JUEVES 8 DE JUNIO «CERRADO»
DISCULPEN LAS MOLESTIAS
JUEVES 8 DE JUNIO «CERRADO»
DISCULPEN LAS MOLESTIAS
Las semillas de cáñamo son muy nutritivas. Las galletas de mantequilla y semillas de cáñamo son muy saludables, os dejamos dos recetas.
Las semillas de cáñamo son una de las últimas tendencias en nutrición. Los motivos son varios, pero resumiendo diremos que se consideran el alimento más completo que se pueden encontrar en una única planta.
Tienen mayor valor proteínico que cualquier otra semillas, además de ser ricas en vitamina A, enzimas, zinc, magnesio, fósforo, azufre, manganeso, potasio, calcio, hierro y fibra.
También tienen un gran contenido en ácidos grasos esenciales como el Omega 3, 6 y 9. Éstos ayudan a prevenir la artritis y reumatismos, entre otras dolencias. La proporción de Omega 3 y Omega 6 es de 4:1 y según estudios clínicos, es el ratio ideal para mantener un balance adecuado para equilibrar el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.
Las semillas de cáñamo o cañamones, poseen un 30% de aceite. En total, contienen un 25% de proteína vegetal, un 35% de hidratos de carbono, un 35% de ácidos grasos esenciales y tienen unas 400 Kcal.
En definitiva, son una fuente de salud que hoy en día se pueden encontrar en muchos establecimientos, tanto grandes superficies comerciales, como en herboristerías o tiendas de productos dietéticos.
En nuestro post de hoy, te traemos una simple receta para hacer unas deliciosas y saludables galletas con mantequilla de semillas de cáñamo. Toma nota:
Lo primero que debemos hacer es integrar las semillas de cáñamo a la mantequilla. Para ello, lava bien las semillas y cocínalas durante unos 20-30 minutos en agua. Podrás ver como poco a poco las semillas se abren. Retira el agua con ayuda de un colador.
Por otro lado derrite ligeramente la mantequilla y añade las semillas una vez hayan atemperado. Si tienes una licuadora, licúa esta mezcla. Sino, usa una batidora, batiendo bien durante unos minutos para conseguir una mezcla homogénea. Tampoco pasa nada si queda algún trozo de semilla.
En un bol mezcla la mantequilla con las semillas de cáñamo, con el azúcar y mezcla mu bien. Después añade la cucharadita de esencia de vainilla y finaliza añadiendo la harina. Pásala por un colador para tamizarla antes de añadirla al bol. Y mezcla de nuevo muy bien usando ya las manos.
Para darles forma a las galletas, lo más sencillo es hacer un rollito de unos 4 cm de diámetro. Puedes ayudarte de un papel film, para apretar y darle forma sin que se deshaga la masa. Mete el rollito de masa en la nevera durante unos 60 minutos. Después saca el papel film y corta rodajas de aproximadamente cm de grosor.
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Enciende el horno y deja que se caliente a 180ºC. Pon las galletas en una bandeja de horno previamente engrasada con mantequilla o aceite durante unos 11-12 minutos. Cuando veas que los bordes se empiezan a dorar, sácalas. Es normal que en este momento estén aún blandas. Una vez enfríen, se endurecen.
Deja que enfríen totalmente y disfrútalas cómo y cuándo quieras. También puedes añadir más ingredientes a tu gusto antes de hornerlas, como pepitas de chocolate, coco rallado, ralladura de naranja o limón… Tu imaginación en este caso sólo conseguirá mejorar el sabor de este sencilla receta.
Otras forma de galletas o cookies de mantequilla de semillas de cáñamo y que también podemos hacer sería esta otra sencilla receta.
Esta receta resultará con una textura muy masticable y suave gracias a la untuosidad de la mantequilla de semillas de cáñamo.
Aquí venden este tipo de mantequilla de semillas de cáñamo. Siempre podemos hacer nuestra propia mantequilla de semillas de cáñamo, y que aquí podemos ver.
Las semillas de cáñamo contienen 20 variedades de aminoácidos, son ricas en proteínas, vitamina E y ácidos grasos esenciales. Las semillas de cáñamo son fáciles de digerir y el alto contenido de proteínas y grasas ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Las galletas de mantequilla recuerdan a las de maní por su sabor.
1 taza de Mantequilla de Semillas de Cáñamo
1/3 taza de edulcorante de bajo índice glicémico de néctar de coco
1 taza de harina de almendras blancas
1/4 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 huevo (yo usé un huevo de pato grande)
1/4 taza de caqui fresco cortado en cubitos (puedes sustituirlo por manzana o pera)
Poner el horno a 350
Mezclar bien todos los ingredientes en un bol o un plato hondo
Poner las galletas en la bandeja para hornear galletas con papel pergamino
Hornear de 10 a 12 minutos
Posiblemente se derretirá, pero hay que dejarlo que se enfríe y luego cortarlo en cuadrados. Estas galletas tienen una textura irresistiblemente suave.
Existe la idea común de que los porros cambian el carácter de una persona. Sin embargo, no existe evidencia sólida que respalde la idea de que consumir marihuana puede cambiar la personalidad de alguien.
De cualquier manera, tampoco se puede negar que la marihuana ejerce efectos sobre nuestro organismo, los cuales, dependiendo del consumo, pueden ser simplemente inmediatos o extenderse a largo plazo. Algunos de estos efectos actúan sobre el cerebro, provocando cambios en la conducta de las personas.
Es importante comprender los efectos psicológicos de la marihuana antes de analizar su influencia en el carácter. La marihuana contiene el componente activo delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que interactúa con los receptores cannabinoides en el cerebro y el sistema nervioso, generando diversos efectos en el estado de ánimo, la cognición y la percepción.
Los porros, o cigarros de marihuana, pueden tener efectos psicológicos significativos en quienes los consumen. Los efectos pueden variar dependiendo de la dosis, la calidad de la marihuana y la experiencia previa del consumidor.
Algunos de los efectos comunes en el carácter incluyen euforia, relajación, disminución de la ansiedad, alteraciones en la percepción del tiempo y el espacio, aumento de la sociabilidad y risa. No obstante, también se han reportado efectos negativos como paranoia, ansiedad, pánico y confusión en algunas personas, especialmente aquellas más sensibles o que consumen dosis altas.
Si bien es posible que los efectos inmediatos de la marihuana, como la euforia o la relajación, puedan influir temporalmente en el comportamiento y el estado de ánimo de una persona, estos cambios suelen ser transitorios y desaparecen una vez que los efectos de la marihuana se disipan.
Es importante recordar que el carácter de una persona está determinado por múltiples factores, como los genéticos, ambientales y sociales. Es decir, el consumo de marihuana puede ser solo uno de los muchos factores que influyen en la personalidad de un individuo.
Además, es fundamental diferenciar entre los efectos inmediatos y a largo plazo de la marihuana, ya que los efectos a largo plazo, como los trastornos psicóticos y el deterioro cognitivo, pueden tener un impacto más significativo en la salud mental y la personalidad de una persona.
El consumo crónico y prolongado de marihuana se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos psicóticos, como la esquizofrenia. El THC presente en la marihuana puede alterar la actividad cerebral y aumentar la liberación de dopamina, lo que podría desencadenar síntomas psicóticos en personas vulnerables, especialmente aquellas con predisposición genética.
El consumo regular y prolongado de marihuana se ha relacionado con un impacto negativo en la función cognitiva. Especialmente en personas que comenzaron a consumir marihuana en la adolescencia o en etapas tempranas de la vida adulta, se ha observado un menor rendimiento en áreas como la memoria, la atención, el aprendizaje y las funciones ejecutivas.
La marihuana puede afectar la capacidad de retener y recuperar información de la memoria a corto plazo. Las personas que consumen marihuana regularmente pueden experimentar dificultades para recordar eventos o detalles específicos.
Los porros cambian el carácter ya que su consumo se ha asociado con dificultades para mantener la atención y concentrarse en tareas complejas. Esto puede tener un impacto en el rendimiento académico, laboral y en otras actividades que requieren enfoque y atención sostenida.
El consumo crónico de marihuana se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, como trastorno de ansiedad generalizada (TAG), trastorno de pánico y trastorno de estrés postraumático (TEPT). La marihuana puede desencadenar o exacerbar los síntomas de ansiedad en algunas personas, especialmente aquellas con predisposición o vulnerabilidad previa.
Algunos estudios sugieren que el consumo prolongado de marihuana puede contribuir a la apatía y la falta de motivación en las personas. Se ha observado que algunos usuarios habituales de marihuana muestran una disminución en su interés y motivación para participar en actividades cotidianas, establecer metas y buscar logros personales.
El consumo crónico de marihuana puede afectar las relaciones interpersonales, tanto a nivel familiar como social. Algunas personas pueden experimentar dificultades en la comunicación, la empatía y la resolución de conflictos, lo que puede generar tensiones y distanciamiento en sus relaciones más cercanas.
Aunque la relación entre el consumo de marihuana y la depresión es compleja y multifactorial, se ha observado que el consumo crónico puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar síntomas depresivos. Algunos estudios han encontrado una conexión entre el uso de marihuana y un mayor índice de síntomas de depresión, aunque aún se requiere más investigación para comprender completamente esta relación.
El consumo regular de marihuana puede afectar la calidad y la estructura del sueño. Aunque inicialmente puede ayudar a conciliar el sueño, a largo plazo puede alterar el ciclo de sueño-vigilia y contribuir a trastornos del sueño como el insomnio. Esto puede tener un impacto negativo en el estado de ánimo, la energía y el funcionamiento diurno.
Algunas personas afirman que uno de los efectos psicológicos de la marihuana es estimular la creatividad y la imaginación. Se ha informado que la marihuana puede desinhibir y aumentar la fluidez del pensamiento, lo que puede contribuir a la generación de ideas y la exploración creativa en algunos individuos.
Algunos consumidores de marihuana han informado un aumento en el estado de ánimo positivo y una sensación general de bienestar después de consumir la sustancia. Esto puede estar relacionado con los efectos eufóricos y de relajación que la marihuana puede producir en algunos individuos.
Es importante tener en cuenta que los efectos psicológicos de la marihuana pueden variar ampliamente entre las personas y que no a todas las personas los porros les cambian el carácter. Sigue aprendiendo más sobre el consumo de cannabis leyendo La Marihuana.
El cannabis combate el cáncer, a tenor de los muchos estudios científicos y reportes de personas que lo han usado para ello.
Un metanálisis de muchos estudios sugiere que el cannabis tiene capacidad de reducir el riesgo de cáncer en las personas.
El cannabis para el tratamiento de cáncer o para paliar sus efectos cada vez está más demostrado que ayuda. El cannabis combate el cáncer, así lo confirmaría la ciencia. Aunque se necesita más investigación entre estos dos protagonistas, el cannabis no sería suficiente como tratamiento.
Pero si sería una muy buena herramienta para combatir su riesgo a tenor del resultado de este metanálisis.
El metanálisis es una técnica estadística que combina resultados de varios estudios sobre el mismo tema. Estos a su vez provienen de revisiones sistemáticas de su literatura que buscan sintetizar, analizar información y evidencias sobre el tema en cuestión partiendo de la pregunta a investigar.
Este gran análisis de estudios se denomina «Scoping Review and Meta-Analysis Suggests that Cannabis Use May Reduce Cancer Risk in the United States». En español «La revisión del alcance y el metaanálisis sugieren que el consumo de cannabis puede reducir el riesgo de cáncer en los Estados Unidos».
Este gran estudio o meta análisis fue dirigido por el Dr. Thomas M. Clark, y descubrió que «los efectos anticancerígenos del cannabis superan los efectos cancerígenos incluso en las vías respiratorias y la vejiga, donde la exposición al cancerígeno es alta».
El Dr. Clark tenía varias hipótesis sobre el cannabis. La primera era si el cannabis aumentaría el riesgo de sufrir algún tipo de cáncer. La segunda sería si los beneficios o riesgos de consumir cannabis se anulaban por su consumo. La tercera era si el cannabis reduce el riesgo de padecer cáncer.
La recopilación de datos para el primer análisis concluyó con una pequeña asociación entre el consumo de cannabis y una reducción del riesgo de sufrir cáncer.
Posteriormente, se eliminaron los datos que no podían controlar el uso de tabaco y que se definían como de alto riesgo en el sesgo de selección; tampoco los datos con riesgo de sesgo de desempeño. Con éstos datos eliminados, la asociación entre en consumo de cannabis y reducir el riesgo de cáncer cambio de mediana a grande.
Es más, también existía y según los datos, una de mediana a gran asociación con la reducción de cáncer si se quitaban los datos relacionados con cáncer de testículos. Por otro lado, también se desprendía de los datos de este metanálisis que «la hipótesis de que el consumo de cannabis aumenta el riesgo de cáncer no se respalda por los datos que se disponen».
El Dr. Clark dice que «la disminución del riesgo de cáncer en los consumidores de cannabis no debería sorprender, ya que el cannabis y los cannabinoides disminuyen la obesidad, inhiben la inflamación crónica, reducen los niveles de insulina en ayunas y su sensibilidad, además tienen acciones antitumorales directas».
El cannabis tiene importantes efectos contra aspectos relacionados con y la obesidad. Además, en una investigación realizada con animales de laboratorio se descubrió que el tetrahidrocannabinol, además de prevenir la obesidad y luchar contra sus fenotipos asociados, mantiene la flora microbiana de los intestinos.
Según la investigación, la resistencia a la insulina es una enfermedad donde el cannabis podría ser una opción de tratamiento. Además de ser muy reconocido la actuación del cannabis como un antiinflamatorio.
A esto añadiremos que investigaciones en un entorno de laboratorio demostraron los efectos antitumorales del cannabis y sus cannabinoides.
Según los cálculos del Dr. Thomas M. Clark, la reducción del riesgo de cáncer por el cannabis llegaría al diez por ciento. «El impacto del consumo de cannabis sobre el riesgo de cáncer es de considerable interés», dice Clark .
“El cáncer es una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos y en todo el mundo. Solo en los Estados Unidos, se proyectan> 1.7 millones de diagnósticos y 607.000 muertes por cáncer el año pasado … y las muertes por cáncer fueron responsables de $ 94,4 mil millones en pérdidas económicas en 2015 ”.
Aunque en el humo de cannabis existen cancerígenos, este meta análisis ha revelado que los consumidores de marihuana tendrían menos probabilidades de poder desarrollar cáncer que las personas no consumidoras.
Aunque por ahora no sería un tratamiento en sí mismo, las investigaciones sugieren que el cannabis combate el cáncer y es un gran aliado para luchar contra el.
También ha habido resultados sorprendentes en otro estudio que analizaba el CBD y el glioblastoma. Éste último, es una forma de cáncer cerebral con alta mortalidad y que crece y se disemina muy rápidamente.
«Nuestros experimentos demostraron que el CBD ralentiza el crecimiento de las células cancerosas y es tóxico para las líneas celulares de glioblastoma tanto canino como humano. Es importante destacar que las diferencias en los efectos anticancerígenos entre el aislado y el extracto de CBD parecen ser insignificantes «. Dijo Chase Gross, una de los investigadores del estudio y del programa de Doctorado en Medicina Veterinaria / Maestría en Ciencias de la Universidad Estatal de Colorado.
«El CBD se ha estudiado con entusiasmo en las células por sus propiedades anticancerígenas durante la última década», dijo el Sr. Gross. «Nuestro estudio ayuda a completar el rompecabezas in vitro, lo que nos permite avanzar en el estudio de los efectos del CBD sobre el glioblastoma en un entorno clínico utilizando modelos animales vivos. Esto podría conducir a nuevos tratamientos que ayudarían tanto a las personas como a los perros que padecen este cáncer tan grave. «
Según los muchos estudios publicados el cannabis combate el cáncer o por o menos es de gran ayuda contra su lucha.
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El combate contra el cáncer a través del cannabis fue siempre el gran objetivo de quienes investigan el uso terapéutico de la planta.
La propia Sociedad Americana de Cáncer (ACS, en inglés), una referencia en la materia, reconoce que el cannabis puede ser útil para tratar las náuseas y los vómitos de la quimioterapia contra el cáncer.
Asimismo, algunos estudios han encontrado que la marihuana inhalada (fumada o vaporizada) puede ser útil para el tratamiento del dolor neuropático (dolor causado por nervios dañados).
La ACS también publicó recientemente que algunos científicos informaron que el THC y otros cannabinoides como el CBD ralentizan el crecimiento y/o causan la muerte en ciertos tipos de células cancerosas que crecen en placas de laboratorio.
Algunos estudios en animales también sugieren que ciertos cannabinoides pueden retardar el crecimiento y reducir la propagación de algunas formas de cáncer.
También existen ensayos clínicos iniciales de cannabinoides para el tratamiento del cáncer en humanos y se planean más estudios.
Claro que, si bien los estudios han demostrado que los cannabinoides pueden ser seguros para tratar el cáncer, no demuestran que ayuden a controlar o curar la enfermedad.
También aclaran que “depender únicamente de la marihuana como tratamiento y evitar o retrasar la atención médica convencional para el cáncer puede tener graves consecuencias para la salud”.
Un poco más al norte, en Canadá, una empresa de biotecnológica busca una terapia contra el cáncer basada en el cannabis.
Se trata de la compañía canadiense de biotecnología Pascal Biosciences Inc., según informa Radio Canadá Internacional.
La firma iniciará la primera etapa de un estudio para el desarrollo de una terapia contra el cáncer basada en el cannabis en asociación con la estadounidense SoRSE Technology Corp.
La empresa tecnológica SoRSE, con sede en Seattle, Washington, trabaja con cannabidiol soluble en agua.
El CBD es un derivado químico no psicoactivo que se encuentra en las plantas de cannabis. Y que está siendo ampliamente utilizado para hacer bebidas, chocolates, lociones y otros productos.
El director ejecutivo, Howard Lee, dijo que SoRSE le pagará a Pascal por los gastos de investigación mientras prueba el tratamiento experimental PAS-393.
El objetivo de las compañías es que pueda complementar los llamados inhibidores de control. Los cuales se cree que ayudan a quitar los frenos del sistema inmunológico en la lucha contra el cáncer.
“Tenemos el descubrimiento del medicamento y la experiencia en su desarrollo mientras que SoRSE tiene la capacidad de formulación y eso ayudará a que el medicamento llegue a la clínica”, dijo el director ejecutivo de Pascal, Patrick Gray.
El directivo añadió que las compañías esperan comenzar los ensayos de la primera fase el próximo año.
Gray añadió que Pascal podría completar las pruebas de Fase 1A al final de los 15 meses de asociación con SoRSE. Y podría elegir continuar el desarrollo clínico como socios igualitarios después de esa etapa.
Esta colaboración marca un impulso para probar los compuestos basados en el cannabis en extensos ensayos clínicos.
También un salto para una industria que ha luchado por demostrar los beneficios médicos de los productos derivados de la marihuana.
La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA) aprobó en 2018 el primer medicamento derivado de la marihuana, Epidiolex, manufacturada por la compañía GW Pharmaceuticals Plc, y que sirve para tratar dos formas graves de epilepsia.
En 1985, la FDA había aprobado el Marinol, un medicamento que contiene moléculas de cannabis sintéticas. Se utiliza para tratar la pérdida de peso en pacientes con VIH y las náuseas en pacientes con cáncer que reciben quimioterapia.
El cannabis combate el cáncer, pero también y según otro estudio, podría aumentar el riesgo de contraer cierto cáncer.
Una noticia de hace mas de diez años en la BBC, hacía referencia a un estudio sobre el consumo de marihuana y cáncer testicular.
El consumo frecuente y/o a largo plazo de marihuana podría aumentar significativamente el cáncer testicular, afirma una investigación.
El estudio, llevado a cabo en Estados Unidos, encontró que los hombres que consumen la droga con regularidad, o durante mucho tiempo, tienen 70% más riesgo de desarrollar la enfermedad.
Y el riesgo, afirman los investigadores, es particularmente elevado -de casi el doble- entre los que consumen marihuana por lo menos una vez a la semana y/o han tenido una exposición a largo plazo de la droga, comenzando en la adolescencia.
Ésta, afirman los expertos, es la primera vez que se encuentra un vínculo entre el consumo de marihuana y la enfermedad.
«Nuestro estudio no es el primer que sugiere que algún aspecto del estilo de vida de un hombre o el medio ambiente es un factor de riesgo de cáncer testicular» afirma el doctor Stephen Schwartz, uno de los autores del estudio.
«Pero es el primero que analiza el consumo de la droga en relación a la enfermedad», agrega.
Los expertos subrayan sin embargo, que el estudio es muy pequeño para poder sacar una conclusión clara.
fuentehttps://www.lamarihuana.com/el-cannabis-combate-el-cancer/
Cocinar con marihuana es un golazo. Lo cierto es que puede ser difícil saber por dónde empezar, sobre todo si nunca cocinaste.
Es también una buena alternativa para aquellas personas que quieran consumir cannabis sin tener que fumar o vaporizar, tanto en uso medicinal como en uso recreativo para darle un toque especial a nuestras recetas y disfrutar de nuestras comidas de una forma diferente.
Es muy importante tener cuidado con la dosis en este tipo de recetas, ya que al comer, se aprovecha toda la marihuana, mientras que al fumar solo aprovechamos el 40%. Con esto queremos decir que su efecto psicoactivo es mayor, y que debemos controlar las dosis que comemos empezando de a poco.
Te preparamos 5 recetas con Cannabis ideales para empezar:
Manteca de Cannabis
Una receta muy fácil y sencilla de hacer y es imprescindible en nuestra cocina para preparar muchas otras recetas con cannabis.
Ingredientes:
Lo primero que deberemos hacer será hervir la marihuana triturada en agua, a fuego muy suave durante 20 minutos, hacemos esto para sacarle el sabor a clorofila (gusto a pasto) y casi todas las impurezas, dejándolo listo para mezclarlo con la manteca.
El siguiente paso será hervir la manteca en agua al fuego mínimo, siempre evitando que el agua esté en ebullición. Una vez tengamos la manteca completamente derretida, procedemos a ponerle la marihuana.
Deberemos tenerlo siempre al fuego mínimo, y no dejar de revolver en ningún momento, y veremos cómo poco a poco nuestra manteca va tomando un color más verdoso. Deberemos revolver durante unos 30 minutos, hasta que tengamos una manteca uniforme y homogénea.
Cuando estemos seguros de que se ha formado una pasta homogénea y verdosa, es el momento de filtrar la mezcla con un colador para asegurarnos que no nos queda ningún tipo de resto vegetal.
Deberemos dejarlo enfriarse a temperatura ambiente un par de horas, para después meterlo en la heladera y dejarlo reposar 24hs.
Finalmente nos quedará una capa de manteca flotando sobre el agua, con una textura muy similar a la que compramos, pero de un color mucho más verde.
Te de Cannabis
Una receta fácil y rápida.
Simplemente prepara una taza de té como siempre y agrégale una cucharadita de manteca de cannabis. Endulza con miel y a disfrutar de un rápido efecto.
Helado de Marihuana
Un helado puede ser una forma perfecta de terminar una comida o una reunión de amigos. Son solo cuatro pasos
Brownie de Marihuana
Eh aquí el comestible con marihuana más famoso que existe!. Es que son tan ricos y fáciles que resulta muy tentador!…
Lo único que se necesita es un poco de marihuana, aceite y mezcla para brownies. En primer lugar, asegúrate de que la mezcla para brownies requiere aceite como ingrediente – esto es esencial.
Para empezar, tienes que infusionar el aceite con la marihuana.
Para esto, tritura entre 4-12 gramos de flores (dependiendo de lo fuerte que quieras que sea) lo más fino que puedas. Ponelo en una hoya y vertí la cantidad de aceite que diga en las instrucciones de la mezcla para brownies.
Calenta a fuego medio durante unos 30 minutos, revolviendo de vez en cuando, para que el aceite se infunda con todos los cannabinoides de las flores.
Por último, deja que el aceite se enfríe para luego colar la materia vegetal.
¡Ya tenes aceite de marihuana listo para usar con las instrucciones de tu mezcla para brownies!
¿La ansiedad y la marihuana se llevan bien? Conoce cómo el cannabis puede ser tu aliado en el tratamiento de este padecimiento mental.
En el mundo actual, intentar llevar un ritmo de vida exitoso puede resultar estresante, debido a la rapidez con la que todo sucede y a las exigencias diarias a las que nos vemos sometidos a causa del trabajo, la escuela y la vida en sociedad. Cada vez existen más miedos y menos tiempo para pararnos a pensar qué es lo que necesitamos de verdad.
Debido a este panorama, la ansiedad es una de las principales enfermedades a las que se enfrenta la sociedad del siglo XXI y el alivio o control de sus síntomas es una cuestión en la que aún se trabaja. Aunque existen una enorme cantidad de analgésicos y fármacos, consumirlos en grandes cantidades también representa riesgos para la salud.
Es entonces cuando la relación entre ansiedad y marihuana adquiere relevancia, ya que se cree que el cannabis, en particular su sustancia activa, el CBD, podría ser una solución para padecimientos como ansiedad y estrés. A lo largo de este artículo hablaremos de sus posibles beneficios y desventajas.
CBD es el acrónimo de cannabidiol, un compuesto químico del grupo de los cannabinoides que forman parte del cannabis. Se cree que este se presenta en mayores cantidades en la variedad de Cannabis Indica. En la variedad Cannabis Sativa apenas existe, en su lugar, en ella prima el THC, un compuesto psicoactivo con gran capacidad para alterar el estado mental.
Para aprovechar las propiedades medicinales del CBD, que incluyen propiedades relajantes, antiinflamatorias, analgésicas y ansiolíticas, este se extrae de la planta para convertirse en aceite, que puede ser adquirido de forma legal en farmacias especializadas o tiendas naturistas.
Es gracias a este compuesto que la combinación de ansiedad y marihuana podría ser favorable, ya que el CBD resulta útil en el tratamiento de dolores crónicos, ansiedad (incluyendo ansiedad social, ansiedad nocturna o ataques de pánico) y depresión.
Mientras más avanzan las investigaciones en torno a la planta de cannabis, más propiedades medicinales y terapéuticas se encuentran. En el caso del cannabidiol (CBD), compuesto químico que no causa efectos psicoactivos, este ha dado sobradas muestras de eficacia en numerosas patologías y dolencias en estudios recientes.
De acuerdo con un estudio realizado en Canadá, en el que se analizó a 146 pacientes de aproximadamente 40 años de edad, que sufren de ansiedad e insomnio y llevaban tratamiento con benzodiacepinas regularmente, el consumo de aceite de cannabis puede ser una alternativa a los fármacos tradicionales. Transcurridos 6 meses de tratamiento con CBD, casi la mitad de los pacientes dejaron de usar estos medicamentos psiquiátricos.
Los hallazgos del estudio mostraron que el 30.1% de los pacientes dejaron de usar medicamentos después de 2 meses de tratamiento con cannabis medicinal. Después de 4 meses, la cantidad de personas que dejaron estos medicamentos alcanzó el 44.5% y dos meses más tarde (medio año en total) hasta un 45.2%.
Junto con la disminución en el uso de medicamentos psiquiátricos, los pacientes con cannabis informaron una disminución diaria en los niveles de estrés y malestar que surgen de sus problemas médicos.
Según los resultados, las cepas de cannabis con un porcentaje de THC más alto no necesariamente conducen a un mejor alivio. Por ejemplo, 32.1% de pacientes que consumen cannabis con 15-19% THC dejó de usar benzodiacepinas en comparación con el 26.8% de aquellos que consumieron variedades de cannabis más fuertes con más de un 20% de THC.
Estos hallazgos refuerzan las afirmaciones de que las variedades equilibradas, que contienen porcentajes relativamente cercanos de THC y CBD, conducen al alivio máximo, porque el CBD equilibra los efectos psicotrópicos del THC.
Al hablar de las diferencias entre algunos medicamentos utilizados en el tratamiento de la ansiedad y la marihuana, destaca que esta última no genera adicción. El CBD contenido en el aceite no provoca ningún tipo de dependencia a largo plazo, ni subidón, pues únicamente afecta al sistema periférico del cerebro.
De hecho, existen estudios que plantean que el CBD puede incluso servir en el tratamiento de adicciones a opioides, ya que contribuye a disminuir los niveles de ansiedad causados por la abstinencia.
Un estudio publicado por Neurochemical Research (2005) apunta que el CBD actúa como receptor parcial de 5-HT1a, un receptor que existe de forma natural en la corteza cerebral, el hipocampo y la amígdala, y que juega un papel esencial en la regulación de los sentimientos de ansiedad y depresión.
El receptor de 5-HT1a también está implicado en la neurotransmisión de serotonina, uno de los neurotransmisores esenciales en lo que a la regulación del estado de ánimo se refiere. Cuando el cannabis actúa como receptor de 5-HT1a puede contribuir a tener una mayor sociabilidad y disminución de comportamientos agresivos.
Cuando se usa en la noche para relajarse, el CBD tiene la ventaja de producir una jornada de sueño reparador y permite obtener mayor relajación en nuestras horas de vigilia del día siguiente, incluso después de disfrutar de una taza de té, café, o una nootropic “píldora inteligente”.
La buena calidad del sueño también contribuye al aumento de la productividad, la eficacia personal, y la reducción de la ansiedad. Todos estos beneficios del uso regular del CBD respecto al sueño demuestran que una taza de café podría ser más contraproducente que mezclar ansiedad y marihuana.
El consumo de CBD también alivia el dolor causado por la tensión muscular que acompaña a menudo el estrés, generado por la razón que sea. Esta tensión se agrava por el monólogo mental difícil de detener por las preocupaciones que habitualmente puede padecer la persona ansiosa.
A diferencia de las moléculas sintéticas de los medicamentos, diseñadas y producidas para intervenir en nuestro cuerpo, el CBD es completamente natural. El ser humano cuenta con el sistema endocannabinoide capaz de procesarlo, lo que hace que apenas haya contraindicaciones (como mucho somnolencia o sequedad en la boca).
Parte del atractivo, al menos para las personas que no quieren drogarse, es que el CBD no tiene los mismos efectos que alteran la mente como el THC, sustancia que no contiene y que es el componente psicoactivo de la planta. Si a esto le sumamos que se trata de un aceite, eliminamos los problemas que puede conllevar la combustión de fumar marihuana.
De acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la mezcla de ansiedad y marihuana en exceso podría resultar perjudicial. Esto se debe a que, en dosis altas, el cannabis puede ocasionar sentimientos de ansiedad y paranoia, lo que se conoce comúnmente como tener un mal viaje.
Sin embargo, estos efectos pueden ser diferentes de una persona a otra. Mientras algunas personas experimentan un estado de mayor confianza y relajación después de fumar marihuana, hay quienes sienten un aumento en su ansiedad social o nerviosismo.
Es por ello, que se necesita realizar más estudios que permitan identificar riesgos y formular tratamientos efectivos. Cabe mencionar que antes de comenzar un tratamiento de marihuana medicinal, es recomendable consultar a un médico que pueda evaluar los riesgos individuales que este tratamiento representa.
Recuerda que en La Marihuana encontrarás toda la información que necesitas sobre la relación entre ansiedad y marihuana, así como con otros padecimientos comunes. Sigue navegando por nuestro blog y mantente informado sobre los avances médicos, científicos y legales relacionados con el mundo cannábico.
En este artículo vamos a explorar la complejas similitudes entre el cannabis y el cacao. ¡Su parecido te sorprenderá! Descubre por qué consumir marihuana y chocolate puede aumentar potencialmente los efectos de ambas sustancias.
El cannabis y el chocolate han tenido un papel importante en la sociedad desde hace miles de años. Actualmente existen nuevas investigaciones que sugieren que tienen mucho más en común que simplemente su linaje como cultivos ancestrales. En este artículo vamos a explorar la relación del cannabis y el chocolate; ¿por qué combinan tan bien?
Los granos de cacao crecen de forma natural en el continente americano. Los indígenas del Yucatán, los Olmecas o los Aztecas los consumieron por primera vez hace unos 5000 años. Estas culturas usaban el cacao como alimento básico y como medicina. De hecho, se dice que el emperador azteca Montezuma usaba los granos de cacao como un estimulante sexual, consumiendo algunos antes de irse al dormitorio.
De forma similar, el cannabis y el cáñamo tienen una historia compleja; ambas plantas han sido usadas ampliamente con fines industriales y medicinales. Uno de los registros escritos más antiguos sobre el consumo de cannabis se encuentra en el Chu-King (o Shujing), un libro chino clásico del año 2300 a.C.
Este libro relata cómo los chinos usaban fibras de cáñamo y cannabis para hacer ropa y cuerdas, mientras que usaban toda la planta como medicina para tratar múltiples problemas, desde el reumatismo hasta los dolores menstruales. Hoy en día sabemos que el cannabis y el cacao comparten más cosas de las que pueden apreciarse a simple vista.
El cannabis contiene como mínimo 113 compuestos químicos únicos, conocidos como cannabinoides. Los más conocidos son el THC (el principal ingrediente psicoactivo de la planta) y el CBD (un compuesto no-psicoactivo valorado por sus propiedades medicinales).
Los cannabinoides que consumimos interaccionan con el sistema endocannabinoide de nuestro cuerpo. Este sistema se encuentra naturalmente en nuestro cuerpo y principalmente consta de dos tipos de receptores que se activan con cannabinoides como el THC o el CBD.
Los receptores cannabinoides se descubrieron por primera vez en 1988 en el cerebro de una rata. Poco tiempo después, los investigadores encontraron los mismos receptores en el cerebro humano, lo cual planteó una pregunta importante:
¿Por qué los cerebros de los mamíferos contienen receptores que están perfectamente adaptados para recibir los cannabinoides presentes en las plantas de cannabis?
La respuesta apareció en 1992, cuando un equipo de investigadores liderado por el DR Raphael Mechoulam descubrió la anandamida, un «endocannabinoide» producido de forma natural en el cerebro humano. En 1995, Mechoulam y su equipo aislaron el 2-AG, otro cannabinoide endógeno del cuerpo humano.
Tal vez te estés preguntando qué tienen que ver todos estos cannabinoides con el chocolate. Resulta que un estudio publicado en 1996 por la revista Nature sugería que el chocolate puede contener algunos de los cannabinoides producidos naturalmente en nuestro cuerpo.
Los autores de este estudio tenían una teoría: La anandamida es un lípido (un ácido graso orgánico). El chocolate es rico en grasas por naturaleza y podría contener lípidos que fueran similares química y farmacológicamente a la anandamida. Los investigadores esperaban que al analizar esta hipótesis pudieran entender la ciencia tras los antojos de chocolate.
Para el estudio, analizaron 3 muestras diferentes de polvo de cacao de 3 productores diferentes y estudiaron su composición química. Así fueron capaces de aislar 3 componentes principales.
Estos compuestos eran la anandamida, la N-oleiletanolamina y la N-linoleol etanolamina. Al explorar más a fondo la N-oleiletanolamina y la N-linoleol etanolamina, los investigadores descubrieron que podrían producir efectos similares a algunos cannabinoides, ya fuera imitando a la anandamida o aumentando los niveles de anandamida en el cerebro.
Otro estudio revela que algunos de los compuestos presentes en el chocolate (como la teobromina) podrían estimular una mayor producción de anandamida en el cerebro. Y ahora te explicaremos como estos descubrimientos pueden afectar tu experiencia al combinar marihuana y chocolate.
La anandamida es un neurotransmisor. Suele denominarse la «molécula de la felicidad» debido a que produce efectos similares al THC, incluyendo la euforia.
Y no es difícil entender por qué. Al fin y al cabo, la anandamida y el THC tienen una estructura química muy similar e interaccionan precisamente con los mismos receptores del sistema endocannabinoide (los receptores CB1 y CB2).
Por lo tanto, combinar marihuana y chocolate podría aumentar los efectos eufóricos y estimulantes de ambas sustancias. Si consumes cannabis con fines terapéuticos, encontrarás que la combinación de cannabis y chocolate también podría potenciar los beneficios medicinales de ambos.
De un modo similar a la mayoría de los cannabinoides presentes en la marihuana, la anandamida juega un rol importante en el control del dolor, el estado de ánimo y el apetito, entre otros. También se ha demostrado que puede mejorar la neurogénesis y que tiene propiedades ansiolíticas y antidepresivas.
Cualquier consumidor con fines terapéuticos que ingiera concentrados potentes (por ejemplo tinturas, aceites de cannabis como el Phoenix Tears o zumo de cannabis crudo) probablemente te dirá lo mismo: ‘La marihuana no es precisamente deliciosa’.
De hecho, muchos pacientes que ingieren cannabis o sus concentrados buscan maneras saludables de enmascarar el fuerte sabor de la planta sin interferir con sus efectos. Y aquí es donde aparece el chocolate. No solo encubre el sabor de la marihuana medicinal, sino que como ya hemos mencionado, podría incluso aumentar el potencial terapéutico general de la planta.
El chocolate es un conocido afrodisíaco. Durante mucho tiempo, los científicos creían que esto se debía a dos sustancias químicas presentes en el chocolate: el triptófano (un componente de la serotonina) y la feniletilamina (un estimulante químico relacionado con la anfetamina).
Pero algunos estudios recientes sugieren que el chocolate solo contiene pequeñas concentraciones de ambas sustancias, por lo que es poco probable que generen efectos afrodisíacos apreciables.
Entonces, ¿por qué tanta gente asocia el chocolate con una mayor sensación de amor y deseo? Aún no conocemos la respuesta. Pero lo que sabemos es que el cannabis podría tener propiedades estimulantes similares a las del chocolate.
Muchos consumidores de marihuana afirman que el cannabis puede sin duda mejorar el placer del sexo. Otros afirman que cuando están bajo los efectos del cannabis se sienten más cariñosos e íntimos con sus parejas.
A diferencia del chocolate, la ciencia nos ha dado una buena explicación para esto. El cannabis aumenta temporalmente el nivel de dopamina en el cerebro mediante el bloqueo de un neurotransmisor llamado GABA, cuya función suele ser controlar el nivel de dopamina.
Este bloqueo temporal de las funciones del GABA es parte fundamental de todas las drogas de uso lúdico; desde el tabaco y la cafeína hasta la cocaína. Las drogas aumentan temporalmente los niveles de dopamina el cerebro, aumentando nuestra sensación de placer y gratificación.
“Ese antojo que sientes cuando hueles el café por la mañana debes agradecérselo a la dopamina. Ese júbilo que sientes por todo tu cuerpo cuando te enamoras profunda y desesperadamente? De nuevo, la dopamina”, escribe Amy Banks, doctora en medicina, investigadora y co-autora del libro” Four Ways to Click: Rewire Your Brain for Stronger, More Rewarding Relationships» (Cuatro formas de conectar: reconfigura tu cerebro para unas relaciones más fuertes y gratificantes)
A pesar de no ser una ciencia sólida, la combinación de chocolate con pequeñas dosis de cannabis podría amplificar la liberación de dopamina en tu cerebro, con lo que indirectamente mejoraría tu experiencia en la cama o la conexión general con tu pareja.
Si buscas realzar los efectos de ciertos cannabinoides, enmascarar el sabor de tu medicina o darle un toque picante a tu vida amorosa, deberías plantearte combinar cannabis y chocolate.
Hay muchas formas de hacerlo. Uno de los métodos más típicos es a través de comestibles cannábicos con chocolate. Si tienes la suerte de vivir en una zona donde la venta de cannabis sea legal, tal vez puedas puedas encontrar productos disponibles en el mercado, como brownies, chocolate, trufas, y muchos más.
En caso contrario, no te preocupes; los comestibles cannábicos con chocolate son fáciles de hacer en casa. Incluso puedes descarboxilar el cannabis directamente en chocolate derretido, por lo que la preparación es facilísima.
La marihuana puede dibujar una sonrisa en tu rostro cuando la consumes, pero no es la única forma en que fumar porros te cambia la cara.
La marihuana ha sido una sustancia polémica durante mucho tiempo, y ha habido muchas opiniones diferentes sobre sus efectos en el cuerpo humano. Una de las opiniones más curiosas es la creencia de que fumar porros te cambia la cara.
Si eres un consumidor habitual, pero te preocupa el efecto que el consumo de porros pueda tener en tu apariencia, te recomendamos continuar leyendo si quieres aprender cuáles son los efectos reales que puede tener en tu rostro el fumar marihuana.
La marihuana es una droga compuesta por varias sustancias químicas denominadas cannabinoides. Estas sustancias provocan diferentes efectos en el cuerpo humano, incluyendo cambios en la producción de colágeno, en la presión arterial o en el peso del consumidor, lo que se cree que puede concluir en un cambio en la apariencia general de los usuarios frecuentes.
Aunque es imposible asegurar de dónde proviene la afirmación de que fumar porros te cambia la cara, es probable que se deba principalmente a la creencia de que esta es una sustancia negativa para el cuerpo y el estereotipo de la apariencia de aspecto demacrado que tienen los consumidores de hierba.
En lo que respecta al aumento de peso, es cierto que la marihuana puede aumentar el apetito de una persona, lo que puede llevar a un consumo excesivo de alimentos poco saludables y al aumento de peso. Sin embargo, esto no significa necesariamente que esto se manifestará en la cara. De hecho, muchas personas que fuman marihuana mantienen un peso saludable y tienen un aspecto físico normal.
La marihuana puede tener un impacto en la piel del rostro a largo plazo, al reducir la producción de colágeno en la piel, lo que puede provocar pérdida de elasticidad, arrugas y envejecimiento prematuro de la piel. Esto se debe a la acción de los cannabinoides en los receptores cannabinoides de la piel.
En algunos estudios, el consumo de marihuana ha sido asociado con un mayor riesgo de desarrollar acné. Esto se debe principalmente al hecho de que la marihuana puede aumentar la producción de sebo en la piel.
El sebo es un tipo de aceite producido naturalmente por las glándulas sebáceas de la piel. En condiciones normales, el sebo ayuda a mantener la piel hidratada y protegida. Sin embargo, cuando se produce en exceso, el sebo puede obstruir los poros de la piel y provocar la formación de granos y puntos negros.
Algunos estudios también sugieren que el THC puede estimular la proliferación de células que componen las glándulas sebáceas, lo que puede aumentar aún más la producción de sebo.
Aunque la marihuana puede aumentar la producción de sebo en algunas personas, también puede tener el efecto contrario en otras, provocando una piel seca y deshidratada. Esto se debe a que la marihuana puede afectar los niveles de líquidos en el cuerpo y reducir la producción de aceites naturales en la piel.
En cuanto a los ojos, es cierto que el consumo de cannabis puede tener un impacto en los ojos de una persona. Uno de los efectos del consumo de THC es provocar una reducción de la presión intraocular, lo que puede ayudar a tratar el glaucoma. Sin embargo, hablando de la apariencia física, también puede provocar enrojecimiento de los ojos, un efecto muy conocido en el consumo de marihuana.
No todos los efectos que el consumo de marihuana tiene en la apariencia del rostro son permanentes, pero algunos sí lo son. Por ejemplo, la pérdida de elasticidad y firmeza de la piel debido a la reducción de colágeno es un proceso natural del envejecimiento que se puede acelerar con el consumo de marihuana. Una vez que se produce esta pérdida de colágeno, es difícil recuperar la elasticidad y firmeza originales.
En cuanto al acné, si bien el consumo de marihuana puede provocar brotes, estos generalmente son temporales y se pueden tratar con medicamentos tópicos o por vía oral. Sin embargo, si no se trata adecuadamente, el acné puede dejar cicatrices permanentes en la piel.
En cuanto a la pérdida de peso, esta puede ser reversible si se deja de consumir marihuana y se adopta un estilo de vida saludable, como una dieta equilibrada y ejercicio regular. Sin embargo, si el consumo de marihuana ha llevado a un aumento de peso significativo, puede ser difícil volver a un peso saludable y es posible que se necesite ayuda profesional para hacerlo.
Si estás buscando mejorar la apariencia de tu rostro, dejar de fumar marihuana podría ser una buena idea. Como hemos mencionado, el consumo de cannabis puede tener varios efectos negativos en la piel, como aumentar la producción de sebo, provocar sequedad en la piel y alergias cutáneas, y dilatar los vasos sanguíneos en los ojos, lo que puede provocar enrojecimiento e hinchazón. Además, fumar marihuana también puede tener efectos negativos en tu salud general, lo que se reflejará en la apariencia de tu piel.
También puede ser útil enfocarte en adoptar hábitos de estilo de vida saludables para mejorar la apariencia de tu piel y tu salud en general. Esto puede incluir:
Ahora sabes que la idea de que fumar porros te cambia la cara es una exageración, ya que los efectos de la marihuana en la apariencia física de una persona son temporales y no tienen un impacto permanente en la apariencia del rostro. Te invitamos a continuar leyendo La Marihuana para aprender más sobre el consumo de cannabis responsable.
Hay otra forma de fusionar tus recetas de cocina con cannabis: el sirope de marihuana. Es realmente fácil de hacer en casa y una vez listo es el complemento perfecto para muchos comestibles. También es ideal para bebidas cannábicas
Uno de los aspectos más interesantes acerca de la marihuana es la cantidad de cosas diferentes que puedes hacer con ella. En lo que respecta a comestibles, en concreto, es un territorio todavía por explorar. En parte por culpa del lento avance de la legalización. Pero en parte también debido al hecho de que la gente simplemente todavía no sabe cocinar con cannabis.
Una de las formas más sencillas de aportar ricos cannabinoides a tus platos es crear una mantequilla o un aceite de cannabis. Sin embargo, existen otras alternativas. El sirope de cannabis queda a menudo en el olvido, pero es una opción deliciosa. También es súper fácil de hacer. Una vez listo, se puede usar como base para bebidas con THC, desde tés y limonadas hasta un espectacular canna-cocktail.
Echa el azúcar y el agua en el cazo. Llévalo a ebullición.
Revuelve hasta que el azúcar se haya disuelto por completo y luego añade la hierba. Cubre el cazo y deja que hierva suavemente durante otros 20 minutos. Este paso es el más importante ya que el calor descarboxilará el cannabis. Además, será también cuando el THC se transfiera al sirope.
Para evitar que el líquido se caliente demasiado, déjalo a fuego lento y revuelve a menudo.
A los 20 minutos, reduce la temperatura y añade la glicerina.
Deja la mezcla a fuego muy lento durante otros 5-6 minutos, vigilando el cazo constantemente. Retira la tapa y revuelve rápidamente cada minuto.
Retira el cazo del fuego. Echa cuidadosamente el sirope caliente en el tarro a través del colador o el paño. Ve lentamente. La idea es eliminar toda la materia vegetal del sirope, pero obviamente sin quemarte.
Deja que la mezcla enfríe. Reducirá su volumen ligeramente al hacerlo. En cualquier caso, deberías haber obtenido unas 3 tazas de sirope.
Hay muchos usos diferentes que puedes darle a este delicioso sirope. Entre ellos puedes utilizarlo como topping para diversos platos, como tortitas o helados. Recuerda que no deberías comer más de 10mg por ración.
Luego, por supuesto, puedes prepararte una gran variedad de cócteles cannábicos. El sirope de marihuana es la incorporación perfecta para una copa no alcóholica pero deliciosa que te puede hacer viajar por el espacio. ¿Quién necesita alcohol?
Para permitirte un capricho exquisito y muy refrescante este verano, simplemente añade agua con gas, un poco de zumo de frutas y un chorro de tu sirope de cannabis.
SABADO 27 MAYO A PARTIR DE LAS 17:00H
INSCRIPCIONES ABIERTAS!!!
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