¿Quieres saber más sobre el cannabis pero te apetece que te lo cuenten en audiovisual? Estos documentales sobre marihuana vienen en tu ayuda.
Así como cada día crece la aceptación sobre el cannabis en algunos países como los EE.UU. también aumenta la necesidad de saber más sobre la planta. Por otra parte, los productores y distribuidores, que no viven en otro planeta (al menos de vez en cuando), son conscientes de que la weedexplotation es un buen negocio, y no solo para hacer pelis de fumetas, sino también para hacer documentales. Estos son algunos de los documentales yanquis que uno puede encontrar sobre el cannabis.
Weed the people
Un documental sobre las personas que toman marihuana: qué dificultades deben superar día a día y los beneficios que les aporta ser consumidores. La moraleja del documental es que se necesita más investigación sobre el asunto para que podamos comprender cuál es la gran ventaja del cannabis sobre otras sustancias. Está en Netflix.
The Culture High
Un documental político y comprometido que sigue a una persona a la que detuvo un equipo de SWAT por una pequeña posesión de marihuana. En el documental participan pesos pesados de la cultura cannábica como Snoop Dogg o Wiz Khalifa.
Grass is Greener
Repaso a todos los cambios que se han producido en los últimos años en los EE.UU sobre la aceptación de la planta mágica, así como los movimientos políticos en los diferentes estados de la unión. Todo esto trufado con apariciones estelares de celebridades del mundo de la cultura cannábica. Está en Netflix.
Explained: Weed
Explained (En pocas palabras) es la serie en la que se explican temas en unos 20 minutos. Para los que tengan prisa y no quieran perder el tiempo en aprender algo en profundidad. Está bien y lo que cuenta es más o menos acertado. Conocimiento exprés.
Bong Appétit
La cocina cannábica tuvo su boom en el 2016. Esta serie documental de Vice recoge todo lo que ha sucedido durante estos años en el mundo de la innovación en la cocina cannábica. Desde comestibles para uso medicinal a la alta cocina.
Fuente: GQ