de cannabis
250 gr de harina de trigo
10 gramos de cannabis
175 gr de manteca de cerdo
150 gr de azúcar
2 yemas de huevo
3 cucharadas de semillas de sésamo tostadas
1 cucharadita de canela
Elaboración mantecado de cannabis
Lo primero como siempre es integrar el cannabis. En este caso contamos con la manteca, un ingrediente graso que disolverá los cannabinoides de los cogollos.
Así que un cazo, añade la manteca y el cannabis triturado. Y cocina a fuego suave durante unos 30 minutos. Pasado este tiempo, cuela para retirar la materia vegetal y reserva la manteca cannábica.
Es mejor que se solidifique de nuevo, así que necesitará una o dos horas de reposo. Primero a temperatura ambiente, y después en el frigorífico una vez haya enfriado.
La temperatura para una correcta descarboxilaciónno debería superar los 120ºC. Un termómetro de cocina nos ayudará a no superar esa cifra.
Por otro lado, secaremos la harina para deshidratarla completamente. Para ello extiéndela sobre una bandeja y métela al horno a unos 100º, a media altura y con la selección de calentamiento superior e inferior.
Cada 10 minutos remuévela con una cuchara o un tenedor. Con 30 minutos es suficiente, siempre vigilando que no se tueste o dore en exceso.
Debe mantener su color blanco, pero al sacarla del horno la notaremos mucho más suelta que de costumbre. Retira del horno y deja que enfríe.
El siguiente para en esta receta de mantecado de cannabis, será el de en un cuenco o bol vacío añadir la manteca de marihuana que debería estar completamente fría, el azúcar y la cucharadita de canela.
Batimos con unas varillas manuales o de una batidora hasta conseguir mezclar completamente estos ingrediente. Llevará su tiempo ya que será una masa seca y dura.
Posteriormente añadimos las dos yemas de huevo y dos cucharadas de semillas de sésamo, volviendo a remover para que se mezclen completamente. Para terminar, añadimos la harina y amasamos con la mano, haciendo una bola.
A estas alturas ya tendremos preparada la masa del mantecado cannábico. Precalienta el horno a unos 115-120ºC mientras continuamos con la preparación.
Extiende la masa con la ayuda de un rodillo hasta conseguir una lámina de un grosor de aproximadamente medio centímetro.
Con un corta masas o vaso de unos 5-6 cm de diámetro, comienza a sacar de la masa estirada las porciones de mantecado.
Con la masa que sobre, vuelve a hacer una bola y repite de nuevo el proceso de extender y cortar más porciones hasta terminarla.
Coloca cada uno de los mantecados sobre una bandeja de horno previamente untada en manteca o aceite para que no se peguen.
Añade para terminar unas pocas semillas de sésamo sobre ellos y asiéntalas ligeramente con un dedo. Y hornéales hasta que veas que comienzan a dorarse.
Al trabajar el horno a tan baja temperatura, puede que sean necesarios 40-60 minutos, dependiendo de si el horno tiene ventilación.
Retira del horno y deja que enfríen antes de pasarlos a un plato o tupper, ya que son muy frágiles. Después, tan sólo te queda disfrutar de su sabor y sus efectos.
Recomendaciones
Como siempre que se trata con marihuana ingerida, se debe tener mucha precaución. Una dosis elevada puede llevar a unos efectos muy desagradables.
Sus efectos son muy retardados en comparación con el cannabis fumado o vaporizado, que son instantáneos. Hasta pasada una hora, no se suelen apreciar los efectos cuando se ingiere.
Con la masa que obtengas, intenta hacer 20 mantecados. Así que cada uno mantecado de cannabis tendrá 0,5 gramos de hierba. Esta será una cantidad más que prudente.
Como uno y espera al menos una hora hasta que los efectos empiecen a notarse para decidir comer otro o no. Con un poco de experiencia se controlarán mejor las dosis que necesitará cada persona.
¿Es posible tratar la ansiedad, depresión y estrés con cannabis? ¿Qué variedades de cannabis pueden ayudarte con estos trastornos de la salud?
Según un informe científico publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) los casos de ansiedad y la depresión en el mundo aumentaron un 25% en el primer año de la pandemia COVID-19. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas padecen depresión y ansiedad.
¿Es posible tratar estos trastornos de la salud con cannabis? La respuesta es afirmativa. De hecho, un estudio del departamento de Psicología de la Universidad del estado de Washingon reveló que el cannabis inhalado reduce significativamente la depresión, la ansiedad y el estrés. El estudio, publicado por Journal of Affective Disorders en agosto de 2018 señala que el cannabis reduce hasta en un 50% los niveles de depresión, y un 58% en el caso de la ansiedad y el estrés.
De este estudio se extrajeron las siguientes conclusiones:
Un nivel bajo en THC /alto CBD reduce los síntomas de la depresión
Un nivel alto THC /alto CBD reduce los niveles de estrés
Mayores concentraciones de THC y CBD reducen los nivelesansiedad
Según esta investigación, el cannabis se utiliza comúnmente para aliviar la depresión, la ansiedad y el estrés. De hecho, uno de los motivos más frecuentes del consumo de cannabis es hacer frente al estrés (Hyman y Sinha, 2009), ya que el 72% de los consumidores de cannabis que consumen diariamente lo hacen para relajarse o aliviar la tensión (Johnston y O’ Malley, 1986).
Paralelamente, Webb y Webb (2014) hallaron que el 50% de los pacientes de cannabis medicinal que usaban cannabis para tratar el dolor informaron que proporcionaba alivio de la ansiedad y el estrés.
¿Qué variedades de cannabis pueden ayudarte con el estrés, la ansiedad y la depresión?
Cada planta de cannabis presenta una genética con una composición diferente, es decir, distintos niveles y combinaciones de cannabinoies, terpenoides, flavoinoides, etc. De ahí que no todas las variedades sirvan para tratar estas enfermedades. Según el Dr. Garcia de Palau, de Kalapa Clinic el efecto terapéutico de una variedad de cannabis viene determinado por el porcentaje de cannabinoides, terpenos, flavonoides y otras sustancias activas que encontramos en las diferentes variedades o cepas.
Es por ello que cada genética genera una psicoactividad distinta. Así, algunas variedades sativa tienen un efecto euforizante y cerebral mientras que a las índicas poseen un efecto narcótico, sedante y físico. De este modo, una variedad sativa podría funcionar en pacientes con depresión, mientras que una variedad índica podría ayudar en episodios de estrés.
Deimos de Buddha Seeds es una variedad de predominancia índica, autofloreciente ideal para inducirte a la calma y el relax. Por otro lado, Buddha Dosi2, de la familia de cepas de USA Collection Strains, es perfecta para el insomnio y la ansiedad. Si optas por cepas no automáticas, Kraken tiene una potencia altamente narcótica.
En el caso de las variedades sativas te recomendamos las variedades autos Magnum o Calamity Jane y Pulsar, variedad no Auto. Con estas variedades sativas de Buddha Seeds lograrás un efecto más eufórico y energizante.
Efecto entourage o séquito del cannabis
En ocasiones, hay patologías que no pueden ser tratadas sólo con un cannabinoide. La sinergia entre diferentes cannabinoides produce el efecto séquito, término acuñado por el investigador israelí Raphael Mechoulam y que defiende que los compuestos secundarios en el cannabis, como por ejemplo los terpenos, pueden aumentar los efectos beneficiosos del THC y reducir la ansiedad inducida por su psicoactividad. Es decir, la sinergia del CBD y otros componentes del cannabis con el THC potencia sus beneficios, actuando como antagonista de efectos adversos, y por tanto, produciendo una menor toxicidad que tendría con el THC de manera aislada.
Posteriormente el investigador estadounidense Ethan B. Russo, estudió cómo ese efecto séquito puede ser aprovechado para tratar el dolor, la inflamación, la depresión, la ansiedad, la adicción, la epilepsia, el cáncer, los hongos y diversas infecciones.
Pero ¿cómo podemos saber si en una variedad predomina el THC o el CBD? Esta información viene expresada a través del ratio de ambos componentes, el cual se obtiene con un análisis cromatográfico. Por ejemplo, hay variedades con ratio 1:2 (como Medikit de Buddha Seeds), otras con ratio 1:0 (como Quasar de Buddha Seeds ), siendo el primer número correspondiente a THC y el segundo a CBD. Aunque es posible verlo al revés, especialmente en países anglosajones. La información del ratio suele aparecer en la ficha técnica de cada variedad.
No obstante, no debemos confundir el ratio con el porcentaje de CBD y THC, el cual corresponde a la cantidad de ambos cannabinoides en la planta.
Las plantas que contienen una proporción equilibrada de THC y CBD (ratio 1:1) presentan las ventajas terapéuticas de ambos componentes, como por ejemplo la inhibición de las señales nerviosas que se asocian con el dolor, produciendo un efecto calmante.
Actualmente podemos encontrar este tipo de variedades en muchos bancos de semillas. En el caso de Buddha Seeds la variedad no autofloreciente Morpheus los ratios de CBD y THC están equilibrados. Morpheus obedece al propósito de Buddha Seeds de avanzar en la investigación y genética de variedades ricas en CBD, como ya lo hizo con Medikit.
Desde muy joven, David Aransay (Madrid, 45 años) vive comprometido con el cannabis. Dueño de un grow shop que va a cumplir dos décadas de existencia y que es hoy mucho más que una tienda, ha sido testigo y partícipe de las grandes transformaciones que ha experimentado el sector. Hijo de una familia religiosa, su temprano romance con la planta le costó muchas riñas con sus mayores y hasta la visita a un psicoanalista, al que le contaba sueños inventados. Nada de eso le impidió convertirse en un exitoso empresario cannábico. Con un porro encendido hablamos de su iniciación, de la evolución del hachís marroquí que empezamos a fumar, de sus comienzos como cultivador, de la fuga de cerebros y del papel de los pioneros españoles en el mundo cannábico, de la apertura de su tienda y de los cambios que la han convertido en una empresa que no solo vende, sino que participa en la invención de nuevos artefactos y asesora en proyectos aquí y en el extranjero.
¿Cómo fue tu primer porro?, ¿cómo eran los porros de principios de los noventa?
Con catorce años me fumé mi primer porro con un colega que le robó una china a su hermano mayor. El primer porro nunca se te olvida, y menos, la compañía con la que te adentrabas en ese “mundo oscuro y peligroso”. El hachís de esa época procedía de plantas marroquís de hoja sativa pero de floración rápida. En agosto cortaban las plantas y las secaban al sol. Como bien sabemos, las sativas puras tienen la hoja fina, y esto hacía que, al secarlas al aire libre, a mediados de agosto, el sol le diese directamente a la resina, degradando el THC y convirtiéndolo en CBD, de ahí que el efecto fuese narcótico. O como decíamos nosotros entonces, cuando nos quedábamos planchados por el efecto: “me ha entrado el fantasma”. El “apaleado”, hachís que se sacaba de golpear la planta entera con palos para conseguir unir las fibras y poder hacer las placas, nos dejaba inmóviles, como poseídos por un fantasma.
Debió de gustarte mucho la experiencia para encarrilar tu vida por la senda cannábica; tuviste además que luchar para conseguir el respeto de tu familia. Según me contaste, tus padres cuando se enteran de que has fumado porros se asustan y te mandan al psicoanalista. Tenías entonces quince o dieciséis años. ¿Cómo viviste ir al psicoanalista?
Que ese mundo de los porros fuera considerado oscuro y peligroso era, sin duda, por la falta de información tanto de los padres como de los hijos. Por este desconocimiento, tus padres intentaban poner un remedio para evitar esa famosa escalada en las drogas, que aseguraba que si te fumabas un porro acababas inyectándote heroína. En las sesiones con el psicoanalista me inventaba los sueños, ya que los fumetas raramente recordamos los sueños, y, mientras hablaba, toqueteaba la china del bolsillo solo esperando a que se acabara el tiempo para ir a fumar con los colegas del barrio. En fin, yo lo veía como un sacacuartos, pero a los viejos los dejaba más tranquilos; que yo fuera al psicoanalista les daba a ellos tranquilidad mental.
Del apaleado al paquistaní
Estamos sentados en su despacho, fumando mientras hablamos un excelente hachís marroquí con sabor a maracuyá. En España, la iniciación cannábica fue, al menos hasta el siglo xxi, con un hachís marroquí rico en CBD que te dejaba muy sereno. Poco que ver con este hachís psicoactivo que estimula el ánimo y los recuerdos juveniles de aquellos lejanos años noventa.
Mucho éxito no tuvieron tus padres en su empeño de que dejaras de fumar. Con dieciocho años viajas por primera vez a Marruecos para averiguar cómo se hace el hachís.
Sí, fue cuando estaba en la mili, en un puente de diciembre, y, más adelante, en agosto, en una demostración para guiris que nos hicieron en una pequeña plantación cerca del pueblo de Chauen. Allí nos enseñaron cómo vareaban la planta solo para mostrarnos el método utilizado; sin extraer un producto muy óptimo, debido a las altas temperaturas del verano. Yo les decía al quemar la china que dónde estaba la burbuja que salía cuando calentabas el buen hachís, y me decían con misterio que para eso había que utilizar el “doble filtro”. Querían decir, más tarde lo supe, quitarle los restos vegetales tamizándolo con una malla del 73, que deja en la bolsa solo los tricomas.
Desde entonces ha cambiado mucho el hachís marroquí. Tú me contaste que el cambio se produce alrededor del año 2000, que según te habían dicho gente del Rif, había una finca de marroquís por la zona de Anasar en la que cultivaba un alemán con semillas regulares de Skunk para llevarse un hachís de primera. Y que un año no bajó y el marroquí de la finca comenzó a vender las semillas cambiando la genética tradicional y generando otro hachís con mucho más THC, lo que en España empezó a venderse como hachís “paquistaní”. ¿Es así la historia? Supongo que no solo sería la genética. ¿Qué otras cosas cambiaron para mejorar la calidad de la extracción?
Sí, al menos esa es la leyenda. El cambio se produjo al introducir variedades sobre todo con base Skunk, que daban plantas más resistentes y productivas y, al ser más tardías, cambiaban también los tiempos de recolección. Al tener estas variedades hojas anchas y florecer en septiembre y octubre, la resina quedaba más protegida del calor y de los rayos del sol, degradándose menos el THC. Empezaron también a secar la planta en cobertizos o a la sombra, manteniendo así más los terpenos naturales de la planta. A principios del 2000 me pilló la policía una china de este nuevo hachís, el llamado “paquistaní”, y en el análisis salió que tenía un 23% de THC, cuando poco antes el hachís que nos llegaba tenía mucho menos. Se recuperó el doble filtrado, que es, como te he dicho, quitarle las impurezas una vez extraído, eliminando materia vegetal y tricomas mal extraídos utilizando una malla de 73 mm, haciéndolo siempre en frío y con movimientos suaves. Así se ha aumentado considerablemente la psicoactividad, hasta llegar en análisis a un 55% de THC con plantas híbridas como la Nicole Kush y otras variedades americanas.
Hay quien se queja de este incremento de la psicoactividad. Dicen que se perdió CBD, que el hachís marroquí dejó de estar tan bien equilibrado como estaba tradicionalmente. ¿Qué piensas sobre ello?, ¿el cambio fue a mejor o a peor?
El cambio aumentó considerablemente la cantidad de producción de la planta, pero efectivamente con los años se ha ido perdiendo la variedad autóctona marroquí, hibridándose cada vez más y resultando cada vez más difícil encontrar razas puras. Algún breeder sé que ha desarrollado feminizadas marroquís intentando por lo menos mantener esa planta sativa todoterreno, de efecto eufórico, floración rápida y sabor dulce.
Después del paquistaní aparecieron otras calidades, resultado del empleo de semillas de bancos españoles, en unos casos, compradas por los marroquís y, en otros, fruto de colaboraciones.
La cultura cannábica ya no tiene fronteras. Internet ha ayudado muchísimo a que fluya con rapidez la información respecto a nuevos cruces y todo tipo de sabores, que se encuentran tanto en flor como en extracciones. En Barcelona, sobre todo, hay clubs que te sorprenden con cartas que tienen tanto hachís de Marruecos, como extracciones de Estados Unidos o hechas en España.
Las primeras semillas
“Hemos ido cambiando con la evolución del sector. Los proyectos con los que te venía la gente hace años consistían en poner unas plantitas en la casa del pueblo. Ahora te llegan queriendo montar explotaciones cannábicas de CBD con certificaciones de ingenieros agrícolas; te piden presupuesto de sistemas eléctricos, estudios de campo para la fertilización personalizada, maquinaria de extracción…”
A finales de los noventa empieza la fiebre del autocultivo en España. La llegada de la revista Cáñamo contribuye y alimenta decisivamente el cambio, enseñando técnicas de cultivo y facilitando la adquisición de semillas mediante el anuncio de bancos holandeses en sus páginas, llegando incluso a regalar en la revista un coleccionable con la información de las variedades del banco Green House, las cuales se podían conseguir mediante contacto telefónico a través de Cáñamo y pagando contra rembolso. Uno de los primeros anuncios de Sensi Seeds publicados en esta revista permitió a David Aransay hacerse con semillas y alumbrar poco después su primera variedad.
En el año 97, gracias a la revista Cáñamo, compras tus primeras semillas, ¿cómo se hacía esa compra?, ¿qué variedades adquiriste?
Había que confiar en que te llegasen. Tenías primero que ir al banco a cambiar pesetas por florines para meterlos en una carta, enviarlos a Holanda y cruzar los dedos para que te llegasen a vuelta de correo esas preciadas semillas: las Mexican Xativa, Ruderalis, Maple Leaf Indica… Esas fueron las primeras variedades que compré. Todavía las recuerdo; eran las más baratas del catálogo de Sensi Seeds.
Eso fue poco antes de que se empezaran a vender semillas feminizadas, así que serían regulares, ¿creaste con ellas alguna variedad híbrida?
Sí, sin querer germiné una semilla de Skunk y una semilla que saqué de dentro de una china de hachís marroquí; fue justo ese mismo año, con unos fluorescentes Grolux de un panel de publicidad de cerveza. Al sacar las plantas en marzo al exterior, florecieron y, por no tener ni idea de machos y hembras, se polinizaron. Como entonces estábamos acostumbrados al hachís, nos quedamos muy sorprendidos por los efectos que tenía la buena marihuana y regalamos esas semillas a amigos de la Sierra, que quedaron alucinados con este cruce casual. A esta primera genética que hicimos la llamamos Manhattan Poison entre los colegas.
En el año 2003 abres tu grow shop. De ser una afición, el cannabis pasa a ser una profesión. ¿Por qué te dio por abrir un grow?
Después de poner en común con los amigos mis experiencias de cultivo con la planta, vi que era el momento de compartir esos conocimientos con personas que no los tuviesen y poder aprender también de muchos cultivadores que con generosidad compartían su experiencia y conocimientos.
Cuando un hobby se convierte en profesión puede hacer que disminuya la pasión, ¿las tensiones del trabajo te han hecho perderle amor hacia la planta?
La pasión y la dedicación yo creo que son las mismas. Ver la ilusión de la gente que confía en ti y lleva a buen puerto su proyecto siempre te recompensa.
Al principio tu grow fue una franquicia de Life Light (Life Light Majadahonda, se llamaba), pero enseguida te independizaste. ¿Cómo se te ocurrió ponerle a tu grow shop Gramovatio?
La mayor parte de las producciones agrícolas se miden por lo que producen por metro cuadrado o hectárea cuadrada. En nuestro caso, en todos los proyectos de desarrollo cannábico en interior, la pregunta de cuánto voy a sacar se concreta en cuántos gramos por vatio voy a cosechar. El gramovatio es la unidad de medida de cultivo en indoor.
El negocio se expande
Como una planta que crece y se ramifica, David ha propiciado que su negocio se expanda estableciendo vínculos y colaboraciones con otras empresas y sumando en su aventura empresarial a distintos profesionales. Con la empresa 3DMITA han colaborado para desarrollar y comercializar el papel de fumar Old School Paper (conocido por su producto estrella, un rollo deslizante de papel, más cómodo de llevar en un bolsillo que un librillo convencional), una máquina aventadora de semillas y otra para contarlas. Con Green Fantasy han participado en la elaboración de una peladora de cogollos que en su parte de abajo filtra los tricomas caídos y sirve para hacer extracciones en seco, una máquina capaz de procesar hasta mil kilos de materia vegetal al día. También han tenido un banco de semillas, Gramovatio Recolection Seeds, que, aunque ahora está momentáneamente en suspenso en espera de que cese la persecución al sector, se encuentra desarrollando, en alianza con otros bancos, una variedad en homenaje a Antonio Escohotado, que con suerte se pueda regalar a los lectores de Cáñamo en un futuro próximo.
Por los pasillos de la nave industrial que alberga Gramovatio me cruzo con Luis de Alcalá, el asesor técnico de cultivo integrado y de control de plagas y enfermedades, que forma parte de la empresa, un profesional experto en depredadores biológicos que vela porque los cultivos cannábicos salgan adelante aplicando los protocolos propios de la agricultura ecológica. Le pregunto por las plagas más comunes y su tratamiento y me da una lección magistral sobre arañas rojas que son masacradas por otros ácaros benignos, pulgones que son eliminados por chinches que tienen espadas en la cabeza, gusanos que se introducen por el culo de la larva de la mosca del suelo, se alimentan de ella y luego eclosionan saliendo millones de gusanitos más… Aunque los nombres de estos bichos los pronuncia en latín y no llego a comprender mucho de lo que me cuenta, no puedo evitar, sin duda estimulado por el hachís con sabor a maracuyá que acabo de degustar, que una batalla campal se represente ante mis ojos.
Continúo la visita por las instalaciones preguntando a dependientes y encargados, que se sorprenden de lo poco que sé sobre cultivo trabajando como trabajo en Cáñamo. “Es que me hago el tonto para que la gente me cuente cosas”, les digo con pose misteriosa, y vuelvo al despacho de David para continuar con la entrevista.
Hace seis años unificas la tienda y el almacén aposentándote en estos mil quinientos metros cuadrados, y, lo más importante, incorporas los conocimientos que habías desarrollado en todos estos años. Gramovatio adquiere entonces el apellido Horticultur@ Solutions. Ya no sois solo una tienda.
Hemos ido cambiando con la evolución del sector. Los proyectos con los que te venía la gente hace años consistían en poner unas plantitas en la terraza o en la casa del pueblo a la que iban los fines de semana. Ahora te llegan queriendo montar explotaciones cannábicas de CBD con certificaciones de ingenieros agrícolas; te piden presupuesto de sistemas eléctricos con sus especificaciones, estudios de campo para la fertilización personalizada, maquinaria de extracción adaptada a las necesidades de cada explotación…
Parte de vuestra labor se basa en colaboraciones con otras empresas.
Exactamente. Para poder ofrecer todos estos servicios de consultoría cannábica contamos con diferentes empresas del sector, con el objetivo de poder ofrecer todo lo que una empresa agrícola cannábica va a necesitar, tanto en asesoramiento, como en materiales y equipo formativo.
Desde el 2003, ¿ha cambiado mucho la clientela?
La clientela no ha cambiado mucho, lo que sí se ha dado es un aumento significativo. La clientela es muy diversa, de todos los estratos sociales y profesionales. Lógicamente, ahora hay muchos más clientes de clases trabajadoras, gente que se ha visto pisoteada por la pandemia y, al no tener recursos económicos para poder comprar en el mercado negro, han optado por el autocultivo como forma de proveerse y para poder seguir con su nivel de vida.
¿Habéis tenido algún problema con la policía en todos estos años?
Nunca. Una vez vinieron los municipales. Los clientes se asustaron, pero luego resultó que lo que querían era perlita para una boda: que si les podíamos vender cien litros de perlita para tirarla en lugar de arroz cuando salieran de la iglesia los recién casados… Les dije que éramos una tienda pequeña y que no teníamos sacos tan grandes. Otra tarde se presentó, también de uniforme, un guardia civil preguntando por un bote de fertilizante preventivo que su hermano se había dejado olvidado el día anterior. No me vengas así disfrazado, le dije, que me asustas a la clientela. ¡El susto que nos metimos! Aunque no hagamos nada ilegal, siempre te queda algo del miedo juvenil a la autoridad.
Además de Marruecos, países como Colombia, Uruguay o Tailandia se han beneficiado y se están beneficiando del saber hacer de los españoles en el ámbito cannábico. Tú hablas incluso de fuga de cerebros.
Sí, desgraciadamente, muchos de los mejores cultivadores y breeders de muchos bancos de semillas se han ido a países donde la legislación permite desarrollar la profesión con la tranquilidad de no estar expuestos a penas de cárcel o, lo más importante, sin el riesgo de perder el trabajo de años desarrollando y manteniendo las genéticas estabilizadas en la clandestinidad. Se van a otros países donde las leyes les permiten continuar su trabajo de estabilización y avanzar más rápido, en explotaciones cannábicas más extensas, donde pueden hacer pruebas a gran escala. Es, sin duda, una fuga de cerebros.
A los españoles nos gusta castigarnos y pensar que somos los peores o los últimos en todo, ¿es verdad que somos pioneros y expertos en el sector cannábico?
Pues yo creo que sí. Si nos remontamos a la época de los sesenta, veo más que a otros a los hippies españoles, con algún americano, adentrándose en el Rif y empezando a varear las plantas para hacer hachís. Lo de secar las plantas al sol quiero pensar que era que tenían prisa por volverse a Ibiza… Porque tradicionalmente en Marruecos no se hacía hachís, no extraían la resina, solo fumaban la planta, lo que ellos llaman kif. Los españoles ya estaban en esa época y, desde entonces, han estado presentes en los grandes cambios del sector; por ejemplo, las primeras semillas de genéticas con altos contenidos en CBD proceden de bancos españoles, y con ellas trabajan ahora mismo muchos países, allí donde la legislación lo permite.
Tú que has visto en primera línea la evolución del sector, ¿cómo imaginas el futuro?
La revolución cannábica está explotando a nivel mundial; no paran de legalizar en cada vez más países. Soñemos que este giro mundial consiga que se desarrolle una industria que pueda hacer sombra a todos los lobbies que tienen ahora el control sobre la alimentación, la industria farmacéutica y la petrolera. Como Jack Herer nos avisó en su libro El emperador está desnudo, el cannabis hará que todos estos lobbies pierdan el monopolio y el control que tienen sobre todos los gobiernos.
La escoliosis es una curvatura en la línea vertical normalmente recta de la columna vertebral. Este problema de la columna es padecido en todo el mundo por millones de personas, es más, muchos de ellos no saben que la sufren.
La columna vertical esta curvada en forma de “C” o de “S”. Muchas de estas personas no saben exactamente el por qué de su problema y esta curvatura se les ha ido produciendo poco a poco con el tiempo.
La llamada escoliosis idiopática sería una deformidad en la columna vertebral de una persona sana y sin saberse la causa por lo que se produce este problema.
Cuando se ve desde el lado, la columna debe mostrar una redondez suave en la espalda superior y la escoliosis muestra un grado de curvatura de la espalda (hacia adentro curvatura) en la zona lumbar. Una persona que sufre de escoliosis tendrá una columna vertebral que se parecerá más a una “C” o una “S” en lugar de una línea recta.
Con una mayor frecuencia se diagnostica en la infancia o en la adolescencia temprana. Aproximadamente el 2% y el 3% de los adolescentes occidentales a los 16 años tienen escoliosis. Menos de 0.1% tienen curvas de la columna de medición superior a 40 grados, que es el punto en el que la cirugía ya es una consideración. En general, las niñas son más propensas a verse afectadas que los varones.
Causas de la escoliosis
La escoliosis puede ser congénita en la naturaleza, lo que significa que puede ser causada por un defecto presente en el momento del nacimiento. También se puede clasificar como un neuromuscular cuando se produce como síntoma secundario de otra condición , como la espina bífida o la parálisis cerebral o idiopática, es decir la causa es desconocida.
La escoliosis idiopática es más común en adolescentes y es diagnóstico cuando se excluyen todas las otras causas, y comprendiendo aproximadamente el 80% de todos los casos. Otros tipos y causas de la escoliosis incluyen: escoliosis degenerativa que es el resultado de colapso óseo traumático (a partir de una lesión o enfermedad), anterior operación quirúrgica de espalda, o por la osteoporosis (disminución de los huesos).
Síntomas / Signos de escoliosis
Hay varias señales que pueden indicar la posibilidad de la escoliosis. Estos incluyen la longitud desigual de una pierna o la musculatura en un lado de la columna vertebral, una prominente costilla, el hombro cuchilla, o la acción lenta del nervio.
Escoliosis degenerativa del adulto
La escoliosis del adulto y como ya hemos dicho anteriormente es una deformidad rotacional compleja tridimensional de la columna vertebral. Esto sería el como resultado de una degeneración progresiva de las piezas vertebrales con la edad ya madura. Esto es originado de una enfermedad degenerativa, asimétrica del disco y que va creando cargas asimétricas y produciendo deformidad.
Esto produce dolor axial, radicular además de un déficit neurológico. Se puede tratar con fármacos haciendo una terapia física. También, el tratamiento se hace con infiltraciones epidurales y con operaciones quirúrgicas para personas con dolores difíciles de tratar. El fin de la cirugía sería la descompresión de elementos neurales restaurándolos para modificar esa deformidad y estabilizar el balance coronal y sagital.
Escoliosis y uso de la marihuana medicinal
Para una persona que sufre de escoliosis, a menudo siente dolor crónico en su forma de vida. Cuanto más grave sea la curva de la columna vertebral, más dolorosa puede ser la afección e interferir más con las actividades diarias y disfrute de la vida. El tratamiento tradicional disponible para la escoliosis sólo proporciona alivio a corto plazo para el dolor y la estabilidad de la curva. Además, el tratamiento destinado a corregir el problema a menudo aumenta el nivel de dolor en su proceso de intentar corregir el problema.
Los medicamentos anti-inflamatorios, así como los medicamentos a base de opiáceos, se prescriben con frecuencia para los pacientes con escoliosis; Sin embargo, los analgésicos basados en opiáceos conllevan un alto riesgo de desarrollar dependencia, así como una serie de otros efectos secundarios potencialmente negativos. Ya sea antes, durante o después del tratamiento tradicional, la marihuana medicinal puede ser útil en la lucha contra el dolor asociado con la escoliosis.
Numerosos estudios han examinado el uso de la marihuana médica como medicación de alivio del dolor y encontraron los efectos de la ingestión o inhalación de marihuana como una opción legítima y eficaz del alivio del dolor.
Varios estudios han concluido que el consumo de la marihuana medicinal alivió el dolor entre los consumidores de fármacos opiáceos y permitió a los pacientes reducir el consumo de estos fuertes medicamentos en un 27% mientras se mantenía el mismo nivel de alivio del dolor.
La marihuana medicinal contiene también cannabidiol, o CBD, que esta demostrado tener propiedades anti-inflamatorias. El CBD se encuentra en la marihuana medicinal, por lo tanto, puede ayudar a reducir la inflamación causada por la curvatura de la columna y / o los tratamientos que están destinados a enderezar la columna vertebral.
Conclusión
Cada año, los pacientes con escoliosis hacen más de 600.000 visitas a los consultorios médicos privados solo en Estados Unidos, se estima que 30.000 niños están equipados con un aparato ortopédico, y 38.000 pacientes se someten a cirugía de fusión espinal.
Estas cirugías son a la vez un alto riesgo y caras y no garantía de recuperación de la enfermedad. Con la marihuana medicinal, el dolor asociado con la escoliosis es totalmente descartado además de poder ayudar a la recuperación.
Los cannabinoides protegen la aparición de Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad esquelética degenerativa caracterizada por un deterioro del tejido óseo. Los pacientes con osteoporosis están en riesgo de sufrir fracturas múltiples y otras discapacidades graves.
Solo en países como Estados Unidos aproximadamente hay 10 millones de ciudadanos mayores de 50 años que sufren de osteoporosis y otros 34 millones están en riesgo de desarrollar la enfermedad, según la oficina del Cirujano General de los Estados Unidos
Referencias iniciales con respecto al uso potencial de los cannabinoides para proteger contra la aparición de la osteoporosis aparecen en la literatura científica a partir de la década de 1990.
Hasta la fecha, sin embargo, no hay trabajo clínico que haya tenido lugar investigando el uso de cannabis para esta indicación.
En la edición de enero de 2006 de las Actas de la Academia Nacional de Ciencias , los investigadores en el Laboratorio de hueso de la Universidad Hebrea de Jerusalén informaron que la administración del agonista cannabinoide sintético HU-308 desaceleró el desarrollo de la osteoporosis, estimulando la formación de huesos y reduciendo la pérdida ósea en animales.
Una investigación de seguimiento publicada en los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York en el 2007 informó que la activación del receptor de cannabinoides CB2 redujo la pérdida ósea inducida experimentalmente y estimuló la formación de hueso.
Los investigadores informaron anteriormente de que ratones deficientes en el receptor CB2 de cannabinoides tenían pérdida ósea acelerada experimentado una reminiscencia de la osteoporosis humana.
Más recientemente, los investigadores israelíes en el Laboratorio de la Universidad Hebrea de hueso evaluaron la capacidad de la administración de CBD para promover la curación en ratas con fracturas de femoral mediadas. Los investigadores informaron, “Que el CBD aumenta notablemente las propiedades biomecánicas en la curación de los fémures después de 8 semanas.”
Ahora, los científicos especulan que la principal implicación fisiológica de los receptores endocannabinoides específicos (receptores CB2) es mantener “la remodelación ósea en equilibrio, protegiendo así el esqueleto contra la pérdida ósea relacionada con la edad,” y que lleva a algunos expertos a creer que los cannabinoides pueden ser “una nueva y prometedora diana para el desarrollo de fármacos anti-osteoporótico.”
La cocina con cannabis cuenta cada vez más seguidores. Los motivos pueden ser varios, como por ejemplo que es un sistema de consumo muy saludable. Y por supuesto es una opción genial para los no fumadores.
También cada vez son más las personas que dejan atrás sus prejuicios sobre esta planta y comienzan a consumirla para aliviar dolores y náuseas, tratar el insomnio, la ansiedad o la depresión.
Además, la cocina con cannabis no tienes límites. La imaginación y las habilidades de cada persona decidirán hasta donde llegar. No tiene que ser necesariamente siempre un té, un bizcocho o unas galletas.
A la hora de cocinar con cannabis o con cualquier tipo de derivado como hachís, BHO, o Rosin, conviene tener en cuenta varios aspectos para que la experiencia dé como resultado una buena experiencia.
En este artículo te contamos lo que necesitas saber para introducirte en el apasionante mundo de la cocina con cannabis para no pasar malos momentos,
La descarboxilación
Antes de nada, debemos tener en cuenta que la marihuana en verde no contiene THC, que es el principal compuesto psicoactivo del cannabis.
Todos los cannabinoides están en su estado ácido (THCA, CBDA…). Podríamos comernos un gran cogollo crudo y no notar apenas nada, puesto que el THCA no es psicoactivo.
La descarboxilación es un proceso natural, mediante el cual los cannabinoides pasan de su estado ácido a su estado neutro. Este proceso se produce muy lentamente durante el curado.
Pero es al aplicar determinada temperatura a la hierba cuando el THCA se transforma en THC más rápidamente. Al fumar, la descarboxilación se produce al instante y es por lo que el cannabis coloca.
Por todo esto, al cocinar con cannabis y especialmente con recetas en frío como pueden ser batidos, ensaladas o aderezos, previamente debemos descarboxilar la hierba.
Para ello es tan sencillo como meterla en el horno a 105-120 ºC durante unos 30 minutos. Este paso previo es importantísimo si se quieren apreciar realmente los efectos psicoactivos de la hierba.
Pero, por otro lado, el THCA tiene también unas propiedades terapéuticas similares a las del THC, pero sin efectos psicoactivos. Resulta también muy interesante para los que busquen exclusivamente un uso terapéutico.
En recetas en las que requieran cocinado u horneado, no es necesario esta descarboxilación previa.
Los ingredientes de la cocina con cannabis
También se debe tener en cuenta que los cannabinoides no son hidrosolubles, es decir que no se disuelven en agua. Añadir un cogollo a un vaso de agua hirviendo no sirve de nada, pues los tricomas, que es donde se concentran principalmente los cannabinoides, no se disolverán.
Podremos sacar el cogollo y observar que aunque empapado, conservará sus tricomas, salvo alguno que se pudo haber desprendido, y que en todo caso reposará intacto en el fondo del vaso.
Los cannabinoides son liposolubles, es decir que se disuelven en grasas o aceites. Así que podremos usar cualquier tipo de receta que o contenga grasa o aceite, o se les pueda integrar una pequeña cantidad de grasa o aceite.
Algo muy habitual entre los habituales de la cocina con cannabis, es hacer una mantequilla o aceite cannábico y tenerlo a mano para usar cuando se necesite.
Prácticamente, cualquier receta acepta estos dos ingredientes, así que las opciones son múltiples. Pastas, carnes, pescados, ensaladas, postres…
Hacerlos es muy sencillo y en la nevera aguantan bastante tiempo. Podremos manejar las concentraciones que deseemos para ajustarlas a las necesidades de cada momento.
La dosis
Es un aspecto al que se le debe tener el máximo respeto en la cocina con cannabis. El cannabis fumado o vaporizado tiene unos efectos inmediatos y en pocos segundos se comienzan a apreciar intensamente.
Pero la marihuana ingerida tiene un proceso de asimilación más lento al tener que pasar primero por el aparato digestivo. Lo habitual, es que hasta pasada una hora no se comiencen a apreciar los efectos.
Un consumidor que habitúe a fumar cannabis, conoce sus límites y sabrá cuándo está fumando más de la cuenta. En estos casos se suele aparcar un rato el porro.
Con los efectos al ser casi instantáneos, es en otras ocasiones el propio cuerpo el que dice basta antes de llegar a una intoxicación, la cual todo sea dicho es muy poco común con el cannabis fumado.
Pero, en cambio, con unos efectos tan retardados como cuando se ingiere, puede llegar a ser muy fácil excederse con la dosis sin ser consciente de ello.
Las intoxicaciones por cannabis ingerido son bastante más comunes y los efectos muy desagradables. Pero afortunadamente, un buen sueño reparador es suficiente para superarla sin mayor problema.
Una buena dosis de entrada son unos 0,3-0,5 gramos de cannabis “por persona”. Es decir que si vas a hacer un bizcocho para compartir con 4 amigos, una buena dosis serían 3-5 gramos de cogollos.
Así podréis hacer 10 raciones, dos para cada uno. Si tras la primera y pasado un tiempo prudencial queréis unos efectos más intensos, comeos la segunda. Solo la experiencia hará que cada uno ajuste las dosis a sus necesidades o gustos.
La mantequilla de cannabis es uno de los ingredientes principales en muchas recetas y platillos verdes. Sin embargo, si no es elaborada adecuadamente puede modificar significativamente el sabor.
En la cocina cannábica constantemente encontrarás muchas recetas que requieren que nuestro ingrediente principal se encuentre combinado con un elemento graso para poder incluirlo dentro de la preparación. Algunos ejemplos de este tipo de preparaciones son losbrownies de marihuana, losbombones de cannabis o lastrufas.
La también llamada cannabutter es muy importante en cualquier preparación porque puede ser la diferencia entre un platillo que proporcione los efectos buscados y otro que solo tenga olor a cannabis. Aunque su procedimiento de preparación puede parecer complicado, en realidad es uno de los procesos más simples. A continuación te compartiremos la receta más sencilla y rápida para hacer mantequilla de cannabis.
¿Qué necesito para preparar mantequilla de cannabis?
7 gramos de cogollos de marihuana
250 gramos de mantequilla sin sal
Utensilios
Cazuela
Grinder
Colador fino o filtro de café
Recipiente con tapa
Cuchara
Termómetro de cocina y temporizador
Mantequilla de cannabis paso a paso:
El primer paso dependerá del cannabis que tengas. Si es una cosecha propia, elige los mejores cogollos de tu cultivo. Estos deberán de pasar por un proceso dedescarboxilación para su consumo. Este procedimiento se encarga de transformar los cannabinoides en estado ácido a estado neutro para potenciar sus psicoactivos.De esta manera con una correcta descarboxilación de cannabis el THCA se transforma a THC. Se puede realizar colocando los cogollos en el horno a una temperatura de máximo 115° por alrededor de 30 a 40 minutos. No obstante, es sumamente importante que revises la temperatura, ya que a 120° el THC puede llegar a descomponerse.Si vas a cocinar con marihuana este es uno de los pasos principales para obtener las propiedades psicoactivas que deseas. Sin embargo, algunas veces, encontrarás cannabis que compras puede haber pasado por este proceso. Para hacerlo bastará con que veas el color de los cogollos de cannabis, si aún son verdes es porque no han sido descarboxilados.
El siguiente paso es poner a derretir la mantequilla en la cazuela a fuego bajo. En este paso es igual de importante el calor que apliques a la mantequilla, ya que a temperaturas elevadas podría quemarse, lo que también cambiaría su sabor. Derrite con cuidado y mueve la mezcla constantemente.
Con ayuda de tu grinder, muele los cogollos hasta que quede un polvo. Una vez molida tu cannabis, añádela poco a poco a la mantequilla derretida sin dejar de mover la mezcla. Asegúrate que esté bien integrada y después mantén la mezcla a una temperatura de 115° por 45 minutos. Moviéndola de vez en cuando.En este punto de la preparación comenzarás a ver pequeñas burbujas y espuma formándose hacia la superficie. Para evitar que se derrame y que suba en exceso se recomienda no descuidar la mezcla y moverla constantemente. Recuerda que no debes usar utensilios plásticos porque estos se derriten.
Una vez que terminen los 45 minutos, apaga el fuego. Coloca un colador fino, un filtro de café o un colador de tela sobre el recipiente con tapa y cuela la mantequilla. Con una cuchara aprieta los restos vegetales que quedaron en el colador. Si tu colador dejo pasar algunos restos de marihuana, esto afectará directamente la caducidad de tu mantequilla.
Deja enfriar este recipiente tapado a temperatura ambiente. Después guárdalo en la nevera para que termine de solidificarse. Para una mejor conservación puedes poner plástico antes de la tapa para que quede mejor sellada y no se le adhieran otros sabores de la nevera.
Consejos para conseguir la mejor mantequilla de cannabis
Para conseguir que tu mantequilla de cannabis tenga la mejor consistencia y el mejor sabor, te compartimos los siguientes secretos:
Selecciona un especie con buen sabor: si dentro de tus posibilidades está utilizar diferentes variedades de cannabis hazlo. Existen muchas opciones y cada una de ellas tiene un sabor y olor únicos. Por ejemplo, las variedades OG Kush y Pakistan Chitral Kush tienen sabores cítricos que podrían hacer tus preparaciones más interesantes.
Considera la potencia de tu cannabis: si utilizaste tu propio cultivo y conoces la variante de la que se trata, es factible también que puedas investigar qué porcentaje de THC tiene tu planta y cuanto aproximadamente tu mantequilla. Además, como consumidor habitual de tu cultivo, probablemente ya conozcas sus efectos. Utilízala en cualquier preparación tomando esto en cuenta.
Tanto el congelador o el refrigerador son adecuados: para la correcta conservación de tu cannabutter no importa si utilizas la nevera o el refrigerado. Puedes almacenarlos en cualquier espacio de tu refrigerador, siempre y cuando tu mantequilla se encuentre bien cerrada, en un recipiente hermético que no pase la humedad.
Controla el calor a baño maría: si no quieres arruinar tu preparación por las altas temperaturas, puedes derretir la mantequilla a baño maría. Con este método tendrás un mejor control de la temperatura y podrás medir constantemente el calor de la preparación a través del agua.
No esperes resultados rápidos: aunque los efectos de la mantequilla son superiores a los de la marihuana fumada, debes considerar que al integrarse en los alimentos los efectos se retrasarán. Sus efectos serán visibles de 1 a máximo 3 horas después de su consumo. Esto dependerá de la cantidad de mantequilla que le hayas añadido a la preparación.
Ahora conoces cómo hacer mantequilla de cannabis de forma sencilla y algunos de nuestros secretos para conseguir la mejor preparación. Recuerda que en cualquier platillo cannábico que hagas, si estás cocinando para alguien más, deberás tomar en cuenta el tipo de consumidor que es esa persona y añadir una dosis adecuada.
Si la receta incluye mantequilla cannabica será comida por alguien que nunca ha probado algún derivado de esta planta, lo mejor será que incluyas una dosis mínima de tu mantequilla con cogollos a la preparación. Por ejemplo, puedes seguir la receta normal de los brownies y añadir poca mantequilla de marihuana.
¿Estás interesado en conocer más del mundo cannábico? Te invitamos a continuar enLa Marihuana y explorar nuestros demás artículos. Encuentra aquí todo sobre las variedades del cannabis, productos y opciones verdes que existen.
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