El té de cannabis tiene siglos de antigüedad y es considerado por muchos investigadores como la bebida espiritual y medicinal más antigua de la historia. Que tanto cannabis como la planta del té sean originarias de China y el sudeste asiático, tiene mucho que ver. Además ambas formas parte de las 50 “hierbas fundamentales” de la medicina tradicional China. En su vecina India, el té de cannabis goza incluso en la actualidad de gran tradición y se conoce con el nombre de bhang, elaborado con cogollos y hojas de cannabis en polvo, leche, manteca de ghee, y especias como clavo, canela o nuez moscada, además de miel o azúcar para aportar dulzor.
Se tiene constancia de que el bhang ya se consumía en la India alrededor del año 1000 antes de Cristo. Se describía como un alivio rápido para la ansiedad, fiebre, disentería, insolación, flemas, problemas de digestión y falta de apetito. Los sadhus, que son ascetas hindúes que siguen el camino de la penitencia y la austeridad para poder conseguir la iluminación y la felicidad, todavía lo consumen mientras meditan y practican yoga.
Más actual es el uso del té de cannabis por parte de los rastafaris de Jamaica, aunque éste es elaborado con plantas jóvenes y verdes, por lo que sus efectos psicoativos son prácticamente despreciables. Muchas madres de las clases trabajadoras del rural jamaicano les dan a sus hijos té de cannabis. Aseguran que ayuda a que se mantengan saludables.
El té de cannabis se puede elaborar de muchos modos y con diferentes partes de la planta. Se debe tener siempre en cuenta que los cannabinoides no son hidrosolubles y no se disuelven en agua, Son liposolubles y precisan de algún material graso como leche, nata o mantequilla para integrarlos en el té. En nuestro post de hoy os enseñamos a hacerlo de cuatro maneras diferentes.
TÉ DE CANNABIS USANDO COGOLLOS
Comenzamos con el té de cannabis más psicoactivo, aunque todo dependerá de los niveles de THC del cogollo y de la cantidad que se use.
INGREDIENTES
- 1/2 gramo de cogollos secos
- 1/2 cucharadita de mantequilla
- 1 bolsita de té de cualquier variedad (verde, rojo, negro…)
- 1 taza de agua
- Azúcar o miel para endulzar
ELABORACIÓN
Empezamos triturando el cannabis con un grinder y mezclándolo con la mantequilla. Introdúcela en una bola de infusiones Mezcla la marihuana con la mantequilla previamente, haciendo una bola. Si tienes un infusor, introducela dentro. También puedes abrir una bolsita de infusión quitando la grapa, vaciar su contenido, e introducirla en su interior. Deberás cerrarla bien después para que no se derrame al hervir.
Pon al fuego en un cazo una taza de agua e introduce la marihuana el infusor o bolsita con el cannabis y la mantequilla. Y deja que se infusione durante unos 20-30 minutos. Por último añade la bolsita de té del sabor que escojas, y retira el cannabis, del que ya sólo quedarán los restos vegetales. Sirve en una taza y añade miel o azúcar a tu gusto.
TÉ CON MANTEQUILLA CANNÁBICA
Previamente debemos preparar la cannabutter, que puedes aprender a hacerla en aquí.
INGREDIENTES
- 1 bolsa de té, de cualquier sabor
- Una cucharadita de mantequilla cannábica
- 1 taza de agua
- Azúcar o miel
ELABORACIÓN
Como ya contamos con la mantequilla cannábica, apenas nos llevará unos minutos preparar este té de cannabis. Pon a hervir una taza de agua. En la misma taza añade una cucharada de mantequilla de cannabis y la bolsita de té del sabor que quieras. Añade el agua hirviendo, retira el té pasados unos 2-3 minutos y añade miel o azúcar a tu gusto.
TÉ DE CANNABIS CON TALLOS Y HOJAS
Es común que cualquier cultivador cuente con restos de la cosecha, que es todo el resultado de la manicura. Y en ocasiones esas hojillas tienen una cantidad de resina nada despreciable. Los tallos de las plantas también contienen tricomas, sobretodo los más delgados y próximos a los cogollos. Además de cannababinoides, contienen terpenos y flavonoides.
La principal opción para aprovechar estos restos es hacer alguna extracción y elaborar un poco de hachís. Otra muy buena opción, es hacer un té cannabico. Su potencia será menos al de un té de cannabis con cogollos o mantequilla, por lo que es interesante sobretodo para la gente que ni busque unos efectos psicoactivos muy intensos.
INGREDIENTES
- 1/4 taza de tallos y hojas de cannabis
- 1/4 taza de leche
- 1/4 taza de nata
- 1 bolsitas de té de cualquier sabor
- 1 taza de agua
- Azúcar o miel
ELABORACIÓN
Comienza triturando bien los tallos. Puedes usar un grindes o un molinillo de café eléctrico, siempre limpiándolo bien al terminar para no “mezclar” sabores. Añádelos junto a las hojas en un cazo con la leche y la nata, y pon a fuego fuerte durante unos 10 minutos, removiendo para que no se salga. Cuela para retirar la materia vegetal y reserva este preparado lácteo cannábico.
Por otro lado infusiona las 3 bolsitas de té en las 3 tazas de agua durante unos 3-4 minutos. A continuación mezcla ambas preparaciones y añade azúcar o miel para endulzar a tu gusto.
TÉ DE CANNABIS VERDE
También es muy interesante el té de cannabis verde o crudo. No contiene THC, por lo que su psicoactividad es muy baja. En cambio contiene THCA, de propiedades similares pero como decimos, sin apenas psicoactividad.
INGREDIENTES
- 1/2 gramo de flores, hojas o tallos crudos
- Agua, 1 taza
- Azúcar o miel
ELABORACIÓN
Aplasta o muele el cannabis crudo e introdúcelo en una bolsa de té o un filtro de café envolviéndolo para que no se escape nada, y ponlo en una taza. Calienta el agua hasta que hierba, déjala enfriar después uno 5 minutos, y échala en la taza con el cannabis crudo. Añade leche, nata o mantequilla y para terminar, endulza con azúcar o miel.