Siempre que comienza una nueva temporada de cultivo de exterior, recibimos montones de consultas. En su mayoría son de cultivadores principiantes con problemas en sus pequeñas plantas o los típicos errores al comenzar un cultivo.
Aunque el cannabis es una especie muy fácil de cultivar y resistente, siempre conviene leer alguna guía de cultivo que oriente sobre las necesidades de esta planta.
En muchos casos, las consultas que nos llegan son de plantas mal cuidadas, maltratadas e incluso muertas. En nuestro post de hoy repasaremos algunos de estos errores al comenzar un cultivo más comunes.
Errores al comenzar un cultivo
Usar un sustrato de mala calidad
En un sustrato de mala calidad nos podemos encontrar desde materia orgánica aún en descomposición, a todo tipo de patógenos e incluso plagas. Una semilla en esas condiciones tendrá serios problemas para desarrollarse, si es que llega a hacerlo.
Un buen sustrato debería estar perfectamente compostado, preferiblemente esterilizado y con una estructura esponjosa o aireada para un buen desarrollo de las raíces. Que contenga más o menos nutrientes llega a ser indiferente.
Las semillas prefieren un sustrato con pocos nutrientes. En este tipo de sustratos, se debe comenzar a abonar en la segunda o tercera semana. O dado el caso, trasplantar a un sustrato más enriquecido para que aguanten varias semanas más sin necesidad de abonar.
Usar semillas de origen desconocido
Una buena semilla no tiene por qué ser la más cara. Actualmente las conocidas como «semillas de granel» tienen una buena calidad y su precio es muy muy bajo. Incluso algunos bancos de semillas de renombre tienen alguna variedad que no sobrepasa los 2-3 euros la unidad.
Uno de los mayores errores al comenzar un cultivo, es confiar en semillas de las que no conocemos su procedencia. Podremos estar meses cultivando una planta para que finalmente sea macho, hermafrodita o de escaso sabor y potencia.
Plantar una variedad no apropiada para el clima
Aunque en principio cualquier variedad es apropiada para cultivar en exterior, siempre nos debemos guiar por la fecha de cosecha estimada a la hora de seleccionarlas.
Las variedades sativas que se cosechan en el mes de noviembre son prácticamente impensables en zonas del norte de España. El mes de octubre suele caracterizarse por sus lluvias.
Las índicas en cambio, por su corto período de floración, se pueden cultivar en prácticamente cualquier clima. Hay muchas variedades muy sensibles a la humedad y a los hongos, especialmente las de cogollos grandes y muy compactos.
Usar macetas de colores oscuros
En exterior siempre se deben evitar macetas, contenedores o bolsas de cultivo de colores oscuros como el negro o verde. Cuando se exponen al sol, se sobrecalientan y la temperatura del sustrato aumenta considerablemente, causando en ocasiones daños serios en las raíces.
Además los hongos de raíz son más propensos a atacar en esas condiciones. Siempre se debe optar por colores claros como el blanco. Las plantas sin duda lo agradecerán y sus raíces se sentirán más cómodas y sufrirán menos al sol.
Comenzar el cultivo demasiado pronto
Aunque siempre se habla de que con el inicio de la primavera comienza la temporada de cultivo de exterior, todo dependerá del clima de cada zona. En muchos lugares son habituales las lluvias de primavera, además de que las temperaturas aún son demasiado bajas.
En estas condiciones una planta tendrá problemas para crecer, ya que lo que requiere es largas horas de sol sin grandes oscilaciones entre la temperatura diurna y nocturna.
En estos casos, es preferible comenzar a cultivar en mayo, que hacer que una planta pase penurias hasta que mejore el tiempo. Siempre será mejor cultivar dos plantas en lugar para compensar.
Abusar de los abonos y aditivos
Un buen sustrato garantizará los nutrientes que una pequeña plántula necesita para las primeras semanas. Y si ésta no crece o lo hace muy lentamente, lo peor que podemos hacer es abusar de abonos y aditivos pensado que así crecerá más rápido.
Este es uno de los errores al comenzar un cultivo comunes. Y lo más probable es que sobrefertilicemos las plantas retrasando aún más su desarrollo, dañándola o incluso matándolas.
Una sobrefertilización requiere medidas en muchos casos drásticas y contraproducentes. Siempre es mejor abonar de menos, que de más. Una planta con falta de alimento se recupera rápido.
No regar correctamente
Los riegos deben ser siempre abundantes en cultivos de exterior. Regar con poca cantidad de agua es uno errores al comenzar un cultivo y no es lo ideal. Es posible que dejemos bolsas de sustrato secas que las raíces evitarán, limitando así su crecimiento.
Se debe encharcar completamente el sustrato hasta que veamos salir agua por el drenaje. Y no volveremos a regar hasta que el sustrato haya perdido gran parte de la humedad.
Es sencillo con plantas pequeñas levantar la maceta y comprobar su peso. Esto nos dará una idea de cuando se debe volver a regar. Otro truco es comprobar que los primeros dos cm de sustrato se encuentren secos antes de volver a regar.