No te pierdas este artículo de hoy donde te enseñaremos a hacer pan con semillas de cáñamo, tan delicioso como saludable. En la cocina cannábica no solo se usa como ingrediente las flores del cannabis o marihuana. También incluye cualquier receta con semillas.
¿De dónde procede el pan?
El pan es el alimento más universal que existe y forma parte de la dieta tradicional en casi todo el mundo. Desde Europa o Medio Oriente, hasta India, América y Oceanía.
El pan no necesita mucha presentación. Se trata de una masa elaborada con harina de cereales, agua y sal, además de levaduras que producen la fermentación y proporciona esponjosidad y ternura.
Aunque la harina más usada es la de trigo, también se utiliza de centeno, cebada, maíz o arroz, entre otras. También puede contener otros ingredientes como aceite o mantequilla, huevos, azúcar, especias (clavo, tomillo…), frutos secos (pasas, nueces…) o semillas de diversos tipos (sésamo, amapola…).
Los orígenes del pan casi nos remontan a las primeras civilizaciones. Los primeros panes, según algunos descubrimientos, estarían elaborados con harinas de bellotas o de hayucos.
Los egipcios elaboraban pan desde la antigüedad, y de ellos datan también las primeras evidencias del uso de levadura y de hornos.
En la antigua Roma existían hornos públicos. Y precisamente de ellos proviene su nombre, del latín pannus que significa masa blanca.
Propiedades de las semillas de cáñamo
Las semillas de cáñamo son ricas en proteínas, ácidos grasos esenciales omega- 6 y omega-3 en la proporción más cercana a la recomendada (3:1).
También contienen los nueve aminoácidos esenciales que el organismo necesita y sus proteínas son más fáciles de digerir que las de la carne, los huevos, los lácteos o cualquier otro alimento.
Además, tienen un alto nivel de vitaminas A, C y E, y no poseen ningún tipo de efecto psicoactivo que se pueda relacionar con la marihuana. Las pueden consumir personas de cualquier edad por su gran valor nutritivo y energético.
Ingredientes para pan con semillas de cáñamo
- 800 gramos de harina de Trigo
- 50 gramos de levadura fresca
- Media cucharadita de sal
- 1/4 de vaso de aceite de oliva
- 5 cucharadas de semillas peladas de cáñamo
- Más o menos medio litro de agua
Elaboración de pan con semillas de cáñamo
La masa se puede hacer bien en un robot de cocina, añadiendo todos los ingredientes, excepto las semillas de cáñamo, y agregando el agua poco a poco para ir revisando su hidratación.
Las semillas las dejaremos con esta opción para añadir al final con un pequeño amasado a mano para que no se deshagan.
La otra opción es hacer la masa a mano. Apenas llevará unos 15 minutos y es bueno para quemar calorías y abrir el apetito. Añade todos los ingredientes en un recipiente y agrega agua poco a poco.
Si te pasas con el agua, tendrás que arreglarlo añadiendo un poco más de harina. Pero es preferible respetar las medidas de la harina e ir añadiendo pequeñas cantidades de agua.
Terminaremos de amasar sobre una encimera. Así que espolvorea harina sobre ella y a continuación comienza a trabajar la masa hasta que se vuelva elástica y se pegue ligeramente a los dedos.
Terminamos añadiendo las semillas y volviendo a amasar uno o dos minutos para conseguir mezclarlas bien en nuestro pan con semillas de cáñamo.
La masa la dejaremos reposar 1-2 horas en un recipiente que cubriremos con un paño de cocina un poco humedecido. Será suficiente añadir unas cuantas gotas en la zona que cubrirá el recipiente.
Haz una bola, espolvoréala un poco con harina para que no se pegue, introdúcela en el recipiente y cúbrela con el paño.
Debemos dejar la masa en un lugar con una temperatura ideal de 28-30º. Ahora en invierno que hace frío, puedes encender el horno al mínimo y poner el recipiente con la masa para que leve.
A menor temperatura le llevará más tiempo levar a la masa. Y si supera los 45º, la levadura muere y el pan con semillas de cannabis quedará compacto y nada esponjoso.
Pasado este tiempo la masa habrá fermentado y habrá aumentado su tamaño considerablemente. Aunque al trabajarla un poco comenzarán a romper las burbujas de su interior y menguar su tamaño.
Haz pequeños panecillos con la masa, ya que se hornearán más rápido que haciendo un pan más grande. Y además serán más sencillos de guardar en un bote o bolsa con cierre zip.
Colócalos sobre una bandeja de horno untada en un poco de aceite para que no se peguen, y mételos en el horno que ya debería estar a una temperatura de 180º.
En el horno además introduce algún recipiente con un poco de agua. Al ir evaporándose, evitará que el pan con semillas de cáñamo tenga una corteza demasiado dura.
En aproximadamente 30 minutos los panecillos ya deberían estar cocidos. Puedes con cuidado de no quemarte abrir uno a la mitad y comprobar que se hayan cocido perfectamente.
Déjalos enfriar sobre una rejilla y disfrútalos cuando te apetezcan. Si los conservas en la nevera, aguantarán perfectamente una semana sin problema.