¿Qué se necesita para cultivar marihuana en interior? Consejos para principiantes y amateurs

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¡Asegúrate de que tus plantas cuenten con unas buenas condiciones de cultivo! Te decimos qué se necesita para cultivar marihuana en interior de manera exitosa.

Cultivar cannabis en interior es mucho más sencillo que mantener un cultivo exterior, ya que estos cultivos están menos expuestos a sufrir ataques de plagas, hongos y otros patógenos, cambios de temperatura extremos o condiciones adversas para su desarrollo. Sin embargo, no es nada extraño que el primer cultivo termine en desastre debido a una suma de errores de principiante. 

La elección de la iluminación, el sistema de ventilación, el sistema anti-olor, la cantidad de plantas o el sustrato, son la clave para tener un cultivo abundante. Por ello, en este artículo, te diremos qué se necesita para cultivar marihuana sin fracasar, tanto si eres un cultivador primerizo como si ya tienes experiencia.

¿Qué se necesita para cultivar marihuana en interior?

  • Semillas o esquejes
  • Buena iluminación
  • Ventilación adecuada

Semillas o esquejes

Lo básico que se necesita para cultivar marihuana en interior es, lógicamente, una semilla o esqueje de cannabis de donde partir. El proceso tiende a ser similar, aunque elijas partir de una semilla o esqueje. Lo único que debes tener en cuenta es que se trate de una variedad que se adapte bien a la zona de cultivo que le destinarás. 

Por ejemplo, las variedades índicas e híbridas de índica/sativa siempre serán más manejables que las sativas o híbridos con dominancia sativa, ya que estas son plantas de enorme crecimiento y, en ocasiones, un espacio en interior puede convertirse en una selva incontrolable. Además estas tienen generalmente un período de floración mucho más largo que puede durar hasta tres o cuatro meses.

La ventaja de empezar a cultivar a partir de esquejes es que podrás conocer su comportamiento antes de plantarlo en un nuevo espacio. Tendrás una idea previa de cuánto crecerá, cuánto tiempo tardará en florecer, cuánta cosecha produce, a qué saben sus cogollos o qué efectos tiene. Además, son mucho más manejables, ya que se pueden pasar a su etapa de floración tengan el tamaño que tengan. Eso sí, cultivar desde esqueje es mejor cuando se busca enraizar y florecer en una maceta pequeña y poner muchas plantas, ya que los esquejes no disponen del mismo tronco que una semilla y darán los cogollos más pequeños. 

Las semillas, en cambio, pueden llegar a ser un juego de lotería. Aún siendo de la misma variedad que otra planta que ya posees, puede que se trate de un fenotipo que produzca más o menos que otro, que tarde más en florecer o que sea menos potente. Lo que es cierto es que si quieres plantas grandes, ¡pon semillas o no llegarás a la producción estimada!

Buena iluminación

Lo siguiente que se necesita para cultivar marihuana en interior es un sistema de iluminación apropiado. La iluminación es uno de los pilares básicos en el cultivo interior, debido a que la marihuana es una planta fotoperiódica, cuyo crecimiento y cosecha depende directamente de la luz que recibe. 

Debes saber que no todas las lámparas son aptas para el cultivo interior. Afortunadamente, hoy en día el mercado nos ofrece muchas alternativas. Desde las clásicas lámparas de vapor de sodio especiales para la fase de floración o de halogenuros metálicos especiales para crecimiento, hasta lámparas de bajo consumo, LED o LEC. En cualquier caso, vale la pena realizar una buena inversión.

Los LED’s se caracterizan por el bajo calor que emiten, el bajo consumo eléctrico, y su gran duración. No obstante, un buen panel LED es caro. Por otro lado, las lámparas de vapor de sodio y halogenuros metálicos son las más económicas y no tardaremos en amortizar su gasto. En contra, tienen un consumo elevado de electricidad, su vida útil es muy corta (2-3 cultivos antes de que empiecen a perder eficacia) y generan mucho calor. 

Si buscas una opción media, lo más recomendable es adquirir una de las nuevas lámparas LEC, similares a las de vapor de sodio y halogenuros. Aunque son más caras que las lámparas de sodio, consumen menos luz y duran mucho más.

Ventilación adecuada

El cannabis es una especie que consume grandes cantidades de CO2. Mientras que en el exterior gozan de cantidades de CO2 ilimitadas, al tratarse de un cultivo en interior este se consume rápidamente. Es por ello que la ventilación es otro de los pilares básicos que se necesita para cultivar marihuana en interior y deberás garantizar una buena renovación de aire. 

La ventilación también sirve para evacuar el calor generado por las lámparas de las que ya hemos hablado. Para ello, se puede utilizar un extractor y, dependiendo del tamaño de tu zona de cultivo, un intractor que en lugar de extraer el aire, lo introduce. En espacios pequeños, puede llegar a ser suficiente con la simple intracción pasiva, es decir, el aire que entra por cualquier ranura. 

Una característica del aire caliente es que este suele ascender, por lo que el extractor siempre se debe instalar en las zonas altas de la zona de cultivo. Mientras tanto, el intractor se debe instalar en una zona baja y preferiblemente opuesto al extractor. También puedes colocar varios ventiladores para que remuevan el aire. Esto ayuda a fortalecer las plantas y evitar las posibles quemaduras a consecuencia de las lámparas.

Sobre la velocidad del ventilador

Un ventilador con demasiada potencia, soplando directamente en tus plantas puede provocar quemaduras como si fueran del foco. Al tener tanto aire permanentemente las hojas se resecan, ya que evaporan más agua de la que reciben. Lo mejor es darle una velocidad al ventilador que haga que nuestras plantas muevan sus hojas levemente y que sea oscilante para que no le de todo el rato en el mismo sitio.

Reglas de oro que debes aplicar para el cultivo interior

  • Elegir a conciencia el espacio de cultivo
  • No superar la cantidad de plantas recomendadas en 1m²
  • Aplicar un buen abono
  • No exceder las cantidades de abono
  • Medir el pH del agua de riego

Elegir a conciencia el espacio de cultivo

Algo primordial que se necesita para cultivar marihuana en interior es un espacio apto para el cultivo. No se puede cultivar en cualquier sitio. Por ejemplo, dependiendo de las dimensiones de espacio de que dispongas, tendrás que elegir entre un kit de iluminación u otro. Ten en cuenta que cada foco abarca ciertos m² y, además, necesita cierta altura para trabajar de forma eficiente. 

Suponiendo que eliges un tipo de iluminación HPS, la más común, un equipo de 250w es apropiado para una zona de cultivo de 80 cm x 80 cm, pero será necesario contar con al menos 1.6 metros de altura como mínimo.

No superar la cantidad de plantas recomendadas en 1m²

El número de plantas depende mucho de la variedad. No es lo mismo poner semillas autoflorecientes de 2 meses que de 3 meses. Ni es lo mismo plantar una variedad que florece rápido que una que tarda, o una variedad que crece más a lo alto que lo ancho, que otra que se haga más alta que ancha. 

Si estás trabajando con variedades anchas, tipo White Widow o Northern Lights, lo recomendable sería colocar 4 plantas por m², o 9 plantas si son de porte mediano tipo Cream Caramel o Somango. Incluso se pueden colocar 16 plantas si se trata de un tipo ciprés, como las clásicas Critical, ya que a estas se le suele podar las ramas más bajas.

Aplicar un buen abono

Cuando se trata de abono para tu cultivo interior, existen muchas marcas con distintas líneas, pero en términos generales, todo se resume prácticamente a dos tipos: orgánico o mineral. Los abonos orgánicos siempre producen un mejor sabor y una calidad especial en la cosecha de marihuana. Así mismo, utilizando abonos minerales es posible que saques algo más de producción. Si eliges abonos orgánicos quizá saques 400g y no 500g de cosecha con un equipo de 600w. Pero no cabe duda de que, en sabor, tu marihuana estará más buena.

No exceder las cantidades de abono

La cantidad de abono que debes aplicar normalmente está especificada por el fabricante y suele tener algo de margen, como de 2 a 5ml/L. Los cultivadores principiantes eligen la dosis máxima directamente porque creen que es mejor. Sin embargo, lo ideal sería empezar con la dosis mínima de abono y, conforme la planta va creciendo y va consumiendo más agua, ir subiendo la dosis poco a poco. Esto se debe a que una planta pequeña no va a absorber una dosis máxima de abono de crecimiento.

Cuando desarrolle las raíces tendrá un cumulo de sales en el sustrato que no le vendrá nada bien. Cada cuanto usarlos depende de lo que demande la planta. Como modo orientativo, un riego si riego no, está bien abonar. Y si amarillea le damos dos de abono y una vez de agua y si está demasiado verde dos de agua y una con abonos. Así nos adaptamos a nuestras plantas.

Medir el ph del agua de riego

Al regular el pH del agua de riego, harás que las plantas absorban el máximo posible de nutrientes del suelo. En cambio, con un PH incorrecto, por mucho abono que uses, la planta no conseguirá asimilar los nutrientes aún estando disponibles. 

El Ph que se necesita para cultivar marihuana en interior cambia según la fase: 6.0 en crecimiento y 6.5 en floración. Si mides el PH de tu agua de riego, estarás seguro de que si tiene carencias es porque le falta abono y no porque no lo está asimilando.

Razones por las que se mueren las plantas en interior

Si ya has realizado algún cultivo en interior, seguro que en alguna ocasión has sufrido alguna baja en tu cultivo. De un momento para otro, una semilla que aparentemente se está iniciando bien, o una pequeña plántula llena de salud, decide detener su arranque o tumbarse sobre el sustrato sin una explicación posible por nuestra parte.

Este hecho suele deberse a varios factores individuales o la suma de algunos de ellos. Entre las razones más comunes podemos mencionar: 

  • Riego excesivo o insuficiente. Las plantas de marihuana requieren un programa de riego específico y regarlas en exceso puede provocar la pudrición de las raíces y, en última instancia, la muerte de la planta. No proporcionar suficiente agua a la planta también puede causar su muerte, ya que las raíces se secarán y serán incapaces de absorber los nutrientes.
  • Iluminación deficiente. Las plantas de marihuana necesitan luz adecuada para hacer la fotosíntesis y crecer. Una luz insuficiente o inadecuada puede hacer que la planta se debilite y finalmente muera.
  • Niveles de temperatura y humedad. Las plantas de marihuana prosperan en rangos específicos de temperatura y humedad, y los extremos en cualquiera de ellos pueden estresar a la planta y llevarla a la muerte.
  • Plagas y enfermedades. Las infestaciones de plagas como la araña roja o enfermedades como el oídio pueden dañar la planta y acabar matándola si no se tratan adecuadamente. 

Fenómeno “damping off”

Uno de los fenómenos más temidos de los cultivos en interiores es el llamado “damping off” o marchitamiento fúngico. Se trata de un término usado para denominar a un grupo de hongos causantes de graves daños en semillas y plántulas. Entre ellos los más agresivos son Botrytis, Rhizoctonia, Phytophthora y el Pythium. 

El damping-off es generalmente causado por la invasión del hongo en el sustrato antes de la germinación o plantación debido a unas condiciones favorables para su desarrollo. Una vez la semilla o planta está en el sustrato, inmediatamente la ataca produciendo su inhibición. La infección puede ser a nivel del suelo, o afectar a las raíces. 

Este tipo de hongos pueden estar presentes en sustratos, macetas o armarios que llevan cerrados mucho tiempo. Sus esporas también son transportadas por el viento. Aunque estos hongos de humedad suelen estar presentes en muchos ambientes, no afectan a las plantas hasta que se dan las condiciones apropiadas. Por ejemplo, sustratos muy húmedos, temperaturas frescas, poca ventilación y restos de materia vegetal en descomposición.

¿Cómo prevenir la muerte de las plantas por damping off?

Teniendo en cuenta las condiciones favorables para el desarrollo del hongo, llega a ser bastante fácil prevenirlo: 

  • Usar siempre un sustrato de calidad, perfectamente compostado y preferiblemente esterilizado.
  • Los riesgos desde el primer día deben ser los justos y necesarios. Mientras se trabaja con macetas pequeñas, es sencillo comprobar por su peso si la planta tiene necesidad de agua o no.
  • Además del sistema de extracción de aire, un ventilador interior orientado desde el primer momento a las plantas las fortalecerá y evitará en gran medida la aparición del hongo.
  • Entre cultivo, dedica tiempo a limpiar con algún producto desinfectante tu zona de cultivo, macetas y, en general, todos los instrumentos que has usado.

Si sigues estas reglas, seguro cosechas marihuana de calidad aunque sea con un pequeño kit de cultivo interior y unas pocas semillas autoflorecientes. Ahora que sabes qué se necesita para cultivar marihuana en interior, ¡comparte tu experiencia con la comunidad de nuestros foros!https://www.lamarihuana.com/author/adminlm/