No es una broma. El país por excelencia de la cultura de la marihuana no está en su mejor momento.
A pesar de la aceptación y crecimiento de la la planta a nivel mundial, Jamaica se está quedando sin marihuana y los líderes de la industria en el país se encuentran verdaderamente preocupados gracias a los factores que han detonado que la cannabis no se encuentre en ante un panorama positivo de crecimiento en la región más poderosa del mundo en relación a la planta.
Los años recientes, la discusión sobre su uso y aprobación en los principales países del mundo se encuentra tan avanzada que muchas cosas inimaginables ya son legales. Plantar en casa, portar cierta cantidad de gramos o hasta consumirla en espacios abiertos son algunos de los principales avances que potencias como Estados Unidos y Canadá han desarrollado. Sumado a esto, el uso de la planta de manera medicinal mediante el CBD (propiedad no psicoactiva de la planta) ha avanzado de manera rápida. Su uso como tratamiento para enfermedades como el cáncer ya está permitido y solventado por doctores y departamentos de medicina en muchos lugares del mundo y nos preguntamos: ¿por qué Jamaica se está quedando sin marihuana? No tendría sentido.
“Es una vergüenza cultural”, señala Triston Thompson, uno de los principales emblemas de la industria en Jamaica que comenta que no puede ser posible que un país como este atraviese un momento difícil cuando de marihuana se trata. Muchas economías locales e internas dependen directamente de la producción, distribución y venta de productos relacionados con la planta que si bien no es legal del todo, sí se le reconoce a este paradisiaco destino por su calidad, diversidad y experimentación en general que se lleva a cabo gracias a la planta.
Jamaica es sinónimo de rastafari, la cultura que desde los años 30’s gira en torno al movimiento social que rodea a la planta. ¿Qué es lo que está afectando principalmente a la escasez de la planta? Sin duda, de acuerdo a estas declaraciones, esto se debe a un crecimiento en el mercado ilegal y consumo de la planta que se ha popularizado en esta región. Todos los años y en todas las épocas, el país recibe a miles de visitantes de todo el mundo que acuden para conocer el movimiento y, sin duda, consumir cannabis bueno y diferente dentro del mejor ambiente que existe en el planeta (en relación con la planta, claro).
Las múltiples iniciativas por comercializar de manera legal toda vez que el gobierno ha permitido realizar más y nuevas actividades que involucran a la marihuana (plantación y portabilidad, por poner ejemplos) han expandido el comercio, sin embargo, este cruce de ideales y comercial que se encarga de distribuirla a puestos legales ha encontrado un cruce importante de intereses entre industrias emergentes, ya existentes y un sinfín de mercado ilegal que ha ocasionado que Jamaica se esté quedando sin marihuana.
Desde 2105, Jamaica permitió un ajuste en las normas que regulan a la planta que involucran su uso medicinal y el poder poseer 2 onzas, así como tener en casa hasta 5 plantas en desarrollo. Sumado a esto, desastres naturales como el huracán de 2020 y las condiciones climáticas que se suscitaron (en particular intensas lluvias) han ocasionado pérdidas millonarias de los plantíos.
Kenrick Wallace, líder de la industria, ha declarado que tan solo en los últimos meses ha perdido decenas de miles de dólares debido a la poca producción que las condiciones climáticas le han permitido sembrar. Del promedio de 700 libras que produce en un periodo como el medido, tan solo han podido lograr de manera adecuada producir 300 libras, dando un total de pérdida de casi el 60%. Su caso no es aislado.
Por último, una de las situaciones que agravia el problema es que la CLA (Cannabis Licensing Authority) ha declarado que la escasez es mentira y que se encuentra en un gran momento la industria. Esto contradice a los productores de primera mano, quienes señalan que el principal problema es la distribución obligada a las casas de venta licenciadas, quienes venden el producto de 5 a 10 veces más caro de lo que se vende informalmente en la calle, obligando al consumidor a acudir a las prácticas ilegales antes de comprar en una casa legal que debe ser abastecida y que no está redituando como la industria estaba acostumbrada en los años pasados.
Legalizar la marihuana y todas sus prácticas comienza a traer discusiones y problemas entre los productores de la industria y si un país como Jamaica comienza a tener problemas tan serios, los demás países deberían comenzar a replantearse cómo y de qué manera evitar colapsos en una industria que comienza a dejarle mucho a los emprendedores emergentes, pero a quitarle mucho más a los anteriores productores.