A menudo suele descubrirse que muchas de las culturas que nos precedieron en el mundo ya usaban a nuestra amada hierba, y la pregunta surge sola: ¿Jesucristo fumaba marihuana?
La segunda imagen que inmortaliza a Jesucristo, luego de la que lo exhibe en la cruz cristiana, clavado en muñecas y tobillos y con una corona de espinas, lo exhibe de juerga.
Así es, amén de las interpretaciones que pueden hacerse de La última Cena, el mural pintado por Leonardo Da Vinci, todo podemos coincidir en qué la imagen muestra un momento de distensión con amigos.
Si bien no muestra que Jesucristo fumaba marihuana, es cierto que lo muestra entregado a otros placeres.
Comiendo y bebiendo -también elucubrando- Jesucristo y los 12 apóstoles participan de una clásica juntada entre amigos… que parece complicarse.
Una de esas igual a las que tú tienes con tu gente, con buena comida, vino y, al parecer, también cannabis.
Sí, y utilizando el mismo rigor de veracidad que toda la historia de la Iglesia Católica, existen indicios para determinar que Jesucristo fumaba marihuana.
Y, en general, todos los judíos que andaban con él.
La versión surge de una investigación hecha por Chris Bennet, publicada en la revista High Times hace unos años, y un reciente descubrimiento que no hace más que confirmar aquella teoría.
El bueno de Bennet sostiene que Jesús y los apóstoles podrían haber utilizado un aceite curativo que contenía cannabis.
La afirmación, según el investigador, se sostiene en un profundo estudio de las sagradas escrituras.
Incluso, asegura que los milagros relatados en el Nuevo Testamento fueron comprendidos con la ayuda de sustancias psicoactivas, sumado a la misma fe que los creyentes depositaban en su figura.
En otras palabras, no sólo que Jesucristo fumaba marihuana, sino que también lo hacían sus fieles.
Pero Bennet no es el único que afirma esto.
El investigador Íñigo Montoya de Guzmán dice que el origen de la religión judía, es decir, la cultura hebrea, es un sincretismo de varias culturas.
Así, sus prácticas rituales fueron influenciadas por culturas vecinas como los egipcios, los fenicios, los babilónicos, los asirios y los escitas.
Ellos conocían y utilizaban la cannabis como algo ritual y sagrado, algo que lleva a pensar que los judíos la utilizaron también.
JESUCRISTO FUMABA MARIHUANA, ¿O KANEH-BOSM?
La primera persona que estableció evidencias sólidas acerca del uso del cannabis fue la investigadora y etimóloga polaca Sula Benet.
No dijo que Jesucristo fumaba marihuana, pero casi…
La mujer que trabaja en el Instituto de Ciencias Antropológicas de Varsovia afirma que la hierba tiene un origen del idioma semítico y no escita.
También sostiene que aparece en el texto hebreo original del Antiguo Testamento utilizado como incienso, como parte integra de la celebración religiosa y cómo embriagador.
El humo del incienso fue considerado parte del culto agradables a Dios: “los humos del incienso regocijan el corazón”, dice Provervios 27:9.
La investigadora concluyó que la palabra para el cannabis utilizada en los textos sagrados es Kaneh-bosm, en hebreo tradicional Kaneh o Kannabus.
“Kan” tiene el doble significado de “caña” o “cáñamo” y “bosm” significa “aromático”.
Con esto, quizás deberíamos preguntarnos si Jesucristo fumaba marihuana, o mejor dicho, Kaneh Bosm.
Benet afirma que esta palabra aparece cinco veces en el Antiguo Testamento (en Éxodo, Cantar de Cantares, Isaías, Jeremías y Ezequiel). En ninguno dice que Jesucristo fumaba marihuana, pero deja relatos interesantes en esa materia.
- . Exodo 30:22-25
“Toma también de las especias más finas: de mirra fluida, quinientos siclos; de canela aromática, la mitad, doscientos cincuenta; y de caña aromática, doscientos cincuenta; 24 de casia, quinientos siclos, conforme al siclo del santuario, y un hin de aceite de oliva.
“Y harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción.”
- . Cantar de los cantares 4: 10-15
“¡Cuán hermosos son tus amores, hermana mía, esposa mía! ¡Cuánto mejores tus amores que el vino, y la fragancia de tus unguentos que todos los bálsamos!”
“Miel virgen destilan tus labios, esposa mía, miel y leche hay debajo de tu lengua, y la fragancia de tus vestidos es como la fragancia del Líbano”.
“Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía, huerto cerrado, fuente sellada”.
“Tus renuevos son paraíso de granados, con frutas escogidas, alheña y nardos, nardo y azafrán, cálamo aromático y canela, con todos los árboles de incienso, mirra y áloes, con todos los mejores bálsamos”.
“Tú eres fuente de huertos, pozo de aguas vivas, y corrientes que fluyen del Líbano”.
- . Isaias 43:24
“No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus sacrificios, sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados, me fatigaste con tus maldades”.
- . Jeremias 6:20
“¿Para qué a mí este incienso de Sabá, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni vuestros sacrificios me agradan”.
- . Ezequiel 27:18-19
“Damasco comerciaba contigo por tus muchos productos, por la abundancia de toda riqueza; con vino de Helbón y lana blanca negociaban”.
“Asimismo Dan y el errante Javán vinieron a tus ferias, para negociar en tu mercado con hierro labrado, mirra destilada y caña aromática”.
- . Jeremías 44:15-23
“Entonces todos los que sabían que sus mujeres habían ofrecido incienso a dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo:
“La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo”.
“Derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno”.
“Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos”.
“Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?”
“Y habló Jeremías a todo el pueblo, a los hombres y a las mujeres y a todo el pueblo que le había respondido esto, diciendo: ¿No se ha acordado Jehová, y no ha venido a su memoria el incienso que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra?”
“Y no pudo sufrirlo más Jehová, a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue puesta en asolamiento, en espanto y en maldición, hasta quedar sin morador, como está hoy”.
“Porque ofrecisteis incienso y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis a la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley ni en sus estatutos ni en sus testimonios; por tanto, ha venido sobre vosotros este mal, como hasta hoy”.
¿JESUCRISTO FUMABA MARIHUANA CONTRA LA EPILEPSIA?
Palabras más, palabras menos, la biblia no dice que Jesucristo fumaba marihuana, pero sí es bastante contundente acerca del aceite.
Las sagradas escrituras en la parte del éxodo, describen al aceite sagrado para la unción de los enfermos, el cual contenía más de tres kilos de este kaneh-bosm, un extracto de la marihuana.
El mismo era mezclado, además, con aceite de oliva y otras hierbas perfumadas.
Asimismo, en la época de Jesucristo, en que la epilepsia era atribuida al demonio, curar a alguien con esa enfermedad, aunque fuera ayudado con hierbas, era considerado un milagro.
Hoy descubrimos de qué forma el cannabis es beneficioso para muchas enfermedades, incluso para tratar el dolor, en problemas de visión y cuestiones menstruales.
Sin embargo, en esa época no había información, sólo evidencia. Tampoco había prohibición, claro está.
Esto quiere decir que, si bien no sabemos a ciencia cierta si Jesucristo fumaba marihuana, no hubiese encontrado los absurdos obstáculos que sí tenemos hoy para hacerlo.
Esto hace pensar que en ese entonces, las y los enfermos eran tratados con esta mezcla, y una vez untado sobre la piel, el extracto era absorbido por el cuerpo, ayudando a la cura de problemas mentales y físicos.
Estos estudios, obviamente, son rechazados por agrupaciones cristianas, quienes aseguran que “Jesús es muchas veces la última esperanza para aquellos a quienes los fármacos no funcionan”.
De una u otra forma, y por más que chillen los cristianos, existen indicios de que Jesucristo fumaba marihuana… y que se lo pasaba muy bien.