España uno de los países más visitados del mundo por sus gentes, pueblos y ciudades, clima, gastronomía, historia, cultura, y por tener posiblemente el mejor cannabis del mundo.
Si hay países muy reconocidos y conocidos entre los ciudadanos del mundo, entre ellos sin duda estaría España. Por cuestiones como el buen vivir, el disfrutar de sus gentes, el legado cultural de su historia, su arte, su amplia y exquisita gastronomía, su espectacular costa y tierras del Quijote, sus bellas ciudades, paisajes e islas, su acogedora población y por supuesto, el cannabis español que estaría posiblemente entre los mejores del mundo, hacen que el país sea de los mas visitados.
Los habitantes de la península ibérica sin duda han sido parte importante de la historia del mundo; Desde su pertenencia al Imperio Romano (Hispania Romana), pasando por Al-Andalus, su llegada a América desde California o Florida y hasta Tierra del Fuego, superpotencia mundial en el siglo XVI y siendo actualmente uno de los mayores centros turísticos del mundo.
España y como legado de sus pasados históricos, cuenta con un sin fin de cosas que hacen de la vida de sus ciudadanos y visitantes un algo especial. También tiene sus historias negras, pero qué nación no las tiene. En este caso, quiero hablar de su historia verde o su relación con el cannabis, y del por qué de la calidad de sus diferentes tipos de cannabis.
El cannabis español con y sin THC
El consumo de cannabis en la época moderna en España, si por época moderna hablamos del siglo XX hacia delante, el consumo recreativo y asiduo de la planta o sus resina llegaría de la mano de sus militares destacados en el Norte de África. Por otro lado, ese mismo siglo XX también fue el mismo que rebajó el cultivo de cáñamo a la mínima expresión.
España ha sido una potencia del cultivo del cannabis industrial o cáñamo
A lo largo de todo el territorio español, el cultivo de la planta del cáñamo se ha cultivado en grandes extensiones durante siglos. El cultivo de esta planta ha estado relacionado con la historia de España desde hace cientos o miles de años. Ya en el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colon, sus barcos portaban velas y cuerdas hechas de cáñamo cultivado en España. En la actualidad, aún existen museos del cultivo de cáñamo en España, como el de Callosa de Segura en la costa mediterránea que te muestra la milenaria industria con esta variedad baja en THC en la península ibérica.
Durante muchos siglos en España el cultivo de cannabis bajo en THC, también denominado cáñamo industrial, ha acompañado la historia de sus habitantes. Ahora en el siglo XXI, vuelve otra vez con más fuerza que nunca a sus tierras y a la vida rural.
Un consumo de cannabis que llega desde el norte de África
A principios del siglo pasado, España combatía en guerras contra los habitantes de los territorios del norte africano. Fue allí donde sus militares conocieron y consumieron el hachís o Kifi del Rif. Estos soldados españoles y donde el cuerpo de la Legión española sobresalía militarmente entre ellos, de vuelta a la península española estos traían en sus mochilas la hierba y resinas que posteriormente fumaban, de esta forma dieron a conocer su consumo regular al resto de españoles de esa época.
El hachís que era más conocido como kifi, era una fina sustancia amarilla que suelta el cannabis y que cuando se prensa se convierte en el llamado “apaleado” o “chocolate” (hachís). El triturado de la planta de cannabis o de sus cogollos y después de retirar ese “polvillo amarillo” o tricomas, era lo llamado coloquialmente grifa por estos militares.
Por lo tanto, existe en España una cultura de muchas décadas en el consumo de esta planta (hachís) y que fue propicio por la cercanía de la zona productora del norte africano. Las placas o pastillas de hachís a partir del último tercio del siglo XX, estaban presentes en la juventud de los sesenta, setenta, ochenta y noventa. Las palabras “cien duros” de chocolate o un “talego” de hachís, 500 y 1,000 pesetas respectivamente, estaban en el vocabulario con asiduidad de esas generaciones de españoles.
Es normal que el eurobarómetro ponga el consumo de cannabis entre los españoles por encima de la media europea, la cultura de su consumo entre sus ciudadanos esta muy arraigada desde hace décadas.
Con los Coffe Shops holandeses llegó el cultivo casero
Aún recuerdo a principios de los ochenta cuando la única forma de conseguir cañamones de cannabis era rebuscar entre la comida para pajaritos que se compraba en las tiendas de animales (bolsas de semillas de alpiste y otras). Fumar lo que salía de esas plantas de semillas de cáñamo encontradas en comidas para pajarillos y que existían antaño, solo te llevaba a sentir un dolor de cabeza y nada de colocón.
Por lo tanto, comprar un poco de chocolate (hachís) al “camello de la esquina” del barrio era la única opción fumable, y a veces era como la goma de neumático o algo parecido. Posteriormente y con el tiempo esto cambió, el mejor hachís se compraba en España y mejor contra más al sur del país. Ese mercado ilegal del hachís enraizó en el norte de Marruecos y sur de España hasta nuestros días.
A mediados de los ochenta o principios de los noventa, los Coffe shops holandeses ya comenzaban a ser conocidos, estos además de vender hachís comenzaron a vender semillas. En este caso, sería Sensi Seeds el primero de su clase que puso estas semillas de marihuana a la venta para coleccionista. Este fue el pistoletazo de salida para que el autocultivo europeo de cannabis arraigara y se expandiera, primero en los Países Bajos y después Italia, España, Suiza, Reino Unido y otros.
Tráeme un paquete de semillas
En España en esos tiempos, cuando un amigo se iba de viaje a Amsterdam, la demanda era siempre clara, “tráeme un paquete de semillas si vas a un Coffe Shop”. Aún recuerdo de esa época, ese sobre o paquete transparente y reconocible de Sensi Seeds de la variedad sativa mexicana. Cuando ese tipo de semillas se cultivaron y sus flores fueron fumadas, fue el comienzo de un autocultivo de cannabis que ya nunca paró.
España, un clima y consumidor perfecto para el autocultivo
España tiene clima perfecto para el cultivo de esta planta, puede llegar a tener seis horas de oscuridad y dieciocho horas de luz. Tiene un clima templado en la mayoría del país y tiene una cultura del consumo de cannabis que viene de décadas consumiendo hachís.
Por lo tanto, un consumidor conocedor de ese buen hachís, gracias al vecino Marruecos y un buen clima, junto a una sociedad mucho mas permisiva en estos temas que la de otros países europeos, hizo que los españoles se curtieran en este “arte del autocultivo” y del consumo del mejor cannabis.
La especialización no tardó en llegar
Durante muchos años y gracias al entramado de los “Grow shops” españoles que llevan también décadas en funcionamiento, nació la especialización en este cultivo, y con ella en el tiempo la selección de semillas de calidad. En la actualidad, los bancos de semillas o semilleros españoles se encuentran entre los más cotizados y sus variedades son consumidas por los mayores expertos alrededor del mundo.
También los clubes o asociaciones han hecho que muchas personas tengan acceso a estas variedades “Made in Spain” durante muchos años. Los comercios especializados y también las growshops online, que son de los más importantes del mundo, han hecho que entre los breeders productores de variedades se genere una gran competencia, dando como resultado una muy alta calidad en las simientes de cannabis.
El mejor cannabis del mundo
Mientras, en los países donde se ha legalizado el cannabis y donde su cultura y regulación autoriza dispensarios para adquisición de flores de cannabis, la legalización en cierto modo en esos países, se basa en que los ciudadanos puedan adquirirlas con ciertas garantías como primer objetivo.
Además y de esa forma, esta regulado el comercio en todos sus pasos desde la producción hasta la distribución. También, esa formula busca acotar el mercado ilegal además de la edad de acceso a la compra.
Por otro lado en España, se ha afianzado una industria y una cultura cannábica alrededor del autocultivo para autoabastecimiento; Aquí han surgido bancos de semillas, distribuidores al por mayor para comercios, grows shops, clubes o asociaciones. Habían y existen muchos autocultivadores y también por eso, la existencia de tantas empresas especializadas en el cultivo personal. Tal “germen especializado” ha producido a grandes expertos en el cultivo de esta planta de cannabis sativa. Esto claramente también ayudó a potenciar expertos en cultivo para la producción de semillas y variedades; la gran experiencia da a su vez la excelencia.
En los países donde esta regulado cultivan profesionalmente los autorizados y la cultura del autocultivo en masa esta llegando solo en los últimos años con la legalización, ya que el estado que la legaliza la marihuana también permite el autocultivo. El ultimo ejemplo es Nueva York, allí han legalizado el comercio y el cultivo de seis plantas por persona y doce por hogar.
Por todos estos motivos y como resultado del aprendizaje durante décadas, en mi opinión, el cannabis que se produce y fuma en España, posiblemente sea el mejor cannabis del mundo.