Los resultados mostraron que los participantes que practicaron yoga después de usar cannabis presentaron mejoras significativas en el «estado de atención plena».
Un estudio ha concluido que realizar una sesión de yoga después del consumo de cannabis mejora los indicadores de atención y experiencias místicas, pudiendo aumentar los beneficios terapéuticos que se obtienen del uso de la planta. El estudio, publicado como resultado de una tesis de la Universidad de Columbia Británica, tenía como objetivo medir “el impacto de los factores contextuales durante el consumo de cannabis en los resultados de bienestar”.
Según la información publicada por Marijuana Moment, la autora del estudio, Sarah Elizabeth Ann Daniels, se propuso explorar el efecto que tienen la preparación personal y del entorno a la hora de producir efectos beneficiosos. La atención a estos factores para potenciar los beneficios terapéuticos ha sido muy estudiada en el uso de psicodélicos, pero no para el caso del cannabis.
En el estudio 47 participantes usuarios de cannabis se autoadministraron cannabis en dos ocasiones, con una semana de diferencia. En una de las ocasiones practicaron yoga y en la otra hicieron lo que normalmente hacían cuando la consumían, siendo las actividades más comunes comer, ver televisión o cine, hacer tareas domésticas, socializar y realizar otros pasatiempos. Tras las experiencias, los participantes respondieron a una serie de encuestas para medir el estado de atención plena, la mística de la experiencia y las emociones y el estado de ánimo.
Los resultados mostraron que cuando los participantes practicaban yoga presentaron mejoras significativas en la atención plena y la mística de su experiencia, en comparación con cuando hacían el resto de actividades cotidianas asociadas a su consumo. La comparación no mostró diferencias significativas en cuanto a las emociones y el estado de ánimo de los participantes.
“En general [los resultados] indican que lo que haces mientras experimentas los efectos del cannabis es importante […] Al igual que con los psicodélicos, este estudio respalda el concepto de que la predisposición y el entorno durante el consumo de cannabis pueden afectar significativamente el beneficio terapéutico de la droga”, dicen las conclusiones del artículo.