Si te gustan los caramelos, no te pierdas nuestra receta cannábica de hoy. Te enseñaremos a hacer caramelos de cannabis de una forma sencilla y rápida.
Historia del caramelo
El caramelo es una golosina a base de azúcar fundido. Se elabora mediante la cocción de azúcares y una vez solidificado, se deja que se deshaga en la boca.
El caramelo tiene sus orígenes en la India antigua. No se sabe exactamente cuando se inventaron, pero sí que entre los siglos VI y IV a.C., persas y griegos los descubrieron en la India y los importaron.
Estos primeros caramelos se elaboraban con azúcar de caña. Y el azúcar lo producían hirviendo jugo de caña de azúcar.
A mediados del Siglo XIX, comienza en Estados Unidos la producción industrial de caramelos. Llegaron a existir más de 380 fábricas en este país para su producción.
La mayoría producía caramelos duros individuales que se hicieron muy populares. Pero sería Inglaterra el primer país en fabricar caramelos duros en grandes cantidades.
Vendedores ambulantes de todo Londres comenzaron a vender lolly pop en grandes cantidades. Aunque estos caramelos eran blandos y suaves, en lugar de duros.
Ingredientes para hacer caramelos de cannabis
- 120 ml de mantequilla clarificada de cannabis
- 300 gr de azúcar
- 200 gr de nubes de caramelo (también llamados malvaviscos)
- 200 ml de leche condensada
- Unas gotas de limón
Elaboración
Para estos caramelos de cannabis el primer paso será hacer una mantequilla de marihuana clarificada. La mantequilla es un producto resultante del batido y amasado de la nata de la leche.
La nata, que es una emulsión de grasa en agua, se transforma en una emulsión de agua en grasa que es la mantequilla. El componente más presente en la mantequilla es la grasa y 20% restante es agua e impurezas.
Mediante el proceso de clarificación, se consigue separar la materia grasa del agua e impurezas. Con esto conseguiremos un mejor sabor.
También se evitará que estas impurezas presentes en la mantequilla se quemen por la elevada temperatura que alcanza el caramelo.
Para clarificar la mantequilla debemos calentarla hasta separar la parte grasa del agua. Una vez enfríe, se formarán dos capas.
En la capa del fondo se acumula el suero de la leche y las impurezas. Y en la capa superior quedará la mantequilla pura que retiraremos con una cuchara. Es importante no llegar a la capa inferior.
La mantequilla clarificada recibe el nombre de noisette, que hace referencia al cierto sabor a frutos secos como a avellanas. Si no quieres hacerla, siempre puedes comprarla en algún hipermercado.
Después, haremos una clásica mantequilla de cannabis usando unos 20 gramos de cogollos y 250 ml de mantequilla clarificada.
Y ya empezamos con la elaboración de los caramelos de cannabis. El primer paso es preparar un caramelo. Echamos el azúcar en un cazo con un chorrito de agua y unas gotas de limón exprimido.
Ponemos en fuego medio y removemos hasta que adquiera un color ligeramente tostado. El caramelo se quema con facilidad, así que evitar distraerse.
También evita temperaturas altas, ya que al burbujear el caramelo puede producirnos quemaduras si nos cae en una mano. Son muy muy dolorosas.
Cuando adquiera el típico color ámbar, añadiremos la leche condensada y la mantequilla cannábica. Y removemos hasta que comience a hervir.
Apagamos el fuego, retiramos el cazo y nos ponemos a cortar las nubes en pequeños trozos que añadiremos al cazo con la mezcla aún caliente. Removemos hasta que se integren perfectamente, algo que será muy sencillo.
Para dar forma a los caramelos de cannabis, podemos usar moldes de silicona. Los moldes para caramelos son muy económicos y merecen la pena. Sino, puedes usar moldes para cubitos de hielo, sin llenarlos en exceso.
Unta un poco de mantequilla o aceite en cada molde con ayuda de un pincel limpio para que después sea más fácil extraer los caramelos.
Otra opción es extender la mezcla aún caliente en una bandeja. Y antes de que enfríe completamente, cortar con un cuchillo afilado o un cortapizzas pequeñas porciones.
En este caso deberás untar también un poco de mantequilla o aceite previamente en la bandeja. O hacerlo sobre un trozo de papel antiadherente.
Los caramelos de cannabis una vez fríos se pueden guardar en una cajita o envolverlos en papel film, siempre en un lugar oscuro, fresco y seco.
Recomendación
Recuerda que el cannabis ingerido tiene unos efectos muy retardados. Hasta pasada una hora, es posible que no notes nada, así que no te pases por mucho que te gusten.
Una dosis prudente son 0,5 gramos por persona. Así que divide la cantidad de caramelos que has conseguido hacer entre la cantidad de marihuana que has usado.
¡Come uno y espera al menos hora y media para ver los efectos! Una dosis excesiva suele traer consigo unos efectos muy desagradables. De todos modos, nada que un buen descanso o un sueño reparador no solucione.