El plástico de cáñamo es un biocompuesto que se elabora con las fibras de la planta. Es natural, asequible y se cree que en no muchas décadas conseguirá sustituir a materias primas elaboradas a base de petróleo.
Tal es su calidad, que llega a competir en la actualidad con compuestos de ingeniería en algunas propiedades tales como la rigidez y la alta tolerancia al calor.
Este bioplástico es tan útil y duradero, que puede ser moldeado y empleado en la construcción de casas, componentes de electrónica, contenedores, juguetes, muebles, botellas, bolsas, componentes de automoción, etc.
En nuestro post de hoy te contamos las 4 principales ventajas del plástico de cáñamo frente al plástico genérico y por qué debería estar más presente en nuestra vida cotidiana:
Compostable y reciclable
El ser humano posee una gran adicción al “oro negro”. Tan solo contando los plásticos, cada persona consume entre 30 y 50 kilos al año. Y más de un 70% de todo ese plástico, todavía termina en vertederos de todo el mundo.
Piensa que cada objeto de plástico que has comprado a lo largo de tu vida, todavía existe, ya que tarda en descomponerse de 100 a 1.000 años.
Y además, existe más de un 70% de probabilidades de que cada objeto nuevo que compres que contenga plástico, no sea procedente del reciclaje.
El bioplástico de cáñamo, en cambio, tiene una vida media entre 3 y 6 meses, que es lo que tarda en descomponerse totalmente en caso de terminar en un vertedero. Además, en caso de reciclarse, se puede hacer indefinidamente.
Teniendo todo esto en cuenta, ya empiezan a ser bastantes las empresas que optan por usar este tipo de materail en lugar del plástico convencional.
Plástico de cáñamo fuerte y ligero
Hablamos de la facilidad del bioplástico de cáñamo para biodegradarse más fácilmente. Pero tan solo si se dan las condiciones apropiadas para ello.
Lo cierto es que el plástico de cáñamo es hasta 5 veces más rígido y hasta 2,5 veces más resistente que el plástico convencional. Y además, goza de una gran resistencia al calor.
Todo esto hace que en definitiva sea más duradero en general que el plástico convencional. Y cuánto más dure cualquier producto, a la larga supone un ahorro de energía al no necesitar ser producido con tanta frecuencia por el fabricante.
Es algo que los consumidores vienen notando desde hace décadas. Toda la tecnología e investigaciones actuales, en muchas ocasiones no mejoran la calidad y duración de lo fabricado hace 40 años o más.
La gran mayoría de los fabricantes buscan satisfacer al consumidor inmediatamente, en lugar de ganarse su fidelidad con un producto de calidad que dure muchos años.
Beneficioso para el medio ambiente
Los plásticos convencionales se elaboran partiendo de combustibles fósiles. Durante su producción, se libera gran cantidad de dióxido de carbono, responsable en gran medida del cambio climático.
La producción de bioplástico de cáñamo, en cambio, es más respetuosa con el medio ambiente. Su fabricación no admite CO2, además que durante el cultivo de las plantas transforman CO2 en oxígeno.
Se estima que por cada tonelada de cáñamo producida, se elimina más de tonelada y media de carbono del aire. Además, las plantas de cáñamo tienen la particularidad de enriquecer el suelo.
Sus profundas raíces evitan la erosión, haciendo que en ese suelo de cultivo puedan ser cultivadas cualquier especie vegetal una y otra vez. Y también retornan al sustrato gran cantidad de nutrientes.
Es mejor para nuestra salud
El plástico de cáñamo no es tóxico y es ignífugo, impermeable y resistente al moho cuando se encuentra en una superficie como el suelo. Entre sus usos, destaca como material aislante con una huella de carbono más baja que el hormigón.
Un estudio reciente reveló que aproximadamente un 93% de los estadounidenses mayores de 6 años poseen en su organismo rastros de bisfenol-A o BPA.
Esta es una sustancia química utilizada en la fabricación de muchos plásticos como botellas y envases. E investigaciones han hallado que es una sustancia dañina para el ser humano.
Causa efectos sobre el sistema reproductor masculino y femenino, sobre el metabolismo y el sistema cardiovascular, sobre la tiroides, sobre el intestino, sobre el sistema inmunitario y tiene efectos carcinogénicos, entre otros.
Una planta aprovechable al 100%
De la planta de cannabis se aprovecha absolutamente todo. De sus largos tallos se obtienen, además del bioplástico, una de las fibras textiles más duraderas y transpirables.
Los cañamones o semillas de cáñamo son un super alimento con el perfecto ratio de Omega3 y Omega6 que necesita nuestro organismo. Además, son ricas en fibras, proteínas vegetales, minerales y vitaminas.
Sus flores cuentan con los mismos cannabinoides que la marihuana, aunque en diferentes concentraciones. Apenas contiene trazas de THC que es el cannabinoide psicoactivo, mientras que los niveles de CBD son bastante elevados.
El CBD según estudios, tiene un espectro más amplio que el THC. Y además no es psicoactivo. Actualmente, es un mercado que continúa expandiéndose y abarca desde productos de cosmética, hasta aceites o e-líquidos.