SUERTE A TOD@S
Día: 11 de diciembre de 2023
Aprende a hacer un aeroclonador casero y muy barato
En nuestro post de hoy te enseñaremos a hacer un pequeño aeroclonador casero.
Es muy sencillo de hacer y práctico, ya que en muy pocos días conseguiremos unos esquejes con una buena cantidad de raíces, listos para comenzar su andadura en cualquier tipo de sustrato. Y decimos pequeño porque será para unos 5 esquejes. Pero si cualquiera quiere hacerlo para muchos más, simplemente se deben multiplicar las medidas.
Lo necesario para hacer un aeroclonador casero
- 1 bomba de aire
- Tubo atóxico de 16mm
- Piedra difusora
- 2 tupers
- Una pequeña plancha de porexpán
- Herramientas
Cómo hacer un aeroclonador casero
Para crear nuestro aeroclonador casero lo primero es contar su funcionamiento y profundizar algo más en los materiales.
Los tuppers pueden ser de unas medidas aproximadas de 15×15 cm, y unos 10 cm de profundidad. Uno servirá de contenedor y el otro de cúpula.
Tanto la bomba de aire, como el tubo atóxico, como la pierda difusora, los encontraremos en cualquier establecimiento de acuarofilia. Muchos modelos de bombas ya incluyen tubo atóxico y piedra difusora.
Tampoco será complicado encontrarlos en cualquier Grow Shop, ya que se emplean para sistemas hidropónicos o el aireado del agua en un depósito de riego. Serviría la de menor caudal y todo el conjunto no superaría los 10-12 euros.
En cuanto al porexpán, lo usaremos en lugar de los neoprenos típicos de este tipo de clonadores. Necesitaremos una plancha pequeña, que tenga sobre 1-1,5 cm de grosor.
Y en cuanto a la herramienta, necesitaremos un cúter o cuchillo muy afilado (si tienes un taladro y brocas de metal tardarás mucho menos) y una lija o lima.
Con todo lo necesario, comenzamos cogiendo una de las dos tapas de los tuppers y marcaremos 5 círculos de unos 4-5 cm de diámetro.
La mejor disposición en este caso serían 4 en las esquinas (sin irse mucho al borde de la tapa), y otro en el centro. Como el 5 de un dado, para que quede claro.
Con el cúter o cuchillo, y con mucho cuidado, recorta los 5 círculos. Si tienes un taladro, simplemente perfila con una broca la circunferencia y repasa con el cuchillo después.
Haz también un pequeño agujero en un lateral de la tapa para pasar el tubo atóxico. Usa una broca del mismo diámetro que el del tubo para que al pasarlo no queden holguras y se mueva.
Y cuando hayamos terminado, con una lima o papel de lija, repasamos los bordes para que queden bien lisos y no dañen los collarines de porexpán que haremos a continuación.
Corta 5 círculos de porexpán de un diámetro un poco mayor que los orificios que hayas hacho en la tapa. Cada uno de estos collarines improvisados, lo debemos introducir en los orificios de la tapa.
Para que sea más sencillo introducirlos y extraerlos, por todo el borde de cada collarín recorta un poco en diagonal con un cuchillo para que haga un poco de cuña.
Por la parte inferior debe entrar por el orificio hasta hacer tope en la mitad del collarín aproximadamente. Por ejemplo, si los orificios de la tapa son de 5cm, la parte superior del collarín que sea de 5,5 cm y la inferior de 4,5 cm.
Después, haz un corte desde un lateral de cada collarín hasta el centro. Por esta ranura se desliza el cuello del esqueje para que quede firmemente sujeto.
Lo siguiente será añadir agua al tupper que funcionará de depósito. Con unos 3-4 cm de agua será suficiente. Después pasa el tubo atóxico por el pequeño orificio que hemos hecho y coloca la piedra difusora.
Debería quedar reposando en el fondo y en el centro del tupper. A continuación pon la tapa perforada sobre el tupper, conecta la bomba de aire y comprueba que todo funciona bien.
Ya solo nos queda introducir un esqueje en cada collarín e introducirlos en cada uno de los orificios. El tallo de los esquejes debería quedar una distancia del agua al tallo del esqueje de unos 2-4cm.
Al encender la bomba de aire, la piedra difusora comenzará a expulsar cientos de burbujas que al romper en la superficie de agua, salpicará con pequeñas gotas de agua los tallos de los esquejes, manteniéndolos siempre mojados.
Para terminar nuestro aeroclonador, con el otro tupper improvisaremos una cúpula que consiga mantener una alta humedad, muy importante en los primeros días.
En cuanto veamos que las raíces de los esquejes comienzan a brotar, ya podemos pasarlos al sustrato, sea tierra, fibra de coco o cualquier medio hidropónico.
Retira cada collarín de la tapa, y con cuidado rómpelo o córtalo sin dañar las raíces. Será muy sencillo dada la fragilidad del material que hemos empleado para hacerlo.
Si deseamos hacer un aeroclonador casero más grande, simplemente usaremos tuppers de mayor tamaño en los que podamos introducir muchos collarines.
También una bomba de aire un poco más potente, más piedras difusoras y piezas en Y necesarias para dividir la salida del aire de la bomba por diferentes tubos atóxicos.
Conclusiones
Un aeroclonador para 20 o 40 esquejes nos podría costar tranquilamente de 100 a 140 euros en un Grow Shop. Y en este aeroclonador casero de un tamaño similar lo harás por unos 15-20 euros. Hemos visto en nuestros foros cultivadores que lo han hecho y los resultados son siempre satisfactorios. Además, si hiciese falta, también podemos instalar un pequeño termocalentador de acuario para mantener la temperatura del agua óptima.