¿Quieres saber si alguna de tus plantas de cannabis tiene un alto contenido en cannabidiol o CBD? Pues es muy sencillo hacerlo en casa gracias al “Test de Beam”.
¿En qué consiste el Test de Beam?
El Test de Beam es una técnica colorimétrica. Es decir que es utilizada para determinar la concentración de compuestos coloreados en solución.
Esta técnica fue descubierta en 1911 por el Dr. W. Beam del Laboratorio de Investigación Wellcome Tropical, de Jartum.
Para realizar este test, será necesario el llamado “reactivo de Beam“. Está compuesto principalmente por dos elementos: el hidróxido de potasio (KOH) y el etanol.
Por qué es interesante conocer las plantas ricas en CBD
El mercado cada día ofrece más variedades ricas en CBD. Son genéticas muy interesantes, ya es este cannabionoide no es psicoactivo y modula o modera los efectos del THC.
A mayor cantidad de CBD en una planta, ésta tendrá menos psicoactividad. Lo realmente interesante de estas variedades, es que el CBD tiene un alcance más amplio que el THC para aplicaciones médicas.
Este sus propiedades, el CBD se ha mostrado eficaz en enfermedades como la epilepsia, la esclerosis múltiple, el síndrome de West, los desórdenes de ansiedad o las náuseas.
Produce un ligero efecto sedante, inhibe la transmisión de señales nerviosas que se asocian al dolor, y también se ha visto que es capaz de reducir el crecimiento de las células cancerosas en cáncer de mama y reducir su invasividad.
Las variedades CBD no son algo nuevo, ya que siempre han existido. Pero nunca hasta hace algo más de una década, fue un cannabinoide que interesase mucho al cultivador.
Estamos convencidos que muchas cosechas fueron desechadas por ser poco potentes. Y quizá se debiese a su alto contenido en cannabidiol.
La famosa Juanita “la lagrimosa”, por ejemplo, tan sólo hasta que se pudo analizar y conocer su alto nivel de CBD, no se conoció todo su potencial.
Para conocer los niveles de CBD de una variedad, los profesionales recurren a pruebas cromatográficas de capa fina en laboratorios especializados.
Esto les permite ir quedándose y trabajando con las variedades que muestran ratios más elevados de este cannabinoide con los que después desarrollar nuevas variedades.
Pero el CBD no es del todo un gen hereditario. En un principio, contando con variedades ricas en cannabidiol se conseguirá una descendencia también rica en CBD.
Pero cualquier variedad puede extraordinariamente contener altos niveles de cannabiidol sin tener influencia de sus padres.
Es el caso de la famosa Juanita la Lagrimosa que hablamos antes, procedente del cruce de dos variedades que no destacan especialmente por su contenido en CBD.
Pero con el Test de Beam podremos en unos minutos y sin apenas gasto, recoger muestras de las plantas y analizarlas.
Aunque se debe tener en cuenta que no se podrá saber que % de CBD contiene. Tan sólo si lo contiene, y dependiendo del color de la muestra saber si contiene mucho o poco.
Cómo realizar el Test de Beam
De los ingredientes ya hablamos. Por un lado hidróxido de potasio y el etanol. El etanol es simple alcohol de farmacia, cualquiera tendrá en casa y preferiblemente usaremos el de 95º.
El hidróxido de potasio se emplea en la fabricación de jabones, viene en formato escamas y es muy fácil de encontrar en supermercados o tiendas especializadas.
Pero también se puede recurrir a un pH Up que contenga hidróxido de potasio en su composición. Lo ponemos en un recipiente y dejamos que se evapore el líquido. Conseguiremos un polvillo de hidróxido de potasio puro.
Para realizar el test nos vendrán bien unos tubos eppendorf. Son como los que usan muchos bancos de semillas para su envasado.
Y lógicamente también necesitaremos hierba, que previamente descarboxilaremos en un horno durante unos 15 minutos y a 120-140º.
Es suficiente con 0,10 gramos de cada cogollo que queramos analizar. Tomamos la muestra y la introduciremos en el tubito.
Por supuesto no te olvides de identificar cada tubo eppendorf con el nombre de la planta a la que pertenezca la muestra.
Por otro lado mezclamos 10ml de alcohol etílico con 0,5 gramos de polvo de hidróxido de potasio, mezclando bien hasta deshacerlo por completo.
Añadimos esta mezcla en los tubos, los cerramos y los agitamos durante un par de minutos. Con cuidado quitamos la hierba con unas pinzas o aguja. A continuación, podemos distinguir bien los colores que se mostrarán.
Las muestras de las variedades más ricas en CBD se irán poniendo de un color rojizo, anaranjado o violeta. Y las muestras ricas en THC, permanecerán de un color amarillento.
Los colores en este test de Beam se definen perfectamente pasados unos dos días. Así que espera este tiempo para asegurarte de que un color claro no se intensifica.
Cuanto más intenso sea el color de alguna de las muestras, más contenido en CBD tendrá. Como decíamos, no podremos saber es cual es su contenido exacto en CBD.
Pero sí nos valdrá para conservar esa planta. Hoy en día una de estas variedades puede llegar a ser tan espectacular e interesante como una con alto contenido en THC.