En nuestro post de hoy os enseñaremos a hacer un bong de gravedad casero sin gastar nada de dinero. Existen dos variantes, así que realmente serán dos bongs. Eso si, necesitarás algunas cosas tan comunes que seguro las tienes en tu casa.
Y una advertencia: mucho cuidado porque los efectos que produce fumar cannabis con un bong de gravedad son siempre muy intensos por la cantidad de cannabinoides en cada inhalación o “calada”.
Qué es y cómo funciona un bong de gravedad
Un bong de gravedad podríamos decir que es una modificación de un bong común. Un bong cuenta con un depósito, una salida de aire o tubo de aspiración, y una entrada de aire o cazoleta donde se combustiona la hierba.
Al inhalar aire por el tubo de aspiración se fuerza la entrada de aire al depósito a través de la cazoleta con la hierba. Esto genera una columna de humo que terminará en nuestros pulmones.
Gracias al tamaño del depósito, el humo se enfriará mucho más que fumando un porro. Esto proporciona una sensación más agradable. Y la cantidad de humo inhalada también es mucho mayor, con sus consecuencias.
Un bong de gravedad casero también cuenta con un tubo de aspiración, una cazoleta y un depósito. Pero el humo se introduce en el depósito mediante el efecto de vacío. Más adelante explicaremos en qué consiste.
Para hace un bong de gravedad necesitaremos
- Una botella de refresco. De litro y medio, dos litros… o incluso una garrafa de 5 litros si sois muchos amigos a compartir
- Un trozo de papel de aluminio, aproximadamente de 20x20cm
- Un corcho de botella
- Un cuchillo muy afilado
- Un cigarro
- Un mechero
- Un palillo (o aguja medianamente gorda, una punta afilada, un tornillo…)
- Cannabis al gusto
Cómo se fabrica un bong de gravedad
Comenzamos encendiendo el cigarro y dando unas buenas caladas. Únicamente lo usaremos para hacer un agujero en la botella, a unos 3-4 dedos de la base.
Será más sencillo que usar un taladro, cuchilla o cualquier otro objeto. El agujero hazlo del mismo grosor que el cigarro. Lógicamente el cigarrillo tíralo después.
Seguimos con el corcho y el cuchillo, haciendo un pequeño tapón para el orificio que hicimos en la botella. Recórtalo con un poco de forma cónica, será más sencillo apretarlo y que quede bien sujeto.
Debe retener perfectamente el agua, ya que la botella después la tendremos que llenar. Una vez lo tengas hecho, ponlo el en agujero que has hecho con el cigarro y llena la botella de agua.
El siguiente paso es doblar el papel de aluminio dos veces sobre sí mismo. Así tendremos un cuadrado de 10x10cm y de cuatro capas.
Coloca el papel de aluminio sobre la boca de la botella, presionando ligeramente en el centro para que quede una pequeña forma cóncava, como si fuese una cazoleta.
Ahí colocaremos la hierba y servirá para que no se caiga. Aprieta bien el papel de aluminio restante contra el cuello de la botella, que quede bien ceñido. Puedes ajustarlo también con una goma.
Con un palillo o similar, haz pequeños agujeros por el centro del papel de aluminio. No muy grandes, ya que solamente queremos que pase el humo, pero no se cuele hierba.
Y ten cuidado, si haces demasiada fuerza el aluminio se romperá. Tampoco será un gran drama tener que repetir la operación.
Pon el cannabis triturado o cogollos enteros si son pequeños sobre el papel de aluminio. Y ahora con el mechero quema la hierba al mismo tiempo que quitas el pequeño corcho del orificio.
Sería interesante que esto lo hagas con un cubo a mano o en el fregadero para recoger el agua en lugar de sobre la alfombra, lógicamente.
Cuando quites el corcho, comenzará a salir un chorro de agua creando un vacío que forzará la entrada de aire a través de los orificios del papel de aluminio. Y a su vez avivará la combustión del cannabis.
En definitiva, la botella se vaciará de agua al mismo tiempo que se llenará de un espeso humo. Cuando el agua alcance el nivel del agujero, pon de nuevo el pequeño corcho.
Retira el papel de aluminio y cierra la botella con su tapón. Y ya tendrás encerrados una buena dosis de cannabinoides que te harán volar.
Tan sólo quita tapón y corcho y aspira profundamente por la boca de la botella, cerrando ambos cuando termines para retener el humo que quedará en el interior.
Como ves es muy sencillo, muy barato y no se tardará más de 5 minutos en hacerlo y poder disfrutar de este bong de gravedad casero.
No merece la pena después reutilizarlo, salvo el corcho. Siempre quedarán productos derivados de la combustión adheridos a la botella y con el tiempo dará mal sabor y olor. Simplemente recicla y haz otro.
Otra variante de bong de gravedad
Este tipo de bong de gravedad del que hablamos se denomina de cascada. Pero existe otra variante que se llama de cubo. Su funcionamiento es muy similar.
Para esta variante se debe cortar la botella por la mitad en lugar de hacer un orificio para que salga el agua. Y en la boca de la botella se coloca la cazoleta improvisada exactamente igual que en el bong de cascada.
Debemos tener a mano un cubo lleno de agua, la mitad inferior de la botella o cualquier otro recipiente en el que se pueda sumergir la botella hasta que prácticamente la boca.
Introducimos la botella, que se llenará de agua al no tener fondo. Una vez hayamos encendido el cannabis, con cuidado vamos extrayendo la botella del cubo.
De este modo también se crea un vacío que hará que el aire entre en la botella por la cazoleta, llenándose de humo.
Si después introduces la botella de nuevo en el cubo se volverá a llenar de agua y el humo saldrá forzado por su presión. Es el momento que aprovecharemos para inhalarlo.