El gobierno uruguayo y las empresas productoras de cannabis trabajan para poder abastecer a los consumidores
Los consumidores de marihuana que se registraron para comprarla de forma legal en Uruguay insistían en un reclamo desde que comenzó la venta, en 2017. Las flores que se vendían en las farmacias –una de las tres opciones reguladas– no tenían la cantidad de tetrahyrocannabinol (THC) que pretendían. Ante el reclamo, el Instituto Nacional de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) promovió la inclusión de una nueva variedad, con una mayor proporción de este componente psicoactivo, que genera un efecto mayor al consumir las droga (“más pegue”, en la jerga).
Esa nueva variedad gamma tiene un 15% de THC, un porcentaje superior al 9% de las otras dos que ya se vendían en farmacias (alfa y beta). A fin de año, los locales comenzaron con la comercialización de estos paquetes y las ventas se duplicaron al punto que ahora hay un problema de stock.
Las ventas superaron las expectativas del mercado y fueron mayores a las proyecciones iniciales, informó el Ircca en un comunicado. “Esta fuerte demanda ha generado algunos problemas en los inventarios y stocks, que están ocasionando dificultades” para cumplir con los usuarios, dice el texto que difundió el instituto.
Tanto el Ircca como las empresas productoras de cannabis trabajan para revertir este problema y “poder dar respuesta a este fuerte crecimiento del mercado” y así lograr cubrir la demanda.
En las primeras 19 semanas con la variante gamma en el mercado, se vendieron 1.460 kilos de marihuana, 712 más que el el mismo período del año anterior. El director del Ircca, Juan Ignacio Tastás, declaró a Búsqueda que entre el 85% y el 90% de estas ventas responden a la variante gamma.
La legalización del cannabis en Uruguay se atasca
El jerarca se mostró satisfecho con el impacto que provocó la variante gamma, porque eso implicaba quitarle usuarios al mercado ilegal. El gobierno no se favorece con este mayor consumo sino que busca que “la gente que consume en mercados no legales tenga una opción legal a la que recurrir”, con controles sanitarios y una buena calidad en las flores.
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En Uruguay hay tres vías para acceder a la marihuana con fines recreativos de forma legal: la compra en farmacias, la membresía a un club cannábico y el autocultivo.
Hasta el momento, hay 37 farmacias habilitadas para vender marihuana, una opción que tiene 62.288 adherentes. Unas 14 mil personas se registraron para el cultivo doméstico y hay 312 clubes cannábicos, con algo más de 10 mil miembros.
El ritmo mensual de personas que se registran para comprar en las farmacias habilitadas aumentó a partir de la llegada de la variante gamma, informó Tastás. Antes de que esta posibilidad sea autorizada, se inscribían unos 350 nuevos usuarios por mes, pero desde fines del año pasado se anotaron 873 en diciembre, 1.813 en enero, 2.608 en febrero y 3.240 en marzo.
En diciembre, cuando se comenzó a comercializar el producto, el presidente del Centro de Farmacias del Uruguay, Enrique Padial, proyectaba que volvería a esos locales “gran parte del mercado que había desaparecido”, según declaró en el programa radial En Perspectiva. Uno de los motivos para hacer ese pronóstico era que el precio de venta de la variante gamma es “sensiblemente inferior” al valor de venta en un club cannábico.
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Los paquetes de cinco gramos de la variante gamma vale 460 pesos uruguayos (USD 12), al tiempo que las otras dos opciones tienen un precio algo inferior. La beta cuesta 440 pesos uruguayos (USD 11,5) y la alfa 420 pesos uruguayos (USD 11).
Padial destacó que la rentabilidad de la venta de marihuana en las farmacias es buena y “satisface la necesidad económica”. “Es una forma de ayudar a nuestras alicaídas de caja. Lamentablemente las farmacias desde hace bastante tiempo hemos ido perdiendo posición en la venta de medicamentos (…) Nuestro mercado se ha ido reduciendo y por eso con el tiempo las farmacias se han ido transformando”, dijo el empresario farmacéutico.