La mantequilla de marihuana y el aceite de marihuana son dos básicos de la cocina cannábica. Aquí os dejamos una receta sencilla
Los amantes de este método de consumo suelen preparar una buena cantidad para añadírselo a cualquier receta, sin tener que prepararlo cada vez que se cocina. Prácticamente cualquier comida aceptará mantequilla de marihuana o aceite de marihuana. Desde ensaladas, a platos de pasta o postres. Las opciones serán tantas como la imaginación del cocinero.
En cualquier caso, se debe ser cauto con la cantidad que se utiliza en cada receta. Es muy típico el ingerir una cantidad excesiva pensando que no se están notando sus efectos. Pero es que la marihuana cuando se ingiere hasta pasados 50-60 minutos no comienza a hacer efecto.
Además el colocón de la marihuana ingerida puede llegar a ser muy intenso. Mucho más que cuando se fuma. Al fumar, los efectos son prácticamente inmediatos y es fácil ver cuando nos estamos pasando. Cuando se ingiere, como decimos, es muy fácil pasarse y después no hay vuelta atrás. En dosis muy altas, los efectos pueden parecerse más al de los hongos psilocibios, llegando a ser incluso muy desagradables.
Si vas con cuidado, no tendrás problema y podrás compartir unas buenas risas y grandiosos momentos con tus amigos. O un agradable momento de introspección contigo mismo o con quien desees. Pero en cualquier caso, informa siempre a tus invitados de lo que están comiendo. Puede que no a todo el mundo le apetezca pasar por esta experiencia.
La potencia final de una receta depende de tres factores:
- El tipo de hierba utilizada: no toda la marihuana es igual. Si la hemos cultivado nosotros mismos, con todas las atenciones y esfuerzos, es muy probable que sea una hierba excelente. Aunque también todo cultivador alguna vez se haya tenido cosecha que se podrían considerar da calidad media o bajo. Ante la duda, una breve cata fumada nos permitirá descubrir la hierba con la que cocinaremos y su grado de “peligrosidad”.
- La cantidad de hierba que usemos en la receta: estamos hablando de cantidades muy pequeñas, de 0,5 a 2 gramos de hoja por persona, y de 0,15 a 0,5 gramos si usamos cogollos o hachís casero.
- La constitución y experiencia de cada persona: como es lógico, a menos peso y poca experiencia fumando marihuana, más prudente se debe ser con la dosis.
La mantequilla y el aceite de marihuana: dosis por persona
- Hoja de calidad media: de 0’5 a 2 gramos.
- Cogollo o hachís de buena calidad: de 0’15 a 0’5 gramos.
- Mantequilla y aceite de marihuana: de 2’5 a 10 gramos. Algo más que media cucharada de postre.
Recuerda que la dosis total varía según la receta, el número de comensales, la experiencia cannábica de los mismos y la potencia de los efectos que queramos experimentar.
Mantequilla de marihuana
Ingredientes:
- 100 gramos de hoja de marihuana o 20-30 gramos de cogollos
- 1,25 litros de agua
- 500 gramos de mantequilla
Elaboración:
Pon en una cazuela todos los ingredientes y llévalo a ebullición. Tapa la cazuela y deja hervir a fuego lento durante hora y media o dos horas, removiendo de vez en cuando. Retira la mezcla del fuego y cuela la mezcla usando un colador fino o un filtro de café para retirar la materia vegetal. Usa una cuchara para exprimir bien las hojas y sacarles todo su contenido, es decir toda la mantequilla que hayan absorbido.
Deja reposar la mantequilla aún líquida a temperatura ambiente. Después métela en la nevera o el congelador. Cuando la mezcla esté fría, la mantequilla se habrá solidificado totalmente sobre el agua. Si usas el congelador, evita que se congele vigilando cada una o dos horas.
Ahora puedes extraer el agua fácilmente, simplemente haciendo un pequeño agujero en la capa de mantequilla solidificada e inclinando el recipiente. El agua no sirve para nada. Si quieres guardar la mantequilla de forma más cómoda, déjala entibiar y moldéala en forma de bloque. Puedes conservarla en el frigorífico o congelar una parte para cuando la necesites.
Aceite de marihuana
Ingredientes:
- 100 g de hoja de marihuana o 20-30 gramos de cogollos.
- 1⁄4 lt. de agua.
- 500 ml de aceite (usa un buen aceite como de oliva, aceite de coco o de cacahuate o de ajonjolí).
Elaboración
Para el aceite de marihuana sigue el mismo proceso que para hacer la mantequilla. Pero para enfriar el aceite una vez lo hayas hervido, filtrado y dejado reposar, mételo en el congelador. Debes dejar que el agua se congele para poder separar mejor el aceite. Una vez hecho todo este proceso guarda el aceite en el frigorífico preferentemente en una botella o bote de vidrio.
Importante
Siempre que se cocina con marihuana, es muy importante la temperatura. Es por ello que un termómetro de cocina es prácticamente imprescindible para descarboxilar el THC correctamente. La descarboxilación es la reacción que transforma el THCA que no es psicoactivo, en THC que sí lo es. En ningún caso se debe superar una temperatura de 120ºC, punto en el cual el THC se degrada y pierde psicoactividad.